nstante de la nueva campaña de Estrella Damm, 'Verano '78'.
Instante de la nueva campaña de Estrella Damm, 'Verano '78'.

Estrella Damm retrocede a los veranos de los 70 con su nueva campaña de verano

‘Verano ‘78’ pone en valor lo que es realmente importante, a través de los recuerdos de un verano pasado al ritmo de ‘Yes, Sir, I can Boogie’, del dúo Baccara

Llega el verano y, con él, la ya tradicional campaña Mediterràniament de Estrella Damm. Este año lo hace bajo el nombre de Verano ‘78 y reviviendo instantes veraniegos de la década de 1970. Todo ello a través de recuerdos y memorias devueltas al presente, con el icónico Yes, Sir, I can Boogie como banda sonora. Reinterpretada por la británica Debbie para Estrella Damm, la canción del dúo español Baccara dio la vuelta al mundo en los 70 y ha llegado al presente atravesando diversas generaciones. 

La campaña del grupo cervecero barcelonés revisita el verano de 1978 a través de una joven que, después de fallecer su abuela, recibe una caja de fotografías antiguas que le habían pertenecido. Entre ellas, le llama la atención una colección de aquel verano, y empieza a buscar los lugares exactos en los que se tomaron las instantáneas, y a recorrerlos y a experimentarlos. 

El periplo la lleva a vivir nuevas experiencias a pie de playa, bajo las estrellas y de danzas hasta el amanecer, entrelazando pasado y presente. La experiencia lleva a la protagonista a vivir, sin saberlo, el verano de su vida, al igual que lo hizo su abuela décadas atrás. Y es que, cambie lo que cambie, que lo importante nunca cambie, como proclama la campaña. 

Rodaje de la campaña de Estrella Damm ‘Verano ’78’.

Verano ‘78 es una idea original del creador del concepto Mediterràniament de Estrella Damm, Oriol Villar. Dirigida por Claudia Llosa, que ha colaborado en diversas campañas del grupo, ha contado también con el director de fotografía norteamericano Erik Messerschmidt, ganador de un Oscar en 2020 por la película Mank. La nostálgica campaña invita a disfrutar del verano que llega, sin olvidar el pasado ni dejar de disfrutar del presente.