La salud mental y emocional son inherentes en una vida plenamente saludable. No hay salud sin ellas, y en ellas radica en muchos casos desencadenar o curarnos de enfermedades que conocemos como físicas u orgánicas. Por eso, el estudio del cerebro para descubrir aquello que imposibilita o dificulta el funcionamiento autónomo de las personas, y reorientar y mejorar los tratamientos de quienes sufren trastornos en cualquier momento de la vida, representa uno de los retos actuales más importantes de la humanidad.
Uno de los centros de referencia en España para el diagnóstico y tratamiento de las personas con problemas de salud mental es el Parc Sanitari Sant Joan de Déu, en el Baix Llobregat. Y en él se acaba de inaugurar el Rise Center, bautizado con las siglas, en inglés y catalán, de su misión: Investigación e Innovación en Salud Emocional. El centro se ubica en un edificio de 3.000 metros cuadrados y ha sido equipado con las últimas tecnologías, que permitirán avanzar en la identificación y resolución de las incógnitas que hoy todavía retan a la comunidad científica. El conocimiento del porqué de las enfermedades mentales es todavía escaso. Hay que poner el foco sobre las alteraciones de la psique que dificultan o impiden una vida con plena salud mental y emocional y en cómo diagnosticarlas, tratarlas y prevenirlas antes y mejor. También cómo procurar el bienestar y la calidad de vida de quien las sufre y de sus familias.
En el nuevo centro, ubicado en el antiguo psiquiátrico de Sant Boi de Llobregat, trabajarán investigadores de Sant Joan de Déu y de los principales centros de investigación y universidades de Europa. Tal como explican sus impulsores, el objetivo de Sant Joan de Déu es compartir el conocimiento que surge de los proyectos de investigación con el resto de profesionales de Europa y contribuir a cambiar el modelo de abordaje de los trastornos de salud mental en el siglo XXI. El Parc Sanitari Sant Joan de Déu, que lidera este cambio de paradigma, se sitúa actualmente como el noveno centro del mundo en investigación de salud mental, según el índice H5, el barómetro del impacto de las publicaciones científicas en los últimos cinco años.
El Parc Sanitari Sant Joan de Déu incluye los servicios asistenciales, docentes y de investigación del Hospital de Sant Boi, la Atención Intermedia y la Red de Salud Mental, con un área de influencia de un millón y medio de personas
La investigación y la innovación han sido dos principios propios de los profesionales del Parc Sanitari Sant Joan de Déu a lo largo de la historia y, ahora, al igual que a principio del siglo XX, cuando el psiquiátrico de Sant Boi fue pionero en la introducción de las nuevas corrientes europeas de la ergoterapia para el tratamiento de determinados trastornos, los profesionales vuelven a ser innovadores, con los mismos valores para encontrar respuestas a los problemas de salud mental del siglo XXI, con el objetivo de dignificar los tratamientos y poner el respecto a la persona por delante de todo.
160 proyectos de investigación y más de 200 investigadores
El Rise Center está destinado a reunir la excelencia en el ámbito de la salud mental del sur de Europa. En él se centralizará el trabajo de más de 200 profesionales que trabajan en 160 proyectos de investigación liderados desde aquí y dirigidos a impulsar el cambio hacia una nueva manera de atender e incrementar la calidad de vida a las personas con trastornos mentales.
La prioridad de estudiar el cerebro es evidente. Según el último informe del Ministerio de Sanidad hecho público este agosto, el 34% de la población sufre algún problema de salud mental, afección que supera el 40% en personas a partir de 50 años, y el 50% a partir de los 85 años. Los trastornos más presentes son los de la ansiedad, los del sueño y los depresivos. Los de ansiedad afectan el 10% de la población, el doble en el caso de las mujeres (14%) que en los hombres (7%) y afectan tres de cada 100 menores de 25 años. Los trastornos de ansiedad son el problema de salud mental más común.
