Jo Nesbo
El escritor Jo Nesbø, en una foto de archivo. © Pau Cortina/ACN

Jo Nesbø: “La naturaleza es mejor escritora de terror que yo”

El autor noruego vuelve con 'Eclipse', el decimotercer título de la saga protagonizada por el detective Harry Hole

Vuelven las pesquisas etílicas de Harry Hole después de cuatro años de ausencia. Jo Nesbø (Oslo, 1960) regresa con Eclipse, publicado por Reservoir Books (Edicions Proa en catalán), la decimotercera novela de la saga protagonizada por un detective que se está permitiendo sentir un poco ahora que le han caído bastantes años. “Se ha ido haciendo más sensible y emotivo con la edad”, explica su creador, quien ha querido centrar este último título en intentar descubrir quién es el parásito y quién el huésped en las relaciones humanas. “Entre Harry Hole y yo, no sé quién es quien, llevamos ligados desde hace tiempo”, clarifica.

El interés por las relaciones parasitarias le vino cuando, en un viaje de escalada por Tailandia, un amigo le contó que había un tipo de parásito que deja sin lengua a los peces y se convierte en su sustituto, con la misma forma, incluso con ojos. “Ya lo tengo, esto formará parte de la nueva novela”, pensó. “Por favor, no penséis en esto la próxima vez que beséis a vuestra pareja”, pide ahora. También le sorprendió cuando descubrió que hay un tipo de parásito que ataca a los ratones haciéndoles que se sientan atraídos por los gatos, perdiéndoles el miedo y acercándose a ellos, quienes les siguen cazando sin remordimientos.

“La naturaleza es mejor escritora de terror que Stephen King y yo”, se defiende, asegurando que en Eclipse no hay tanta sangre y que, en cualquier caso, no es peor de la que ejercen esos parásitos desconocidos que campan por el mundo. Puede que por eso los incluya en escena mientras persigue a un escabroso asesino en serie que vuelve a dejar víctimas en Oslo y colecciona cerebros. “Los libros de Harry Hole están siendo cada vez menos violentos, se me ha criticado por la violencia y no lo hago por las críticas, si la historia lo pide y la violencia tiene un objetivo, adelante”, detalla.

Sea como fuere, Nesbø necesitaba a un asesino en serie para recuperar a Harry Hole, aislado en Los Ángeles con el único objetivo de beber hasta matarse, después de perder a su mujer en la última novela, Cuchillo (Reservoir Books), y tener una cada vez más larga lista de seres queridos muertos, “todos a los que quiere le son arrebatados”. Recupera las ganas de vivir cuando se topa con una vieja gloria de Hollywood que le recuerda a su madre fallecida cuando tenía 15 años, “su segunda oportunidad para salvarla”, metiéndose en un lío con un cártel mexicano y aceptando el dinero de un multimillonario noruego para saldar una deuda.

Tendrá que volver a Oslo para atrapar a otro criminal, permitiéndose recuperar las bromas sobre el parque de atracciones para elites en el que se ha convertido su ciudad natal, como tantas otras capitales europeas, con una especial manía hacia el recién inaugurado Museo Munch. Como detalle localista, en sus reflexiones, menciona a artistas catalanes como Antoni Gaudí y Salvador Dalí.

Preguntado por si se acerca el final de la saga, viendo que Harry Hole ya no tiene miedo a morir, Nesbø, siempre con ganas de broma, se convierte en uno de sus personajes: “La respuesta rápida es sí, nos acercamos al final. No hay respuesta larga, os tendría que disparar después”.