El dinamismo, el mercado laboral y también los precios de la vivienda generan una interrelación entre los municipios de Barcelona que desdibuja sus límites y los han convertido en una red de interconexiones que hace tiempo que trasciende a los pueblos y ciudades. Durante los últimos años, la red se ha ido extendiendo hasta desbordar la actual área metropolitana, y Barcelona mira ya sus retos desde la metrópolis de los cinco millones de habitantes.
Y es que los retos del presente y del futuro, desde la vivienda hasta la sostenibilidad y la competitividad empresarial, no se resolverán si no es desde esta mirada metropolitana amplia. Así lo han constatado representantes del ámbito económico, institucional y político en la jornada L’hora de la Barcelona metropolitana, organizada por el Cercle d’Economia, Barcelona Global y Foment del Treball.
“El horizonte es la región metropolitana de los cinco millones; desde Vilanova hasta el Vallès y Mataró”, ha defendido el alcalde de la capital catalana, Jaume Collboni, que ha apostado por empezar a aterrizar propuestas en el ámbito competencial. Para dar forma a la gran metrópolis, ha llamado a “rediseñar el territorio en función de las nuevas exigencias y retos”.

Como ha recordado Collboni, la actualización del Plan Director Urbanístico Metropolitano (PDUM), ahora en fase técnica, dibujará este futuro metropolitano de Barcelona. Como ha destacado el alcalde, esta metrópolis no irá en detrimento del resto de Catalunya, sino que representa una expresión más del territorio: “Somos la expresión urbana y metropolitana del país, y eso no es dicotómico, sino todo lo contrario”. Collboni ha ido más allá, y ha puesto calendario para avanzar en este sentido: “Mi deseo es que en el próximo mandato cristalice la región metropolitana”.
“Buen trabajo y poco ruido” para la ampliación del aeropuerto
“La realidad metropolitana ya existe”, ha reivindicado el conseller de Presidència, Albert Dalmau, que ha puesto en valor que miles de personas se desplazan a diario entre sus municipios para trabajar o realizar otras actividades. En este contexto, ha destacado la importancia de la movilidad, ya que “el transporte público reduce las distancias físicas y mentales”.
En este sentido, ha asegurado que la Generalitat está potenciando la Barcelona metropolitana a través del fomento del transporte público, con el avance de la L9 del metro y la prolongación de la L8 de Ferrocarrils, entre otros proyectos vinculados al transporte. Es más, ha sostenido que el Aeropuerto de El Prat también tiene su rol en esta metrópolis, y ha reiterado su apuesta por la ampliación, sobre la que se está haciendo “un buen trabajo y poco ruido”.

Las tres murallas metropolitanas
Para avanzar hacia esta Barcelona metropolitana, hay que derribar murallas que, “a diferencia del siglo XIX, no son físicas”, ha subrayado el presidente del Cercle d’Economia, Jaume Guardiola. Pese a que Barcelona derribó sus tres murallas a partir de 1854, ahora existen otras tres murallas que separan a los municipios metropolitanos, según Guardiola: el “laberinto institucional”; las desigualdades sociales y económicas, y la falta de una visión metropolitana consolidada en todos los ámbitos.
En este sentido, el modelo de la gobernanza metropolitana es determinante para avanzar en una línea o en otra. “La política debe hacer dos cosas: gobernar y gestionar, y eso incluye planificar el territorio”, ha defendido Antonio Balmón, alcalde de Cornellà de Llobregat y vicepresidente ejecutivo del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), en un debate con la alcaldesa de la Garriga y presidenta de l’Associació Catalana de Municipis (ACM), la exconsellera Meritxell Budó, y al alcalde de Martorell, Xavier Fonollosa.
Ante el debate de los límites que debe abarcar esta región barcelonesa, Balmón ha defendido que “el ámbito metropolitano es todo aquello que esté a una hora y media de tren de la ciudad”, eliminando límites entre municipios y comarcas. Balmón, que desde el AMB ha promovido proyectos como el impulso de un sistema tecnológico metropolitano de seguridad, ha apostado por tejer pactos en ámbitos como la vivienda y la movilidad.
Precisamente la movilidad y la vivienda son dos de los retos que afronta esta Barcelona metropolitana. Balmón ha defendido contar con el sector privado para crear más vivienda, mientras que Fonollosa ha defendido que se debe contar con los ayuntamientos, también en el plan de la Generalitat de crear 50.000 viviendas públicas hasta 2030: “Quien ha hecho más vivienda social los últimos años hemos sido los municipios, y no se puede hacer sin ellos”.

Además, Fonollosa ha pedido promover esta vivienda no sólo en Barcelona y el área metropolitana, sino en toda Catalunya, algo en lo que ha coincidido Budó. “Hay que traspasar la muralla metropolitana, porque el problema de la vivienda genera un efecto dominó: Barcelona expulsa a habitantes que van a municipios de su alrededor, y éstos expulsan a otros habitantes”. Y es que Budó considera que dar prioridad a una región metropolitana de cinco millones en una Catalunya de ocho conlleva el riesgo de “romper el territorio en dos Catalunyas que vayan a velocidades distintas”. Para evitar este riesgo, ha abogado por el trabajo en red de los diversos territorios, con el liderazgo de Barcelona.
Desde Barcelona Global, su directora general, Mercè Conesa ha remarcado que “la cuestión de la vivienda no se resolverá desde cada ayuntamiento”, y ha apostado también por promover la colaboración público-privada en este ámbito, y también en proyectos económicos clave, como los vinculados a las ciencias de la salud: “Es un sector absolutamente estratégico que puede muscular toda la región metropolitana”.

“La colaboración público-privada es importante, y debe ir más allá de construir vivienda”, ha sostenido el presidente de la asociación FemVallès, Antoni Abad, en un debate con Conesa y con el secretario general de Foment del Treball, David Tornos. Abad ha defendido encarar el futuro desde una visión metropolitana que no confunda la igualdad con la equidad y que la promueva a nivel territorial y, para ello, ha apostado por articular “una gobernanza nueva”.
En la misma línea, el secretario general de Foment del Treball ha coincidido en la necesidad de “abrir el modelo de gobernanza actual” a escala metropolitana: “Estamos en un buen momento para poder repensar aspectos de la gobernanza y también de la colaboración público-privada, que está en el debate y que debe formar parte de la solución de los retos actuales”.

También los partidos políticos apuestan por profundizar en esta gobernanza, pero no necesariamente creando nuevos organismos y estructuras, sino a través de los instrumentos que ya existen actualmente, sobre todo con el AMB. “Tenemos que trabajar en consolidar lo que tenemos”, ha remarcado el teniente de alcalde de Economía de Barcelona, el socialista Jordi Valls, mientras que, desde Junts, el alcalde de Sant Climent de Llobregat, Isidre Sierra, ha señalado que el AMB es una buena herramienta.
Por su lado, Daniel Sirera (PP) ha llamado a analizar si el AMB responde a las necesidades de los ciudadanos, mientras que el republicano Jordi Coronas ha insistido en mantener la mirada puesta en toda Catalunya, y Guillermo López (Comuns) ha reclamado invertir de forma equitativa en el territorio y compensar las diferencias entre las infraestructuras y equipamientos del entorno del Llobregat y del Besòs. Son miradas diversas que difieren en aspectos concretos, pero que asumen de base un mismo escenario: el avance de una gran Barcelona metropolitana.