La novela negra sigue gozando de buena salud en Barcelona, a juzgar por las mesas de novedades de las librerías. Hace unos días ha irrumpido Policies, una novela a cuatro manos obra del ex comisario de los Mossos Joan Miquel Capell y el veterano autor y maestro del género Andreu Martín. La semana próxima harán su presentación oficial.
Para algunos se trata de una extraña pareja, pero si se piensa bien, su colaboración es fruto de una evolución lógica de un escritor apasionado por la literatura del crimen y un policía apasionado por la literatura. Se puede decir que quien sea o lo que sea los ha criado y el crimen los ha juntado.
Y es que, aunque Policies es la primera novela que firman de forma conjunta, llevan tiempo trabajando al alimón. Capell es el policía de cabecera de Martín, quien lleva años buscando el asesoramiento de profesionales de los cuerpos de seguridad. Pero ha sido en Capell en quien ha encontrado el alter ego perfecto. Y ex comisario ha hallado en Martín al maestro que lo ha guiado en su trayectoria como escritor. De hecho, Martín asistió a Capell en la primera novela de este último, Wad-Ras. Solo hay que compartir una comida con ambos para comprobar que están totalmente sincronizados y satisfechos porque su colaboración está siendo más que fructífera por ambas partes.
Encuentro estimulante que un escritor y un policía, ambos de larga trayectoria profesional, unan sus conocimientos y que su colaboración, aunque ya intensa, salga ahora del armario con esta novela, que promete no ser la primera. Confiesan que ya están preparando una segunda obra firmada también por los dos.
Uno se pregunta cómo un policía como Capell decide dar el paso a la literatura. Él mismo lo explica argumentando que, en el fondo, una investigación policial se acaba plasmando en un conjunto de informes que conforman un relato que se sirve al juez para que este determine sus conclusiones y sentencie. No es el primer agente reconvertido en escritor.
Sin embargo, salvo en la televisión y el cine, no se conocen casos de escritores que acaben resolviendo crímenes reales. La pregunta para Capell es obligada: ¿la dilatada carrera de Andreu Martín le capacitaría para dirigir una investigación? El sí del ex comisario es tajante, porque para investigar un crimen, dice, es muy importante usar el sentido común y encontrar aquello que siempre no está en su sitio y que lleva a la resolución. Martín es mucho más prudente y matiza que él resuelve siempre sus crímenes literarios porque tiene todo el tiempo del mundo para hacerlo. En cambio, la policía no goza de esta ventaja.
Fue un veterano periodista de sucesos, Carlos Quílez, quien les presentó, pero ambos reconocen la gran labor del desaparecido Paco Camarasa para que escritores y cuerpos policiales se encontraran. Camarasa tuvo un papel muy relevante en la popularidad de la novela negra. Regentó durante años la ya mítica librería Negra y Criminal en la Barceloneta y fue el padre de la BCNegra, hoy reconocido internacionalmente festival del género. Camarasa es en muy buena medida responsable de la consolidación de la novela negra barcelonesa, tras aquel primer boom de finales de los 70 y principios de los 80 liderado por Pepe Carvalho, de Vázquez Montalbán. Andreu Martín formó parte de aquel fenómeno desde que en 1979 publicara su primera novela, Aprende y calla, que logró llamar la atención de hasta el añorado Juan Marsé.
Martín se había iniciado en la década de los 60 en el guion de cómics en Bruguera y acumula una prolífica obra. Aunque el grueso de su producción pertenece al género negro, ha cultivado también su faceta como guionista de cine y televisión e incluso en la literatura infantil y juvenil, donde destaca la serie Flanagan, escrita a cuatro manos con Jaume Ribera. Una de sus novelas más conocidas, Barcelona connection, fue primero el guión de la película del mismo nombre dirigida por Miguel Iglesias y protagonizada por Sergi Mateu y Maribel Verdú. Ante el éxito de la cinta, Martín decidió darle también formato de novela.
No queda más que saludar el estreno del binomio Martín-Capell, que contribuirá sin duda a consolidar el papel de Barcelona en el género negro. Policies promete y ya esperamos más.