Nude Project nació en Instagram cuando sus dos cofundadores, Bruno Casanovas y Alex Benlloch, se conocieron a través de un amigo en común en 2019. Con una inversión inicial de 600 euros y una tirada de 30 camisetas, dos estudiantes de márketing crearon una marca de ropa que aprovechó las redes que la habían originado para crecer y llegar a más clientes, dejando los estudios cuando la empresa empezó a coger fuerza. En tan solo tres años, facturan 11 millones de euros, emplean a 60 trabajadores y visten a artistas como Karol G, Quevedo y el ahora ya local Rauw Alejandro.
Con una trayectoria vertiginosa, la marca de ropa urbana se está abriendo a nuevos canales, sin dejar de tener el foco en el digital, con la apertura de tiendas físicas. Después de Madrid y Barcelona, la tercera está en Barcelona, donde la compañía se fundó y mantiene las oficinas centrales. El establecimiento, ubicado en la calle Canuda, cuenta con una superficie de 60 metros cuadrados y ha supuesto la contratación de ocho trabajadores. La empresa no desvela la inversión desembolsada.
De momento, Nude Project no contempla la apertura de más tiendas en España y espera hacerlo en alguna ciudad europea. La venta internacional representó el 30% de la facturación en 2022, principalmente en países como Portugal, Italia, Alemania y Países Bajos. También tienen la mirada puesta en América Latina, aunque las barreras logísticas dificultan la expansión, por lo que están buscando algún socio local.
Actualmente, la marca se centra en camisetas y sudaderas unisex, con un precio medio de 39 euros y 69 euros, pero empiezan a incorporar otras prendas como abrigos, tejanos y jerséis. El objetivo de este año es ampliar el catálogo con más accesorios. Los productos se fabrican principalmente en Portugal y Turquía, aunque también en China, y se distribuyen desde Seseña (Toledo). La empresa está estudiando localizar alguna fase de la cadena en Mataró.
