Guitarrista, cantante Mario Cobo
El guitarrista, cantante, compositor y productor Mario Cobo.
EL BAR DEL POST

Mario Cobo: Sin saber muy bien dónde se metía

“Creo que soy un tipo bastante normal que, a base de insistir y de trabajo, se ha podido dedicar a lo que más le gusta, la música. Gracias a ella he conseguido tener experiencias que, de jovencito, cuando todo empezó, ni soñaba como posibles”. El guitarrista, cantante, compositor y productor Mario Cobo razona sobre todo ello ante una caña de media mañana, mientras el Bar se mantiene con silencio de fondo, el mismo que, en general, necesita para poder trabajar en sus notas y acordes.

Lector insaciable, devorador y coleccionista de discos y apasionado de la guitarra, el nombre de este barcelonés actualmente afincado en Almería se pronuncia hoy con reverencial respeto en los mentideros del Rock & Roll y sonidos afines de todo el mundo. 

Todo empezó “en algún momento en mi adolescencia, cuando decidí que quería dedicarme a la música, sin saber muy bien en lo que me metía”. Su juventud la pasó escuchando y tocando música de los años 40, 50 y primeros 60, perfeccionando su técnica, aprendiendo y desarrollando una noción propia de Rockabilly que se le quedó dentro hasta que vio en directo a la banda High Noon, cosa que le dio alas. “Así es cómo decidí montar Nu Niles”. Al frente de éstos iba a grabar ocho álbumes hasta 2015, año de su último trabajo, Código rocker, junto a Loquillo

— Pues para ‘no saber muy bien dónde te metías’, en vuestros 18 años de andadura, Nu Niles fuisteis muy conocidos y tocasteis en infinidad de lugares. Una banda de absoluta referencia, vaya.

— Mira, ayudó mucho el hecho de que, un día, decidiera llamar al promotor del Hemsby Rock and Roll Weekender británico para ofrecer la banda y éste nos contratara porque en la llamada anterior a la mía una banda acababa de cancelar. Tocar ahí nos permitió hacer contactos en todo el mundo y comenzar a girar sin parar.

Ahora bien, la trayectoria del parroquiano no se limita a su labor al frente de los Nu Niles y cuenta con “grandes momentos a nivel personal” como “acompañar a Sonny Burgess y DJ Fontana teniendo yo veintiún años”o el hecho de ser el guitarrista de la estadounidense Kim Lenz “lo que me supuso acabar en su banda y girar por toda Norteamérica”. O, también, decisiones trascendentes, “como cuando decidí dejar la banda de un cantante conocido, para volver a recuperar mi carrera”.

La vista puesta hacia adelante

El parroquiano reconoce que le cuesta juzgarse mirando atrás, “siempre miro al presente y hacia adelante, intentando no recrearme en el pasado”. Aun así, hay instantes a los que es difícil no volver: “por ejemplo, la primera vez que actué en el Continental Club de Austin, Texas, con Kim Lenz. Durante la prueba de sonido no podía dejar de mirar la programación escrita en la pizarra del bar y en la que figuraban los nombres de algunos de mis guitarristas contemporáneos favoritos. En cierta manera, me sentía presionado por querer estar a la altura, pero conforme avanzaba el concierto y veía la reacción de la gente con nuestra música, me sentí muy feliz de estar allí”. 

Mario Cobo está preparando su último disco desde Almería.

De todos modos, la mirada del músico brilla con un fulgor singular al hablar de sus actuales proyectos. “Estoy preparando el diseño de mi próximo disco, grabado en directo y el primero en el que tocaré sólo mi guitarra, sin voz. Es mi re-interpretación del álbum de Chet Baker, Chet Sings, me ha llevado meses prepararlo y ahora estoy muy feliz con el resultado”. 

Todo este trabajo lo lleva a cabo desde el rancho que tiene en Almería, donde se mudó hace un tiempo con su mujer e hijos, y donde, además de producir a otros artistas, componer y experimentar, está arrancando Diente de León, “mi nuevo estudio de grabación y producción donde, aparte de preparar producciones, también hago mezclas y grabo guitarras. O lo que haga falta”.

Un paseo por el Paralelo de antaño

La relación que el músico tiene con Barcelona es de amor: “soy de los que dan gracias por haber nacido, crecido y haberme formado como persona aquí, aunque —confiesa— a la vez caí un poco en el desencanto. En los últimos años viviendo aquí me resultaba dura, cara y un poco decepcionante”.

Aún así, como tantos vecinos de la ciudad, no se sustrae al magnetismo de su historia. “Recuerdo una exposición en el CCCB, a finales del 2012, que trataba sobre la historia del Paralelo cubriendo, creo, hasta 1939. Me sorprendió muy gratamente toda la actividad que se había dado en la avenida durante aquellos años, con una amplia oferta cultural a nivel popular. ¡Me encantaría pasar un día en esa época y lugar, disfrutando de aquel ambiente!”.

Cobo grabó ocho álbumes con Nu Niles, uno de ellos, Código rocker, junto a Loquillo.

Curiosamente, expresa este deseo alguien que, a pesar de su trabajo sobre múltiples escenarios y salas de concierto, afirma no gustarle mucho la masificación, “ni siquiera los eventos con mucha gente, porque lo que a mí me gusta es la buena conversación y dedicar tiempo de calidad con las otras personas”.

— Puede que el hecho de mudarte al campo, en Almería, tenga algo que ver con esa necesidad de paz y tiempo de calidad.

— Sí. Y desde que me mudé allá estoy aprendiendo muchas cosas. Por ejemplo, que puedo montar un jardín o arreglar casi cualquier cosa. Tenemos un espíritu de supervivencia y de adaptación increíble, porque yo he sido muy de ciudad, muy urbanita, toda mi vida.

Y profiere Mario Cobo esto, tras atizarse el último trago de su caña y mirar qué raciones hay para acompañar la siguiente, “que no necesito un menú entero –dice– que suele ser demasiada comida”.

— Con estos apetitos modestos, no vamos a ningún sitio, ¿eh?

Y entonces el músico no puede evitar sonreír.