En un mundo donde la sostenibilidad se ha convertido en una obligación ineludible para empresas de todos los sectores, aquellas organizaciones que no se alineen con estas demandas corren el riesgo de perder relevancia, o incluso de quedar fuera del mercado. Pero esta realidad no solo afecta su competitividad, sino también su capacidad para atraer y retener talento. Esto es especialmente relevante entre las generaciones más jóvenes —millennials y zetas—, que son particularmente sensibles a los valores y el impacto de las compañías en el planeta y la sociedad, tanto como consumidores como en sus decisiones laborales.
El compromiso con la sostenibilidad va más allá del ámbito corporativo, convirtiéndose también en una prioridad para las administraciones públicas. Se trata de una labor de cocreación donde actores públicos y privados colaboran para desarrollar actividades que promuevan un mundo mejor. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son una prueba clara de este compromiso global para construir, juntos, un futuro más verde, justo e igualitario. Más sostenible.
Un ejemplo destacado es el del Ayuntamiento de Barcelona, que recientemente ha lanzado su Compromiso Ciudadano por una Barcelona + Sostenible 2024-2034. A través de esta iniciativa, el consistorio subraya el papel crucial que las empresas deben desempeñar en este proceso de co-creación de futuro. Barcelona, como hub tecnológico del sur de Europa con un atractivo global indiscutible, también debe ser pionera en sostenibilidad. Al igual que las empresas que alberga, la ciudad no puede permitirse quedarse atrás como polo de atracción para empresas y talento internacional.
Sin embargo, a pesar de que todo lo mencionado hasta ahora debería ser evidente, aún queda mucho por hacer. Las empresas que han adoptado estas prácticas no representan ni la mitad del total. Según un estudio global reciente que hemos realizado en HAYS, el 64% de los profesionales cree que sus empresas deberían hacer más para promover la sostenibilidad, lo que evidencia una desconexión significativa entre las expectativas de los empleados y las acciones de las compañías.
Además, según nuestra Guía del Mercado Laboral 2024, solo un 9% de las empresas encuestadas consideran la sostenibilidad como un objetivo estratégico. Esta brecha no solo afecta su competitividad, sino que también limita su capacidad para cumplir con las expectativas del talento joven. Estos perfiles cualificados buscan organizaciones comprometidas de manera genuina, más allá de la retórica habitual que a menudo impregna los objetivos de Responsabilidad Social Corporativa (RSC), entendida esta como un simple añadido o propina.
Barcelona, como hub tecnológico del sur de Europa con un atractivo global indiscutible, también debe ser pionera en sostenibilidad
A esta problemática se suma la escasez de profesionales con habilidades específicas en sostenibilidad, un obstáculo adicional que debe ser superado por empresas, instituciones y centros de estudios en este momento histórico de transición hacia una nueva forma de entender la economía y la actividad humana en función de su impacto.
En este contexto, el Compromiso Ciudadano por una Barcelona + Sostenible 2024-2034 es una llamada de atención para todas las empresas. Ha llegado el momento de que las organizaciones adopten medidas audaces y efectivas si desean alinearse con las expectativas de la sociedad y los profesionales. En este proceso de transformación, todos debemos participar activamente para que las empresas de Barcelona sean sostenibles, consolidando así a nuestra ciudad como un referente de compromiso y de un futuro mejor.