Siguiendo su estrategia de expansión diseñada desde Barcelona, Aire Ancient Baths ha abierto su segundo centro en Nueva York. Ubicado en el Upper East Side, el grupo ha reconvertido un antiguo almacén de las obras de arte del MoMa en su nuevo spa, que cuenta con un elemento diferencial: una piscina suspendida entre dos plantas del edificio con paredes y fondo transparentes.
Esta piscina, que permite flotar por la alta concentración de sal, es el emblema del nuevo centro, que cuenta también con piscinas templadas, calientes y frías, así como con baño de vapor, entre otras instalaciones que han transformado cerca de 900 metros cuadrados del edificio que lo acoge, construido en 1900.
“Hemos trabajado para preservar la personalidad de este emplazamiento, manteniendo a la vista los ladrillos, vigas y techos abovedados originales”, ha destacado Amadeo Serra, consejero delegado de Aire, siguiendo el modelo habitual de sus spas.
El nuevo centro es el noveno del grupo en todo el mundo, y forma parte de una estrategia de expansión que Aire lidera desde su headquarter de Barcelona. La empresa, nacida en Sevilla en 2001, abrió su primer centro en la capital andaluza en 2004. El segundo llegó en 2009 en Barcelona, en la que la empresa creció hasta ubicar en ella su centro de operaciones, que estrenó sede el año pasado.
Desde su creación, el grupo se ha expandido hasta disponer de centros en cuatro países, que incluyen Reino Unido, con spa en Londres, y Dinamarca, en Copenhague, además de España y Estados Unidos.
Dentro del plan de expansión, dotado de un total de 55 millones de euros, la empresa prevé abrir también en Toronto, que representará su llegada a Canadá, y en Los Ángeles, con el que será su cuarto centro en Estados Unidos, que se sumará a los dos de Nueva York y al de Chicago.
