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o es un fondo de rescate, todo lo contrario. Es un nuevo instrumento financiero destinado a dar impulso a las empresas catalanas solventes que requieran una inyección de capital para hacer frente a proyectos de crecimiento ambiciosos, como la adquisición de empresas en el mercado exterior o inversiones en tecnología punta que les permitan entrar en nuevos mercados o ampliar la gama de productos.
Así lo asegura el director de Promoció Econòmica, Competència i Regulació de la Generalitat, Lluís Juncà, que se muestra convencido de que en Catalunya “hay muchos proyectos estimulantes” susceptibles de recibir fondos de un nuevo vehículo que se ha bautizado inicialmente con el nombre de Fondo de Crecimiento y Consolidación Empresarial.
Según Juncà este proyecto, impulsado por el Departament de la Vicepresidència i d’Economia i Hisenda, no nace a raíz de la pandemia, ya que estaba sobre la mesa desde el inicio de la legislatura. Admite, sin embargo, que la crisis provocada por la emergencia sanitaria ha acelerado el proceso, con la voluntad de que la Administración sea parte de la solución y juegue un papel clave en el proceso de reactivación económica.
Nuestro objetivo es invertir en proyectos de crecimiento y de gran potencial, queremos dinamizar sectores clave de la economía catalana
“Nuestro objetivo es invertir en proyectos de crecimiento y de gran potencial; queremos dinamizar sectores clave de la economía catalana y favorecer, por ejemplo, procesos de adquisición de empresas en el extranjero para crear grupos más grandes que puedan ser controlados desde Catalunya “, explica.
En una entrevista con el The New Barcelona Post, el director general avanza que tienen identificados entre cinco y seis “sectores estratégicos” donde invertir este fondo, entre los que figuran la biomedicina y la economía de la salud, la industria 4.0 y las empresas agroalimentarias.
“Estos tipos de proyectos en los que queremos invertir acaban haciendo de pilares de un sector y alrededor suyo se articula un ecosistema de otras empresas más pequeñas. Sin estos pilares es muy difícil tener sectores vertebrados y por ello debemos impulsar estas operaciones “.
Atracción de inversores extranjeros
El objetivo del Govern es aportar hasta un máximo del 50% de los recursos que se destinarán al Fondo de Crecimiento y Consolidación. La otra mitad se buscarán en el sector privado, con la voluntad que inviertan otros fondos de inversión, las principales entidades financieras con presencia en Catalunya y también capital foráneo. “Es fundamental atraer instituciones internacionales para que también inviertan en el fondo”, explica Juncà.
El director de Promoció Econòmica de la Generalitat tiene claro que la colaboración público-privada es básica en estos momentos “por su efecto multiplicador” y asegura que ya ha habido conversaciones preliminares con potenciales inversores donde se ha demostrado que existe un fuerte interés en invertir en empresas en crecimiento. “Hay que hacer valer esta colaboración público-privada; los países serios con economías dinámicas y solventes llevan a cabo este tipo de iniciativas y, por tanto, en Catalunya también nos conviene hacerlo”, argumenta.
Los países serios con economías dinámicas y solventes llevan a cabo este tipo de iniciativas
El nuevo fondo podría estar dotado con 200 millones de euros, aunque la cifra es sólo orientativa y no deberá desembolsarse de golpe, sino a medida que se vayan concretando los proyectos. Según Juncà se ha elegido esta cifra de 200 millones porque permitiría al nuevo vehículo disponer de unos recursos superiores a otras iniciativas privadas que ya existen en el mercado en Catalunya.
“No queremos competir con los fondos de inversión importantes que ya hay ahora en Catalunya haciendo un trabajo útil. Lo que queremos hacer es detectar aquellos ámbitos donde estos fondos no cubren la demanda para hacer frente a determinados proyectos más ambiciosos”, explica.
Un fondo para empresas ya rodadas, no para ‘startup’
La Generalitat, añade, hace tiempo que quiere dar respuesta a las empresas, especialmente del sector industrial, que reclaman más fuentes de financiación para poder crecer. “Desde algunos sectores se quejan de que en el mercado de la financiación hay un cierto sesgo hacia empresas tecnológicas y startup con poco peso industrial. Es aquí donde tenemos más posibilidades de tener más impacto”.
Subraya, en este sentido, que el nuevo fondo no está destinado a startup o empresas que empiezan desde cero, sino a compañías que ya tienen una cierta trayectoria, con la ambición de seguir creciendo y que facturen un mínimo de 10 millones de euros .
El nuevo vehículo, que tendrá una personalidad jurídica aún por definir, utilizará diferentes alternativas de inversión, como la entrada directa en el capital y en el consejo de administración o la concesión de créditos o préstamos participativos destinados a financiar estos proyectos de crecimiento.
No será un fondo de rescate, es la antítesis de un fondo de rescate
Juncà quiere dejar muy claro que este instrumento, que se quiere poner en marcha durante el año 2021, no estará destinado a empresas en crisis, sino todo lo contrario: “a empresas con ambición, solventes, que ya van bien, para que vayan mejor y tengan un impacto y un papel tractor sobre nuestra economía más potente de lo que tienen ahora”. “No será un fondo de rescate, es la antítesis de un fondo de rescate”, enfatiza.
El director de Promoció Econòmica admite que históricamente la Generalitat, a través de vehículos como Avançsa, ha intentado ayudar a empresas con problemas, “una tarea que lógicamente debe seguir haciendo” para mitigar el impacto social en determinados territorios, pero afirma que el Govern “no puede hacer sólo eso”, sino que debe ayudar también a impulsar grandes proyectos de crecimiento.
Avançsa no es suficiente
Apunta que aunque Avançsa en los últimos años ha intentado “tímidamente” diversificar sus inversiones y no centrarse únicamente en empresas en crisis, se trata de una actividad “muy residual”, ya que la dotación de este vehículo del Departament d’Empresa es muy pequeña y está, fundamentalmente, invertida en Comforsa y en Actius de Muntanya (la estación de esquí de Boí-Taüll). En la cartera de participadas de Avançsa también figuran empresas como Idiada, Gas Gas, Scutum, Tecalex, Cremalleras Rubí, Gomà-Camps, Nylstar, Enertika, Petrocat, Circuit de Catalunya, Lacrem, Dogi y Ulabox, entre otros.
Participación del ICF
El Departament de la Vicepresidència i d’Economia acaba de sacar a concurso público el diseño de este nuevo instrumento de inversión para proyectos de crecimiento y consolidación en Catalunya. La consultora o el fondo que se adjudique esta tarea de asesoramiento dispondrá de dos meses para proponer las características y el tipo de vehículo que se constituirá.
Según Juncà tendrá “mucho sentido” involucrar al Institut Català de Finances (ICF) en el órgano de gestión del fondo para aprovechar todo su conocimiento y experiencia en inversiones empresariales efectuadas también a través de fondos de inversión y de capital riesgo.