Un concierto a tener muy en cuenta, organizado en la parisina Philarmonie, que reúne a Jacob Banks, a quien la crítica ha celebrado por su alma poderosa y sensible, y a la banda londinense Kokoroko, que continúa la dinámica de éxitos

que inició en 2019; cuando fueron incluidos como la gran revelación del año gracias a un primer EP con un tema deliciosamente onírico -"Abusey Junction"- y a conciertos cálidos y festivos, incluida una actuación en Jazz at La Villette que dejó a muchos de los asistentes con ganas de más. Tras un obligado paréntesis de dos años, Kokoroko vuelve a la actividad con un disco anunciado para el 5 de agosto, Could We Be More, testimonio humanista y colectivo de un grupo perfectamente situado entre la energía del afrobeat y la dulzura del jazz en tonos soul. Por su lado, la novedad de Jacob Banks, Lies About the War -un esperado segundo álbum- demostrará su energía y sensibilidad, que alcanza a un público cada vez más numeroso y entusiasta. Banks, que dejó su Nigeria natal por Birmingham a la edad de 13 años, amplía en su nuevo trabajo los horizontes musicales -de por sí amplios- al tiempo que reafirma su visión de la composición, como un “arte de contar historias que transportan”.

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En la sede de la Biblioteca Real de Dinamarca, con una arquitectura imponente y un apodo inconfundible (“El diamante negro”), puede visitarse una generosa muestra centrada en la fotógrafa Lee Miller. Si en 2018 pudo disfrutarse de esta pionera del surrealismo

en la Fundació Miró de Barcelona, en esta ocasión es el maravilloso espacio de la capital danesa que asimismo a dedicado exposiciones a otros nombres importantes de la fotografía, como Bill Brandt -que, a su vez, prácticamente “estrenó” el KBr de la Fundación Mapfre, también en Barcelona- el lugar elegido para disfrutar con la obra de quien los organizadores refieren con los términos siguientes: “fotógrafa, modelo, mujer de negocios, cocinera, autora y corresponsal de guerra Lee Miller fue una artista que rompió las normas y una mujer de su tiempo. Vivió una vida intensa en un mundo de cambios asombrosamente rápidos, algo que capturó en sus fotografías: informes de guerra de la Segunda Guerra Mundial y composiciones surrealistas que incluían el papel cambiante de la mujer como tema. Con enorme coraje, Miller se lanzó a una gran cantidad de proyectos, pero sobre todo era una fotógrafa fantásticamente buena”. Tan cierto es que fue más allá de las normas vigentes en su época, como que su técnica y creatividad destacan de manera palmaria, en la aproximación a lo no-dicho que artísticamente explora el surrealismo; esto es, acercándose al lenguaje de lo inconsciente desde la fotografía, en la línea de lo realizado por Man Ray, para de forma sumamente original poner en primer plano e iluminar cuestiones aparentemente incomprensibles. Por eso ha sido considerada -recuerdan los organizadores- como una de las artistas “más fascinantes y enigmáticas del siglo XX. Sus fotografías, textos y correspondencia dan testimonio de una persona que desafió las convenciones sobre ser mujer y artista. Era irónica, divertida, impaciente, impulsada por sus propias necesidades, pero también profundamente involucrada en su propia época”.

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Los responsables de la Hayward Gallery, en el centro cultural Southbank, sintetizan de manera sensacional el contenido de la muestra que ha merecido los más altos elogios de los principales medios de comunicación del Reino Unido: “Una

exposición de 11 artistas contemporáneos de la diáspora africana, que recurren a la ciencia ficción, el mito y el afrofuturismo para cuestionar nuestro conocimiento del mundo”. In the Black Fantastic es un fascinante desafío a la cosmovisión considerada tradicional, un reto planteado gracias a diferentes formas de arte: instalaciones, pintura, fotografía, video, escultura y medios mixtos. Todo ello se pone en juego para -en palabras de los organizadores- crear “experiencias estéticas inmersivas que llevan al espectador a un nuevo entorno en algún lugar entre el mundo real y una multiplicidad de mundos imaginarios”. Mientras que algunos artistas perturban nuestra comprensión del pasado, otros nos invitan a imaginar futuros fantásticos. En esta exposición, la fantasía se convierte en una zona de liberación creativa y cultural; un medio para abordar el racismo y la injusticia social, evocando nuevas formas de estar en el mundo. Comisariada por Ekow Eshun, la exposición ofrece al visitante obras de artistas como Sedrick Chisom, Ellen Gallagher, Hew Locke, Wangechi Mutu, Rashaad Newsome, Chris Ofili, Tabita Rezaire, Cauleen Smith, Lina Iris Viktor, Nick Cave y Kara Walker.

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