Además de cantar con The Velvet Candles, Juan Ibáñez ha sido un activista musical.
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Juan Ibáñez: Con todas las vocales en su sitio

“Siempre me interesó la música, desde pequeño. Pero el día que descubrí a Elvis, a mis 12 años, empezó a interesarme de una manera completamente distinta”. Cantante, compositor y activista musical, Juan Ibáñez sorbe un trago de su vermú negro, rememorando el momento en que, para él, todo cambió porque la música iba a adueñarse de su existencia. “Pese a no haber podido nunca vivir de ello, estoy satisfecho de haber hecho tantas cosas alrededor de la música que amo, algo tan importante y trascendente para mí. Y de haberme rodeado de un montón de gente como yo”.

Por la radio suenan Vito and the Salutations y Juan, de natural flemático y tímidamente risueño, esboza una sonrisa de aprobación. “Poco después de descubrir a Elvis, TVE emitió un ciclo de sus películas. ¡Suerte que las primeras eran las buenas! Pero por aquella época tuve otra gran epifanía que me marcó casi por igual: descubrí el programa Flor de Pasión de Radio 3, pilotado por Juan de Pablos, quien me descubrió que había mucha música de los años 50 y primeros 60 muy variada. Y que el doo wop, el soul primerizo, el r&r, el rhythm and blues… estaban todos conectados entre sí”.

Todo esto dio paso al Juan adolescente, sediento de más y más música y de hacer algo con ella: “ya fuera recopilar discos, colaborar en programas de radio, pinchar discos, escribir notas para discos y artículos para revistas y fanzines y, finalmente, lo que para mí es la cumbre de todo este amor, que es hacer música con la banda de rhythm and blues vocal, The Velvet Candles”.

Con dos álbumes y un EP en circulación —y se espera que un nuevo single antes de que termine el año—, el quinteto vocal barcelonés es posiblemente la formación actual de doo wop patria con mayor proyección internacional. “Me integré en la banda hace 14 o 15 años y no hemos parado”. Con ellos, el parroquiano ha actuado con artistas de la actual escena 50s como Nikki Hill, Gizelle, Darrell Higham, Mike Sánchez, Jackson Sloan y un largo etcétera, así como con ídolos del doo wop y el R&B de la época dorada como Gaynel Hodge, de bandas míticas como los Hollywood Flames o los Platters, Larry Chance de los Earls, Norman Fox de los Rob Roys, Stan Zizka, de los Del Satins y, especialmente, Tommy Hunt, miembro original de The Flamingos y legendario soulman.

“Un momento clave en mi vida ha sido conocer a Tommy. No sólo es una cuestión de haber hecho conciertos juntos y de todo lo que significó para los Velvet Candles actuar con él, sino que es un gran amigo. Es alguien que me ha cambiado como persona”.

The Velvet Candles tienen dos álbumes y un EP grabados, y se espera que saquen nuevo single antes de final de año.

25 carpetas abiertas

La primera incursión sobre las tablas de Juan fue con The Ascetics, otro combo de doo wop que llegó a telonear a Carl Perkins, en su paso por Barcelona en los años 90. Pero en aquella época el parroquiano estaba más volcado en el activismo musical que en subirse a escenarios.

“Entre 1998 y 2003 tuve el sello discográfico Sweet Beat, con el que grababa y publicaba bandas de doo wop actual”. Aquella aventura fructificó en discos de artistas como The Crystalairs, The Roomates, The Del Jays o la repesca de los Aquatones. “También he colaborado con El Toro Records haciendo recopilaciones de grupos y artistas vocales o de rhythm & blues como los Temptations, Brook Benton, Ted Taylor o Little Willie John”.

— ¡Esa serie de recopilaciones mola mucho! ¿No tienes pensado retomarla?

— A decir verdad, tengo una carpeta en el ordenador con 25 proyectos que todavía están por finalizar. Pero soy muy perfeccionista y quiero tener toda la música, todas y cada una de las canciones, y disponer de todos los datos para que en el libreto salga una muy buena biografía del artista. Si me falta un tema o aclarar algún dato, no doy por cerrado el proyecto.

Y, tras un instante de silencio que el parroquiano aprovecha para sorber un trago de su bebida, anuncia: “Eso sí, con Sleazy Records vamos a publicar en breve un single con las dos canciones inéditas de un acetato que he conseguido de Carlo Mastrangelo, cantante de los Belmonts. De hecho, Carlo es el único Belmont al que no llegue a conocer personalmente, sino sólo por teléfono. A todos los demás he tenido el placer de tratarlos de tú a tú”.

— ¿Y cómo reaccionan todas estas leyendas del doo wop de los años 50, cuando ven que un tío español que en la época ni había nacido conoce tanto y se apasiona tanto por el tema?

— Suelen alucinar porque, además, a base de investigar, acabas sabiendo tú más de ellos y de su carrera que ellos mismos.

Desde hace quince años, Juan Ibáñez forma parte de The Velvet Candles, posiblemente la formación española de doo wop con mayor proyección internacional. ©Silvia Pons

Una ciudad sin recuperar

El cantante recuerda con agrado los paseos de infancia de la mano de su padre, por el centro de Barcelona, “los recreativos Apolo del Paralelo, la calle Pelayo, la avenida de la Luz. Pero todo aquello se acabó”, lamenta a propósito de “la barbaridad” de la masificación del turismo.

“Tras lo del covid, parecía que los barceloneses íbamos a recuperar algo de la ciudad para nosotros, pero ahora volvemos a estar como antes. No se ha recuperado nada y eso hace que, pese a que ame Barcelona, que me parezca una ciudad brutal, mi relación con ella, ahora mismo, sea de amor-odio”.

— Lo que es de relación de sólo amor es lo de nuestra oferta gastronómica, que no me dirás que después de ese vermú no te apetece atizarte un menú, un bocata o unos pinchos…

El parroquiano se lo piensa y decide:

— Te diría que menú, pero si tengo que elegir, casi que prefiero algo dulce.

— No, si lo de llamar tu sello Sweet Beat de algún lugar tenía que venir…

Y Juan Ibáñez, encogiéndose de hombros y con hambre, vuelve a sonreír ampliamente.

De todos los artistas de la época dorada del R&B, el soul y el doo wop que ha conocido, Tommy Hunt es quizás el más especial para Juan.