Lavabos en la Rambla

El Ayuntamiento de Barcelona, ​​por lo que me cuentan los del Museo de Cera, piensa poner urinarios en la Rambla. Los urinarios son útiles porque, a veces, ejerciendo el trabajo de turista o de paseante, tienes ganas de ir al lavabo, y no se trata de entrar en los bares a pedir un cortado o un agua (algo rápido, que en realidad no querías) para que te dejen usarlo. Hay quien va al lavabo de un bar y no consume, lo que enfada, con toda la razón del mundo, a los camareros, que no están allí para cubrir las carencias de los políticos (los camareros están allí para que las olvidemos). En los centros comerciales, ahora, hay aseos limpios y modernos con cambiadores para bebés. Quien haya cuidado bebés sabrá la bendición que supone.

Los lavabos que piensan instalar los del Ayuntamiento son móviles, de la marca Toi Toi. Los que ponen para las carreras populares, los conciertos o en los edificios en construcción, para los albañiles. En algunas ciudades europeas, como Ámsterdam, los he visto, para hombres, al aire libre. Son una solución barata, pero quizás es una solución que habría hecho que Gaudí, si levantara la cabeza, se tirara al Trambaix. Gaudí previó, claro, urinarios en la Rambla. Si se entretienen a buscarlos se fascinarán. Eran mixtos. A la izquierda, estaba el “retrete para señoras”, que tenía una “sala de espera”. A la derecha, el “retrete para caballeros”, que no tenía sala de espera, pero era doble. En la parte frontal, y eso es lo mejor, estaban las floristas. Y por encima de las flores, pues, que es lo que vería el paseante, porque a los aseos se entraría por los laterales, habría forja y un reloj.

Entiendo que hoy no se puede llevar a cabo esta idea que proponía Gaudí, aunque me parece muy buena. Pero entiendo también que en la Rambla, ahora mismo, sólo faltan unos inodoros portátiles de color azul. No sé si a estas alturas la empresa Toi Toi, que no tiene ninguna culpa, está trabajando en un diseño con un poco de forja en el tejado y algún trencadís en la puerta, para hacerlo, aunque con plástico, un poquitín modernista.

El proyecto de urinarios de Gaudí para La Rambla.
Tags from the story