Nuevo miembro en el reducidísimo club de empresas catalanas cuya facturación anual supera los 2.000 millones de euros. El grupo industrial Roca, el líder mundial de equipamiento para el cuarto de baño, ha cerrado el ejercicio de 2021 con una cifra de negocio de 2.053 millones de euros tras anotarse un crecimiento del 21,9% que le permite superar ampliamente las cifras prepandemia.
Antes de la crisis sanitaria, Roca marcó su récord histórico de facturación, con 1.861 millones de euros ingresados en 2019. Esta cifra cayó a 1.684 millones en 2020 y ahora las ventas han superado la barrera de los 2.000 millones gracias a la recuperación de la actividad. El grupo familiar con sede en Barcelona se reafirma en el podio de las mayores empresas catalanas; también facturan por encima de los 2.000 millones compañías como Grifols, Catalana Occidente, Celsa, Puig, Mango, Vall Companys y BonÀrea, todas ellas superadas en tamaño por grandes corporaciones como Naturgy, Seat, CaixaBank y Banco Sabadell.
El alza de las ventas, la contención de costes y la “optimización de procesos” han disparado también la rentabilidad de Roca. Así, según las cuentas aprobadas por la junta de accionistas, en 2021 el beneficio neto ha escalado a 179 millones, cifra que triplica las ganancias de 60 millones del ejercicio anterior. El ebitda ha alcanzado los 401 millones.
“La implicación y el esfuerzo de los profesionales que forman parte de la compañía han permitido cerrar el año con cifras muy positivas”, ha explicado el consejero delegado del grupo, Albert Magrans. Según el ejecutivo, “esta recuperación se ha conseguido a pesar de operar en un contexto de escalada inflacionaria por el aumento del coste de la energía y de las materias primas, y gracias a la búsqueda de la excelencia en todas las operaciones del grupo”.
Según Roca, España se ha mantenido como principal mercado, registrándose también buenos comportamientos en Brasil e India a pesar de la devaluación de las monedas locales. Por el contrario, en China la empresa se ha visto afectada por “el endurecimiento de las políticas crediticias”.
En 2021, Roca ha ejecutado unas inversiones de 124 millones, un 17% más, cifra que se ha destinado a la digitalización y al proceso de transformación en una industria 4.0, al plan de sostenibilidad —quiere conseguir la neutralidad de carbono en 2045— y al área de innovación. Hay que tener en cuenta que Roca es uno de los grupos industriales españoles que cuenta con más centros de producción, con un total de 77 fábricas y presencia en 170 países, donde suma 21.500 empleados.
Las adquisiciones selectivas para reforzarse en áreas de negocio clave y las desinversiones en segmentos donde ha renunciado a competir por no tener el tamaño suficiente es otro de los elementos que ha caracterizado la estrategia de Roca en los últimos años. En esta línea, en 2021 la empresa líder en lavabos, bañeras y WC dio un fuerte impulso al negocio de la fabricación de muebles con la compra del 75% del grupo valenciano Royo. También se adquirió la empresa alemana Sanit y se incorporó una nueva planta de porcelana sanitaria en Brasil.
Por el contrario, la compañía desinvirtió en el negocio de cerámica plana, que se vendió al grupo mexicano Lamosa. En el pasado, Roca también había vendido sus divisiones de calefacción y aire acondicionado. Ahora, como consecuencia de la guerra de Ucrania, Roca se ha visto también obligada a cesar la actividad de las siete plantas de producción que tiene en Rusia, un negocio que prevé traspasar al equipo directivo que tenía en el país.