“Ya sabíamos que la salud mental sería uno de los temas prioritarios”, comenta el director de Salud del Parc Sanitari Sant Joan de Déu, Antoni Serrano. “A principios de siglo XXI ya se popularizó el hecho de expresar que se sufre depresión y estrés, ya lo tenemos bastante presente. Pero la pandemia de covid hizo colmar el vaso y situarlos en la agenda de los políticos”, explica Serrano. Añade también que, durante la pandemia, se hizo muy difícil el seguimiento periódico de personas con enfermedades graves. El teletrabajo, al cual muchos trabajadores se tuvieron que adaptar; la juventud y el aumento de los suicidios en este colectivo, y la crisis también de los mismos sanitarios exteriorizó que la vulnerabilidad individual puede tocar a cualquiera, poniendo así de manifiesto la necesidad de enfocar la salud mental como una urgencia.
Tal como explica Serrano, una de las ramas de estudio de uno de los grupos más potentes de investigación en el Parc Sanitari Sant Joan de Déu es la evaluación en gestión y planificación sanitaria. En 2010 desarrollaron el Atlas integral de los servicios de atención a la salud mental de Catalunya, porque, como dice Serrano, “de poco sirve una molécula nueva, si no puede llegar al paciente”. El contenido del atlas facilita información que supone una fuente de evidencia informada para la planificación, los programas y la política sanitaria en salud mental.
“A principios de siglo XXI ya se popularizó el hecho de expresar que se sufre depresión y estrés, ya lo tenemos bastante presente. Pero la pandemia de covid hizo colmar el vaso y situarlos en la agenda de los políticos”
Es precisamente la larga experiencia trabajando con personas que conviven con un trastorno mental —el recinto histórico del hospital psiquiátrico de Sant Joan de Déu cumplirá pronto un siglo— lo que ha dotado a los profesionales del Parc Sanitari Sant Joan de Déu de la perspectiva más fiel en el día a día de estos pacientes. De ahí su capacidad de determinar las dianas de estudio de sus problemáticas, también las que entorpecen su propia colaboración, como por ejemplo la adherencia a la medicación. “Sabemos que el 70% sí que siguen correctamente el tratamiento, pero que hasta un 50% lo abandona antes de tiempo, y que uno de cada cinco no lo empezarán”, expone Serrano. También desde el Parc Sanitari Sant Joan de Déu han diseñado, junto a los médicos de Atención Primaria, una estrategia que permite que el médico de familia y el usuario hablen más y mejor de su medicación, para que no quede sin tomarla.
Además, colaboran con un investigador de Canadá que ha diseñado una escala que facilita el seguimiento de los efectos secundarios de una medicación. Todo, para mejorar la vida de los pacientes. “Si sabemos todos los efectos, podemos intentar minimizarlos y hacerlos más tolerables”, argumenta Serrano. En este contexto, el Parc Sanitari Sant Joan de Déu tiene en marcha tres estudios clínicos con psicodélicos para el tratamiento de la depresión resistente que podrían conseguir la resolución del trastorno.
Pioneros en la forma de atender
El Parc Sanitari Sant Joan de Déu está formado por una red de servicios asistenciales, docentes y de investigación integrados en tres ámbitos de atención con identidad propia —el Hospital de Sant Boi, la Atención Intermedia y la Red de Salud Mental—, que pone en práctica un modelo de atención integral, de proximidad y de calidad que genera confianza, tanto en el aspecto sanitario como social, y promueve, además, un modelo proactivo de servicios de base comunitaria. El área de influencia de la pericia de sus profesionales en salud mental alcanza a una población de un millón y medio de personas en varias comarcas del litoral catalán, incluyendo una parte de la ciudad de Barcelona. De acuerdo con su voluntad de acortar las largas estancias psiquiátricas, y de desplegar los recursos a los entornos más próximos y cotidianos de los pacientes, lo que había sido una antigua clínica se ha convertido ahora en este grande y moderno centro de investigación e innovación, donde se desarrollarán los tratamientos y terapias que tienen que dar respuesta a los trastornos mentales de hoy y del futuro.
Tratamientos como la estimulación magnética transcraneal para mejorar la respuesta en aquellos casos que no acaban de responder con fármacos, así como la realidad virtual, la robótica o el 3D se han desplegado en el Rise Center para continuar evolucionando al servicio de los pacientes. En él trabajan ya más de unos ochenta investigadores contratados de todo tipo de perfiles, como informáticos, nutricionistas, enfermeras, médicos de familia y especialistas en biotecnología: “Hacemos una investigación multidisciplinaria, porque todas las disciplinas pueden hacer su aportación y encontrar respuestas”.
