Cuando Tànit Navarro (cantante, terapeuta vocal y compositora) y Maria José Aguilera (guitarrista, profesora y compositora) se conocieron en el II Encuentro de Música de Raíz Tradicional de 2017, no imaginaban que acabarían teniendo en común una experiencia de vida como es el transitar por una UCI. Tànit fue una bebé prematura y María José dio a luz a gemelas también prematuras, que tuvieron que pasar por esa unidad. Es por esa razón que conocen y conectan profundamente con las necesidades y vulnerabilidades de este colectivo.
Pero a pesar de que en la UCI de neonatos las situaciones de las familias pueden ser durísimas, la experiencia de María quedó lejos de traumática. Se volvió empoderadora, gracias también a la ayuda de los profesionales maravillosos que las trataron durante su paso. Así, a modo de agradecimiento, le propuso a Tànit brindar un recital por navidad en la unidad de la maternidad del Hospital Clínic, haciendo aquello que mejor saben hacer, música. Con ello, surgió la magia.
Existen numerosos estudios que hablan sobre los beneficios de la música en el cuerpo humano. Influye directamente en aspectos importantes de la vida como el estado de ánimo, el control del estrés, la ansiedad o la fatiga. Los efectos de la misma se hacen patente en espacios como la UCI, donde el sonido de las máquinas tiene tanta presencia. Para un bebé prematuro, cada gramo de peso ganado es un logro, por lo que mantener unos niveles de estrés bajos es de vital importancia para su recuperación. “Un gramo de peso en esos bebes es un paso para estar más cerca de salir de la UCI. Un bebé que está relajado y feliz es un bebé que puede ganar peso. No hay que olvidar que son bebés que están intubados y conectados a diferentes máquinas. No es la forma más bonita de llegar al mundo”, comenta tras su experiencia Aguilera.
Oscar García Algar, jefe del Servicio de Neonatología del Hospital Clínic-Maternitat, junto a su equipo, sabe cuánto importa el bienestar de los pequeños, y fue el impulsor de la periodicidad de estos acompañamientos musicales, convertidos por estas dos mujeres músicas en el proyecto Cuida’m, así como también de la presentación del mismo en el Congreso Nacional de Neonatología. En la burbuja de amor que se crea en la UCI, cuando las notas de la guitarra de María José comienzan a sonar, y la voz de Tànit vibra en el aire, los pequeños corazones se acompasan al ritmo de la melodía, sus respiraciones se relajan, y una sensación de paz invade el espacio, acariciando también a las familias y a todas las personas que trabajan allí.
“Un gramo de peso en esos bebes es un paso para estar más cerca de salir de la UCI. Un bebé que está relajado y feliz es un bebé que puede ganar peso”, explica María José Aguilera
Por sus efectos beneficiosos, “Cuida’m —explican las artistas— no sólo trata de que la música se enfoque en los cuidados de los neonatos, es una herramienta válida para cualquier otro colectivo. Para que familias, trabajadores de la UCI o personas que estén en contacto con los niños, puedan cantar” y logren “hacer de la música una constante en su vida y en su crecimiento, en fases de la crianza en las que actúa como una aliada para mantener el control en momentos de locura”.
Ancestralmente, la música y el canto han formado parte de la vida del ser humano. Han acompañado y celebrado el día a día, pero parece como si la vorágine de la sociedad en la que estamos inmersos, nos haya anulado esta capacidad. Cuida’m no sólo acompaña a recién nacidos sino también a personas en el otro extremo de la vida, especialmente mayores. Con la llegada de la pandemia, se ha puesto de manifiesto cómo los colectivos considerados vulnerables se han diversificado y la necesidad de autocuidado ha llegado hasta nuestras casas como un tsunami.
“Hemos visto que las músicas de nuestro proyecto también pueden ayudar a otra gente. El canto es una herramienta que funciona como una medicina para sentirse mejor”, comenta Navarro. “¿Y si entramos en una empresa y les damos una formación musical que puedan aplicar en su día a día para aprender a respirar, a relajarse, a tener control de su cuerpo, en definitiva, a estar mejor?”. Democratizar la música, humanizar espacios a través de ella, son también objetivos del proyecto.
¿Y si entramos en una empresa y damos a los trabajadores una formación musical que puedan aplicar en su día a día para aprender a respirar, a relajarse, a tener control de su cuerpo, en definitiva, a estar mejor?
Así pues, lo que se pretende es justamente eso: cuidarnos. Ya sea a través del acompañamiento musical de sus recitales y conciertos, u ofreciendo formaciones tanto para profesionales del campo de los cuidados, como para otros profesionales ajenos a ese campo, pero que quieran sentirse mejor. “No hace falta ser un gran cantante para sentir los beneficios que nos puede aportar la música en nuestros propios cuerpos”, sentencian.
Este precioso proyecto sigue expandiendo sus ramas preparando un disco a través de un micromecenazgo, con canciones de uso para acompañar diferentes momentos, como alimentar o dormir a los bebés, y también otros más íntimos y difíciles, como puede ser el duelo perinatal —ese gran olvidado—, tan importante de acompañar. La música es vida y bienestar. María José y Tànit con su Cuida’m, son capaces de crear una burbuja mágica en donde lo único que importe sea el rumor de las respiraciones de un recién nacido, en los brazos de su mamá. Y que el mundo palpite al ritmo de un pequeño corazón.
Se puede obtener más información a través de su web www.cuidamusica.com Y en las redes sociales Facebook Cuida’m, música para bebés prematuros e Instagram @cuidamusica.
