Judith Estrella, propietaria de Charter & Dreams. ©Eva Sanz

Una generadora de felicidad en el mar

Con Charter & Dreams, empresa nacida en Barcelona, Judith Estrella gestiona y alquila grandes yates a clientes de todo el mundo

Si decimos que Judith Estrella nació y se crio entre yates, lo primero que podríamos pensar es que esta barcelonesa licenciada en Químicas en 2007 es hija de padres millonarios y que su infancia transcurrió entre islas, puertos deportivos y vacaciones en el mar. Podría ser así… aunque la historia va por otro lado. Judith es hija de José Estrella Marín, empresario textil profundamente enamorado del mar, que en un cambio de rumbo profesional se convirtió en uno de los pioneros en el negocio de la náutica deportiva española: hace casi medio siglo fundó una marca que es un clásico del sector, Marina Estrella, que llegó a tener 18 delegaciones entre la península y las islas.

Algunos de sus primeros pensamientos conscientes son ya en ferias náuticas y recuerda que los escasos periodos de vacaciones que pasaba con su padre eran en muchos casos para acompañarle a salones internacionales, para echarle una mano a modo de interprete de inglés. Así, casi sin darse cuenta, se sumergió en el sector y luego, durante buena parte de sus veranos de estudiante invertía el tiempo de vacaciones trabajando a tiempo parcial en las tiendas de la familia.

Con esa trayectoria entre veleros, yates y lanchas de todo tipo, lo lógico hubiera sido que Judith hubiera seguido vinculada al negocio que fue su primera experiencia laboral. Sin embargo, como hizo su padre pasando del negocio textil al marítimo, ella también varió de rumbo saliendo del mundo del mar como negocio para centrarse en la química y pasó de 2002 a 2007 por la facultad de Química de la UB. “Los barcos me gustaban mucho, aunque por entonces mi fijación, que era una idea que llevaba arrastrando desde pequeña, era encontrar una cura al cáncer. Siempre creo que hay que pensar en grande” indica Estrella, cuya aspiración era trabajar en algún centro de investigación.

Estrella, que gestiona quince grandes yates, también sufre las consecuencias de la pandemia.

La experiencia de trabajar en laboratorios estuvo lejos de lo que había pensado y no le satisfizo, por lo que viró hacia el márketing farmacéutico tras un master sobre la materia en la Pompeu Fabra. Luego acabó trabajando para Novartis, la enorme multinacional farmacéutica y de biotecnología y posteriormente fichó por Zimmer Biomet, una casi centenaria empresa de dispositivos médicos. Entre todos los proyectos estuvo totalmente desconectada del mundo marítimo durante algunos años, aunque el mar y los barcos siguieron rondándole por la cabeza durante años.

Con esos pensamientos marítimos, con el peso de su apellido y viviendo en Barcelona, un nuevo cambio de rumbo fue inevitable: se asoció con un buen amigo y también enamorado de la náutica, Joan Farell, para crear en 2010 un negocio propio: Charter & Dreams, nacido en Barcelona.

Aquel año, una nueva normativa sobre el sector del alquiler de yates, hizo posible arrancar con fuerza su empresa: tanto Judith como Joan encontraron un nicho de negocio interesante en la falta de empresas profesionales de charter de yates de lujo en el mercado nacional. Llegaron en el momento oportuno para centrarse en un mercado muy determinado en el que algo muy importante (como tantas veces pasa) era tener una buena agenda de contactos tanto de proveedores como de clientes y conocer profundamente los entresijos del sector. La hija de José Estrella era la persona más adecuada tanto para atender a los propietarios que buscan poner su yate en el mercado como a las posibles personas que buscan la mejor experiencia alquilando un barco de recreo.

La empresa opera en el Port Vell de Barcelona y en destinos como Ibiza. ©NYBA

Con sede central en Barcelona, su empresa trabaja en los mercados del Caribe y el Mediterráneo, especialmente en las islas Baleares. “Nos movemos a caballo entre la Barceloneta y allá donde tengamos que estar, aunque desde hace años Ibiza sigue siendo un destino muy deseado y casi imbatible, con lo que tenemos una presencia permanente allí”, indica.

Charter & Dreams gestiona 15 barcos de manera directa. Estos iban originalmente desde los 15 hasta los 40 metros de eslora, aunque en los últimos años ya han subido la eslora mínima a 20 y por la parte superior casi no hay límites, pues petición de los clientes pueden alquilar superyates de hasta 100 metros de eslora, como por ejemplo el Chakra, un singular barco de 86 metros de eslora y capacidad para hasta 40 huéspedes, atendidos por 30 tripulantes y cuyo alquiler semanal ronda el medio millón de euros, o el O’Mega, de casi 83 metros y con capacidad para 28 huéspedes y el mismo numero de tripulantes. En este caso su precio semanal llega a los 550.000 euros.

El yate, un lugar seguro para veranear

“La posibilidad de alquilar barcos enormes está ahí, aunque también nos movemos en otros rangos, como yates a motor o vela de 25 metros en los que pasar semanas de vacaciones estupendas. Gestionamos el tiempo libre y de felicidad de nuestros clientes, que suele ser escaso. Hay que tratarlos bien y por eso nosotros cuidamos hasta el último detalle a bordo, que es nuestro punto fuerte”, aclara.

También existe un mercado muy interesante que es el no puramente vacacional sino el de alquiler de barcos para eventos, presentaciones de productos, reuniones de empresa, filmaciones o programas de incentivos. “Este segmento ha funcionado muy bien durante años y de manera especial en Barcelona, algo que disminuyó en los últimos años y que en este 2020 ha caído”, reconoce, aunque tiene la esperanza de que en cuanto haya cierta recuperación, algunas iniciativas puedan remontar.

 

En cuanto a este último y extraño año, Estrella reconoce que los chárteres de verano han aguantado, con un público nacional sostenido, aunque la mayoría de sus clientes han sido internacionales que han visto en el alquiler de yates de diferentes capacidades un lugar seguro para pasar las vacaciones de verano o de otoño de una manera tranquila en un mundo sacudido por la covid-19, una pandemia que confía vaya atenuándose, gracias a las vacunas, a lo largo de este 2021.

Es tentador preguntar a la copropietaria de Charter & Dreams por quiénes son los que alquilan sus servicios y también quién está detrás de la propiedad de algunos de los espectaculares barcos amarrados en Marina Port Vell, Marina Ibiza, o aquellos puertos deportivos en los que están basados los barcos que gestiona. Sabedora de que tiene la confianza de propietarios y huéspedes ocasionales, sonríe y simplemente dice: “Esas informaciones son confidenciales. Cada barco tiene una historia, como la que hay detrás de su nombre… también pueden tener muchas historias más, aunque si los propietarios o huéspedes lo quieren así, siempre han de quedar a bordo. Nuestro negocio se basa en ser los mejores en lo nuestro y eso incluye ser muy conscientes de que la privacidad es sagrada”, concluye.