La celebración del Corpus de Barcelona y el tradicional ou com balla han sido declarados por el Govern como Fiesta Patrimonial de Interés Nacional. Se reconoce así una tradición religiosa y popular muy arraigada en la capital catalana y que remonta sus orígenes en el siglo XIV. Según el Departament de Cultura de la Generalitat, esta fiesta, instituida inicialmente para exaltar la eucaristía, “ha conservado sus rasgos característicos y ha sido motor e inspiración artística a lo largo de más de 700 años”.
El acto más destacado de la fiesta es el ou com balla, que consiste en hacer bailar un huevo sobre el chorro de agua de las fuentes de los claustros, patios y jardines de espacios emblemáticos de la ciudad, que se engalanan con flores. Se organizan jornadas de puertas abiertas de jueves a domingo de Corpus para que los ciudadanos lo puedan ver y también se confeccionan alfombras florales, en una fiesta actualmente organizada por la Catedral de Barcelona y el Ayuntamiento de Barcelona, con la colaboración de diferentes entidades de cultura tradicional y popular.
La fiesta del Corpus Christi en Barcelona, desde los inicios, ha sobrepasado la vertiente estrictamente religiosa y, además de las procesiones litúrgicas, se ha convertido en un elemento clave del imaginario de la cultura popular. En la capital catalana, la procesión del Corpus se celebró hasta 1979, pero trece años después, en 1992, varias entidades decidieron recuperarla. Se celebra el domingo de Corpus por la tarde y contiene dos partes diferenciadas: una de carácter festivo con cortejo popular, música y danzas por las calles de Ciutat Vella, y una de carácter religioso con la custodia en la catedral.