Andrés de Robina, vicepresidente internacional de Little Caesars Pizza.
Andrés de Robina, vicepresidente internacional de Little Caesars Pizza.

La cadena americana Little Caesars entra en el mercado de la pizza en Barcelona

De propiedad 100% familiar, la compañía nacida en Detroit (EEUU) lanza un plan para abrir 50 pizzerías en Catalunya en los próximos diez años, con una inversión superior a los 15 millones de euros. Acaba de inaugurar los dos primeros locales en Sants y en el Passeig Colom y cerrará el año con seis establecimientos.

Más competencia para Telepizza, Pizza Hut, Domino’s Pizza y Papa John’s en Barcelona. Little Caesars Pizza, considerada como la tercera mayor cadena de pizzerías del mundo, acaba de desembarcar en la capital catalana con la apertura de dos locales en el barrio de Sants y en Ciutat Vella. Sus planes de crecimiento pasan por alcanzar el medio centenar de establecimientos en toda Catalunya en la próxima década, una cifra que podría duplicarse, hasta cien pizzerías, en el conjunto de España. Cada local supone una inversión de alredor de 300.000 euros, por lo que el plan de aperturas en Catalunya podría absorber 15 millones de euros.

Así lo ha anunciado el vicepresidente internacional de Little Caesar Enterprises, Andrés de Robina, en una visita a Barcelona en la que ha explicado que España es el mercado elegido por la cadena estadounidense para su entrada en el mercado europeo. En paralelo a las dos primeras aperturas en Barcelona, también se han inaugurado cinco establecimientos en Madrid y dos en la capital rusa, Moscú, y ahora se prepara la expansión a Portugal y Reino Unido.

“España es un país muy importante, para Little Caesars es una ventana a Europa; creemos que el paladar español sabrá apreciar la altísima calidad de nuestros productos y, además, aquí hemos encontrado buenos proveedores que incluso podremos incorporar a nuestra red global”, afirma De Robina a The New Barcelona Post. “Vemos una oportunidad muy grande para establecernos en este país”, destaca el directivo, que declina cifrar el número total de pizzerías que tiene la marca en los 27 países donde está presente; tampoco desvela las cifras de facturación, aunque, según Forbes, supera los 4.000 millones de dólares.

Andrés de Robina ha visitado Barcelona para inaugurar los dos primeros restaurantes en la ciudad.

El vicepresidente de Little Caesars destaca que en España han encontrado un proveedor de queso que se adapta perfectamente a sus especificaciones y que se utilizará para abastecer a sus locales en la Península Ibérica y también se exportará a Reino Unido y a países de Latinoamérica como Ecuador. “El queso es un ingrediente clave y muy costoso; aquí en España se fabrica con mucha calidad y vamos a exportarlo”, avanza. La harina que se utilizará también es de aquí, aunque se le añade un “mix secreto” que se importa de Estados Unidos para otorgar a la masa unas características particulares.

Según De Robina, Little Caesars basa su propuesta de valor en tres elementos: “calidad altísima, precio muy asequible y conveniencia, ya que te servimos la pizza en 30 segundos”. En este sentido, las pizzas de la marca se venden a un precio de entre 5 y 7 euros, aunque algunas especialidades cuestan 9 euros. Su producto estrella es la pizza peperoni, a 6 euros. Solo está disponible un único tamaño, equivalente a una pizza mediana para dos personas.

“No tenemos una cocina centralizada y no utilizamos ningún produto congelado; el 100% de la masa fresca con la que elaboramos las pizzas se produce en cada uno de los locales”, explica. Little Caesars apuesta de forma decidida por el take away, fomentando que los vecinos del barrio puedan llevarse a casa de forma rápida una pizza sin necesidad de reservarla previamente. Según la empresa, a lo largo del día se van horneando pizzas de distintos tipos en función de la previsión de demanda que determina un algoritmo. Estas pizzas ya hechas se estocan en unos armarios que permiten mantenerlas en perfectas condiciones durante un periodo acotado, lo que facilita que cuando entra un cliente pueda llevárselas en solo medio minuto. Si la pizza solicitada no está disponible el tiempo de espera es de ocho minutos.

Aunque la recogida en tienda es el punto fuerte, Little Caesars también realizará entregas a domicilio pero no directamente, sino a través de las plataformas de Glovo, Uber Eats y Just Eat.

Para su entrada en el mercado español, Little Caesars cuenta con tres franquiciados que cubren el área de Madrid, Valencia y Barcelona. Concretamente, de la expansión en Catalunya y Baleares se ocupará Intepizzaco, una empresa de nueva creación propiedad de varios inversores estadounidenses que ya son franquiciados de la cadena en Texas.

Las pizzas de la marca tienen un precio de entre 5 y 9 euros y están listas para llevar en el momento.

Según Ignacio Gutiérrez, representante de Intepizzaco, el objetivo es abrir en 2022 cuatro restaurantes más en Barcelona que se sumarán a los dos ya inaugurados en el Passeig Colom y en Sants. A partir del próximo año, la idea es llevar Little Caesars a otras ciudades catalanas, como L’Hospitalet, Badalona, Terrassa, Rubí, Sabadell, Lleida, Tarragona o Girona, hasta alcanzar el medio centenar de puntos de venta. Se buscan locales con un mínimo de 150 metros cuadrados a pie de calle, ya que su modelo no pasa por establecerse en centros comerciales. “Queremos formar parte de los barrios, como una tienda más”, afirma Gutiérrez, que destaca que también se priorizará contratar a personas que vivan cerca de la pizzería.

Contrato indefinido desde el primer día

Intepizzaco asegura que sus empleados —unos 8 por cada restaurante— firman un contrato indefinido desde el primer día y que se apuesta por dar empleo a personas sin ningún tipo de experiencia o formación y también a desempleados de edad avanzada. “En el Little Caesars del Passeig Colom hemos contratado a una persona de 56 años y a otra para quien somos su primer empleo”, afirma.

Little Caesars Pizza fue fundada en Detroit (Michigan) en 1959 por el matrimonio formado por Mike y Marian Ilitch. Hoy, su pequeño restaurante se ha convertido en la tercera mayor cadena de pizzerías del mundo, con presencia en todos los estados de EEUU y en 26 países más. Descendiente de unos inmigrantes macedonios, Marian Ilitch, que ahora tiene 89 años y es viuda, es una de las empresarias más conocidas de norteamérica, con una fortuna que Forbes cifra en más de 4.000 millones de dólares. Se la considera la quinta mujer más rica de EEUU en la categoría de mujeres emprendedoras o hechas a sí mismas.

La familia Ilitch, cuya segunda generación está integrada por siete hijos, mantiene la propiedad del 100% del negocio y se ha diversificado hacia otros sectores (entretenimiento, deportes, casinos e inmuebles), a través de Ilitch Holdings, empresa presidida por Christopher Ilitch que, entre otros, es la propietaria de los equipos de hockey y béisbol Detroit Red Wings y Detroit Tigers, respectivamente.

Little Caesars Barcelona Passeig Colom
La pizzería de Little Caesars en el Passeig Colom de Barcelona.