Jesús Vera Cristóbal
El locutor y escritor Jesús Vera Cristóbal.
EL BAR DEL POST

Jesús Vera Cristóbal: La voz que tienen las letras

El paisanaje enmudece de pronto, hipnotizado, cuando, recién llegado al Bar, Jesús Vera Cristóbal pide “un café largo con hielo y una rodaja de limón” con esa voz suya, profunda, melódica, que incluso cuando está pidiendo un café parece que esté narrando un relato. Guarda unos segundos de silencio, tras los cuales remata: “Y de paso ponle también unas gotitas de whisky”. Se acoda a la barra, disfrutando del ambiente de media mañana —“con lo ave nocturna que yo he sido, pero me temo que los años no perdonan”— y del hecho de que en la radio “no suena reggaetón”.

Devorador implacable de literatura de todo tipo y género, confeso devoto del mundo de las letras, el parroquiano ha estado en muy diversos fregaos que van desde la promoción de autores hasta el trabajo editorial, pasando por su faceta de escritor con la que hace unos años materializó su debut narrativo, Náufrago en la ciudad. El libro aunaba relatos, poemas y reflexiones donde se movía como pez en el agua por terrenos tan desiguales como la ciencia ficción, la novela negra o la fantasía, para abordar asuntos vitalmente trascendentes como el dolor, la pérdida o el amor.

Hoy en día centra su actividad en sacarle a las letras todos los matices de sus posibles voces. Habla de libros en los programas Culturalia y Calaix de Llibres, ambos en Ràdio Trinijove; graba audios promocionales y lecturas dramatizadas para diversos autores y, desde hace un tiempo, copresenta un magazine radiofónico sobre temática paranormal, Voces del ultratumba, “donde le doy mi toque de ironía y sarcasmo cuando toca y, por supuesto, toda la seriedad que puede merecer el tema en las ocasiones que proceden”.

A esta actividad radiofónica y vocal, suma la labor de editor para la emergente editorial barcelonesa Dédalo. Una faceta con la que se encuentra especialmente a cómodo. “Me gusta el trato con los autores, la amistad y el compañerismo que se derivan de mi relación con ellos. Eso, para mí, no tiene precio”.

Sortear las carambolas

Jesús ladea una sonrisa ante la pregunta de cómo se metió en todo este mundo de los libros y la radio, en un entorno que lee cada vez menos y escucha más bien poco. “La verdad es que todo esto de ser promotor literario y de poner mi voz al servicio de libros y autores ha sido el resultado de las carambolas que he tenido en ese juego de billar que es la vida”, replica. Su voz que atrae al paisanaje congregado alrededor de la barra. “Obviamente nosotros somos la bola blanca —prosigue—, el resto son nuestros objetivos y el jugador y el palo serían Dios, la Providencia, el Cosmos o como lo quieras llamar”.

Todo empezó hace más de dos décadas, cuando una amiga suya le comentó que necesitaban voces nuevas para una emisora de radio digital. “Para mi sorpresa gusté, pero al poco tiempo me agobiaba estar solo pinchando temas y presentándolos al estilo 40 Principales así que me dije ‘si tu voz gusta, ¿por qué no grabas textos, los locutas y haces un programa con ello?’. Y me lancé, y también gustó y, poco a poco, fui haciendo contactos”. De ahí saltó a la FM e incluso a colaborar para un programa de televisión del que no quiere recordar el nombre.

“La verdad es que todo esto de ser promotor literario y de poner mi voz al servicio de libros y autores ha sido el resultado de las carambolas que he tenido en ese juego de billar que es la vida”

— ¿Qué ocurrió?

“Ah, compañero, ocurrió que la cultura no vende. Me ofrecieron cambiar mi sección cultural por crítica de TV y yo no me vi ahí, así que a los cuatro programas dejé mi gran carrera en la televisión”, ríe. La siguiente carambola lo llevó a una editorial cuyo nombre tampoco parece muy interesado en recordar, “donde aprendí tanto lo que se debe hacer en este mundillo como lo que no”.

— Oye, ¿y lo de escribir? ¡Con tu primer libro fue bien!

El parroquiano sorbe un poco de su café. “Tengo desde hace ya unos cuantos meses una novela rondándome la cabeza, estoy ahora en fase de investigación”, anticipa, sin soltar ulterior prenda.

Jesús Vera Cristóbal Barcelona
Jesús Vera Cristóbal ha treballant a editorials i promocionant autors, però també ha escrit i ha passat per la televisió.

La ciudad es su gente

“Barcelona es mi ciudad, la amo y adoro pasear por sus calles, sobre todo Via Laietana y el barrio Gòtic”, explica el escritor y locutor que confiesa una extraña adicción: “Necesito oler el salitre del mar Mediterráneo, aunque sea de lejos”.

Contrariado con la suciedad, no culpa de ésta solamente al ayuntamiento, “que también tiene su parte de responsabilidad”, sino sobre todo a la gente “que parece no saber lo que es un contenedor de basuras o una papelera”. Pero en general, el paisanaje autóctono es lo que, tal vez, mas le enamora de la ciudad: “¡La gente es la historia de Barcelona!”, exclama. “El saludo de una señora que se va a hacer la compra cuando te cruzas con ella, el barullo del centro, sus casas, sus parques…”, declama terminándose el café con la mirada puesta mentalmente en la vida que puebla las calles de esta ciudad, que es la que da color y sabor a la experiencia de vivir aquí.

“Barcelona es mi ciudad, la amo y adoro pasear por sus calles, sobre todo Via Laietana y el barrio Gòtic”

— Y no podemos obviar sus bares… y en algunos, como este, su oferta gastronómica. Te lo digo por si quieres almorzar algo, que ya va siendo mediodía.

Jesús Vera Cristóbal sonríe ampliamente. “Con medio menú ya hago —replica— que hay que guardar la línea”.