La dinámica hotelera en la ciudad de Barcelona en lo que va de año es muy positiva: hay demanda y de calidad. Así se constata con las cifras que ha facilitado el Gremi d’Hotels al hacer balance de la campaña de verano.
Desde el pasado mes de mayo, cuando la oferta hotelera de la ciudad estuvo al cien por cien con sus 450 establecimientos abiertos, el número de visitantes ha crecido progresivamente, hasta una ocupación media del 87% al cierre de agosto, sólo un punto por debajo de los niveles de 2019; aunque julio y agosto fueron más flojos. La ocupación registrada en julio fue del 88,6% —2,3 puntos menos que en 2019— y del 86% en agosto —3,9 puntos menos—.
Lo que sí se ha situado por encima del último ejercicio sin afectación por la covid ha sido el precio que el visitante ha pagado por pernoctar en la capital catalana. El presidente del Gremi, Jordi Clos, informó que el incremento ha sido del 15% y que responde, en gran parte, a la mejora de la calidad del cliente que ha visitado Barcelona y que está en línea con el buen verano que han tenido el conjunto de destinos europeos. Clos ha explicado que la pandemia forzó a los hoteles de la ciudad a recortar precios un 40% y que eso atrajo a la ciudad un tipo de turismo que no es el predilecto de los hoteleros.
Sin embargo, la situación se ha enderezado en los últimos meses. El precio máximo se alcanzó en junio, cuando en promedio una habitación costó 190 euros, mientras que, en julio, en promedio, una habitación se pagó a 177 euros —21 más que en el 2019— y en agosto a 181 euros —37 más que en el 2019—.
Sin embargo, desde el Gremi se alerta de que el sector “sigue en un escenario complicado” por el incremento de los costes vinculado a las tensiones inflacionistas, el alza de los costes energéticos —en algunos casos con aumentos del 300%, según Clos— y “la factura covid”, ya que muchos operadores todavía “arrastran las consecuencias” de las medidas financieras que tuvieron que tomar a causa del cierre de los establecimientos durante los meses de la pandemia y el parón del turismo durante muchos más meses, tales como los créditos ICO.
“Aún no hemos vuelto a la plena normalidad, aseguró Clos, porque quedan mercados todavía afectados, donde se van aplicando medidas de control que van variando” y el sector ve cómo “se mantienen todavía las decisiones de última hora” por lo que no se puede prever las reservas, incluso en el caso del turismo de congresos.
Sin embargo, las buenas cifras de ocupación del verano permitirán que, a diferencia de las dos últimas temporadas, el sector no cierre el año con pérdidas. “Este año no vamos a perder dinero”, ha dicho Clos, quien ha detallado que hasta finales de año hay previstos una treintena de eventos y ferias importantes que contribuirán a la recuperación de las cifras prepandemia. “Es necesario que demos respuesta a la demanda y siendo cada vez más competitivos frente a otros destinos también muy potentes”, ha concretado el representante del Gremi, al tiempo que ha pedido que se siga apostando por destinar recursos a la promoción y proyección de la ciudad.
Las buenas cifras de ocupación del verano permitirán que, a diferencia de las dos últimas temporadas, el sector obtenga ganancias en 2022
En este sentido, el Gremi se felicita por la consecución de la celebración de la Copa América de Vela en 2024 y por la renovación del acuerdo entre las instituciones y los organizadores del Mobile World Congress para seguir en la ciudad. El director general de la entidad, Manel Casals, recordó que el parque hotelero garantiza al MWC unas 26.000 habitaciones a un precio pactado, aunque en cada edición terminan siendo finalmente unas 28.000 ó 29.000 plazas.
En este sentido, desde la agrupación hotelera se insiste en aspectos como la limpieza de las calles de Barcelona, las plagas de ratas y escarabajos, y se muestra crítica con los planes urbanísticos y las obras previstas en los próximos años, aunque el sector ve con buenos ojos el proceso de pacificación de la ciudad.
Por ello, Jordi Clos ha puntualizado que “es necesaria una estrategia de ciudad consensuada y escalada a nivel municipal, metropolitano y de país”, con “diálogo con vecinos y agentes privados”. Se está procediendo a la planificación de la ciudad en un momento en el que, según el presidente del Gremi, “estamos saliendo de una situación económica y laboral catastrófica” y el diálogo y el consenso es más necesario que nunca.