La empresa biotecnológica barcelonesa Oxolife hace años que trabaja con la molécula OXO-001, que tiene que servir para disminuir la infertilidad femenina a través de mejorar la implantación del embrión en procesos de fecundación in vitro y conseguir tasas de éxito del embarazo más altas. La molécula actúa directamente sobre el útero, más concretamente, sobre el endometrio, para prepararlo mejor y reducir las pérdidas de embriones después de la implantación.
Una de las fundadoras de la compañía, Agnès Arbat, defiende que, si demuestran su eficacia, conseguirán resolver una necesidad médica no cubierta que afecta a millones de mujeres en el mundo. Concretamente, cada año se realizan más de tres millones de procesos de reproducción asistida, pero más de la mitad no supera con éxito la implantación embrionaria. Según señala Arbat, España es el país donde más ciclos de fecundación in vitro se hacen de toda Europa.
El tratamiento que esta compañía barcelonesa está desarrollando se administra diariamente por vía oral durante tres ciclos menstruales y no contiene hormonas. El comprimido de Oxilife ya ha superado los ensayos preclínicos, así como los ensayos clínicos en pacientes sanas. Actualmente, la empresa está inmersa en la segunda fase del ensayo clínico, que se prueba con pacientes a las que les está costando quedarse embarazadas.
El comprimido de Oxilife ya ha superado los ensayos preclínicos, así como los ensayos clínicos en pacientes sanas
El estudio, ya iniciado, se hará con un total de 351 mujeres que estén en procesos de reproducción asistida en clínicas de España, República Checa y Polonia. El 70% de ellas lo estarán haciendo en España, donde participarán más de diez centros. En Barcelona, se probará en IVI Barcelona, el Hospital Universitario Dexeus y el Hospital Universitario Quirónsalud. La empresa está acabando de reclutar a todas las participantes del estudio.
Se prevé que esta segunda fase del ensayo clínico finalice en 2023, después de haber hecho el seguimiento de los embarazos y los bebés durante los seis meses después del parto. Después se tiene que hacer un último ensayo. Si se superan todos los trámites, calculan que su fármaco se podrá comercializar de cara a 2028.
Oxolife cerró una ronda de cinco millones de euros en junio de 2020, liderada por Inveready y en la que también participaron el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) y BStartup, entre otros inversores. Con estos recursos, ha podido cubrir la segunda fase del ensayo clínico y, de momento, no contemplan una nueva ronda, señala Arbat. La empresa sí que prevé buscar financiación entre 2022 y 2023 para financiar una segunda línea de investigación, que se encuentra en fase preclínica y está centrada en los ovarios poliquísticos.
Desde su fundación en 2013, la compañía ha captado alrededor de ocho millones de euros, complementando la ronda de 2020 con fondos que han recibido del Gobierno y de Europa. Arbat, junto con el otro cofundador, Ignasi Canals, tiraron de ahorros para arrancar el proyecto, con 150.000 euros. Canals y Arbat se conocieron trabajando en la industria farmacéutica, pero en 2018 decidieron centrarse en Oxolife.
Ubicados en el Parc Científic de Barcelona (PCB), la biotech cuenta con una plantilla de seis trabajadores. Si la línea de investigación de los ovarios poliquísticos avanza, prevén contratar a más empleados.