En el ámbito europeo, desde el Parc Sanitari se lideró el estudio de las necesidades de futuro para la investigación en salud mental. Además, cuenta con uno de los bancos de cerebros con una de las muestras más importantes de Europa para el análisis de ciencia básica.
Las obras de rehabilitación del edificio del RISE Center han supuesto una inversión de 6,3 millones de euros, de los cuales 1,9 han sido financiados con una subvención de los fondos europeos Feder, gestionados a través de la Conselleria d’Universitats i Recerca.
En su inauguración a finales de julio, el entonces conseller de Salut, Manel Balcells, destacó que desde el Govern se ha apostado “de manera decidida para poner al día los retos en el ámbito de la salud mental y emocional”. El exconseller puso en valor que “la investigación y la innovación son elementos clave para conseguirlo, no solo para mejorar y encontrar nuevos tratamientos, sino también para la prevención”. Balcells remarcó que “disponer de este edificio de primer nivel y de estos grupos de investigación supone un salto cualitativo, y nos sitúa en una posición altamente competitiva en el ámbito internacional”.
El centro aspira a contribuir a cambiar el modelo de abordaje de salud mental del siglo XXI
Por su lado, el director gerente del Parc Sanitari Sant Joan de Déu, Sebastià J. Santaeugènia, explicó que “este centro tiene que servir para poner al alcance de la sociedad las mejores herramientas para avanzar en la investigación de nuestros investigadores y abrir las puertas a una participación compartida y transversal”.
El proyecto constructivo se ha basado en tres líneas estratégicas, la primera de las cuales ha sido garantizar un entorno funcional y acogedor para la investigación y la docencia. Así el diseño ha seguido criterios de flexibilidad, humanización, salud y accesibilidad universal; promueve los espacios interiores confortables, adaptables y respetuosos con el bienestar de los usuarios, y garantiza la calidad del ambiente interior y la priorización de materiales saludables. Así, el nuevo edificio ha sido concebido a partir del compromiso con una arquitectura saludable con el uso del método analítico de Friendly Materials, y de acuerdo con los criterios de accesibilidad universal que garantiza el método Clear Code Architecture.
Otro objetivo ha sido integrarse en el entorno con una imagen innovadora, con el fin de armonizar el edifico con lo que le rodea y a la vez reflejar su propósito, además de generar un foco de actividad y relaciones que enriquezcan la actividad sanitaria del parque. Para hacerlo, se ha instalado un revestimiento de fachada de cerámica que conecta el edificio con las tierras rojas del Llobregat y con el histórico tejar ubicado en el recinto del parque sanitario. Precisamente, el edificio rompe con la estética del momento de su construcción inicial, puesto que se ha modificado el volumen con la creación de una terraza y un atrio que favorecen la interacción entre las personas y la circulación y orientación interna.
Por último, se ha querido acentuar el comportamiento bioclimático, el confort ambiental y la adecuación estructural del edificio. Así, se han adecuado los espacios a nuevos usos y a las respectivas cargas. Se ha actuado también en la construcción de una segunda fachada del edificio que mejora el comportamiento bioclimático y reduce el consumo energético, a la vez que aumenta el confort térmico y acústico de los usuarios a los espacios interiores.
El proceso constructivo se ha centrado en la reconversión de un edificio de los años 70 para adecuarlo a las necesidades actuales tanto de la nueva arquitectura y nuevos materiales como del cambio de actividad del edificio. En el proceso de rehabilitación han tenido un papel primordial los materiales naturales como la cerámica, producto local y de tonos variables que conecta el espacio con el entorno y con la historia del Parc Sanitari Sant Joan de Déu. El proyecto también ha previsto la integración de la vegetación, con la introducción de patios internos que ayudan a la humanización de los espacios y profundizan en el diálogo con el entorno.
El Parc Sanitari Sant Joan de Déu ha dado una gran importancia a su vegetación porque los jardines han tenido, históricamente, una función terapéutica. Del mismo modo, los edificios de obra vista tienen también un peso en el recinto, porque conectan con su pasado de producción de ladrillos a principio del siglo XX. Precisamente, de aquella instalación fabril todavía se conserva la chimenea, visible desde la parte exterior del nuevo Rise Center, llamado a ser referente internacional.