La experiencia Lynk & Co, la compañía china que aspira a convertirse en uno de los principales proveedores de soluciones de movilidad flexible para las generaciones hiperconectadas, ha llegado a Barcelona para quedarse.
Este mes de septiembre, la firma automovilística ha inaugurado en el Paseo de Gràcia uno de los clubs para los seguidores de la marca, especializada en el uso de los vehículos por suscripción, y acaba de anunciar que abrirá unas oficinas en el distrito 22@. El nuevo centro contratará a 150 personas hasta final de año y se dedicará tanto a los servicios de atención al cliente como al desarrollo de tecnologías para todo el sur de Europa.
España es uno de los mercados donde la marca ha encontrado a más usuarios interesados en sumarse a su fórmula de pago por uso —por un período mínimo de un mes— del vehículo y derecho a compartirlo con otros usuarios. “Por eso queríamos crear algo especial en Barcelona, donde hemos abierto nuestro primer club en España”, aseguraba Alain Visser, consejero delegado durante la inauguración del local de Paseo de Gràcia.
El mercado español representa ya el 10% de los 120.000 clientes repartidos por Europa y tiene un millar de coches en circulación por varias capitales, principalmente Barcelona. También Madrid, donde tiene previsto abrir un nuevo club en el primer trimestre de 2023; “tenía que ser para este año, pero la falta de suministros de materiales diversos nos dificultará tenerlo terminado para las fechas previstas, pero estará también en el centro de la capital”, ha dicho Visser.
Los locales para el alquiler y venta de los coches Lynk & Co no son concesionarios al uso. La marca huye de esta fórmula porque no se ajusta a su modelo de negocio: apuesta por el alquiler de coches, más que por las ventas.
El local que Lynk & Co acaba de abrir en Barcelona es el noveno y el más grande de la marca en Europa y sólo tiene un coche en exposición y el resto son salas de trabajo abiertas al público, zonas de venta de productos sostenibles de moda y accesorios y una cafetería. Para los más atrevidos, también hay un área para conversar que, decorada y bien ambientada, sumerge al cliente en una piscina; sin agua evidentemente. Los productos expuestos para la venta son de marcas extranjeras, pero también existe una clara apuesta por las firmas locales y sostenibles. Se encuentra moda y complementos de Saye, Weare, Notfriends, Calíope, Haan, Got Bag, New Mags o Nortui, entre otros.
El modelo de negocio automovilístico de esta marca china, que pertenece al grupo Geely —del que también forma parte Volvo—, se inició hace seis años y apuesta por los modelos sostenibles. Actualmente, tiene en el mercado un único modelo, un SUV híbrido, comercializado con el nombre de Lynk & Co 01. “En dos o tres años, cuando las infraestructuras para vehículos eléctricos estén más desarrolladas en las grandes ciudades, lo que por ahora sólo ocurre en Noruega, nos decidiremos a construir vehículos 100% eléctricos”, concretó el consejero delegado de la compañía, que tiene su sede central en Suecia.
Mientras, los amantes de la marca pueden adquirir un vehículo de Lynk & Co 01 —sólo se fabrican en color azul y negro— por unos 44.000 euros, o renunciar a tener su propiedad y alquilarlo y compartirlo por 550 euros al mes.