El diseño tendría que haber servido para que las empresas soportaran mejor los efectos del coronavirus, pero no ha sido así, lamenta el presidente de ADI-FAD, Salvi Plaja. “La covid nos ha dado mucho que pensar”, remarca. Considera que se ha puesto en evidencia que la industria del país todavía es frágil, a pesar de que hace años que ponen énfasis en la importancia del diseño, como herramienta que mejora la calidad de vida de las personas y genera beneficios para las empresas a través del perfeccionamiento de los productos.
Plaja pone de ejemplo la fortaleza de países como Alemania e Italia, donde se entiende el valor añadido que aporta el diseño a la industria y muchas compañías tienen departamentos de diseño o diseñadores en plantilla. “La fórmula está, pero en España nunca la hemos sabido acabar de implantar”, expone.
La primera piedra en el camino es la concepción que tenemos del diseño industrial. “Lo asociamos a hacer las cosas más bonitas. Es su función principal y más humana, pero no la única”, subraya Plaja. También son importantes otras funciones como la usabilidad del diseño industrial, el uso de materiales sostenibles y una tecnología humana, fácil y que se entienda, y el impulso de la innovación. Además, Plaja defiende la “dimensión humanista” del diseño: sus profesionales se forman en el ámbito de las Humanidades y pueden aportar visiones poco comunes en las empresas, como la creatividad y la apuesta por poner a las personas en el centro, más allá de los clientes y los usuarios.
El diseño de los productos es también una manera de ayudar a la industria “a ser diferente” y generar valor, pero Plaja cree que en España los conceptos de diseño e industria se han separado. “Tenemos una buena calidad de diseño y, como no tenemos la industria suficiente, se generan muchas ideas, que se comunican, por ejemplo, en revistas, y conseguimos así tener una buena cultura de diseño, pero hemos dimitido de la industria”, sostiene. En este sentido, indica que relacionamos históricamente los adelantos en la industria con mejoras de eficiencia, como el uso de la máquina de vapor, la producción en cadena o la robótica, pero no con la capacidad de crear productos de una manera distinta, cosa que permitiría ser más resilientes. “La profesión de diseñador es la cara más idílica y conocida, y la que tenemos más desarrollada. Por el contrario, la de industrial la tenemos totalmente abandonada. Y, sin capacidad industrial para lanzar conceptos nuevos al mercado, los productos se quedan en meras ideas”, agrega.
Es por eso que la asociación ADI-FAD, que tiene como misión extender entre la sociedad la importancia de esta profesión, ha lanzado un manifiesto que reivindica las calidades del diseño industrial que señala Plaja, con motivo de la nueva edición de los Premis ADI, que se entregarán el próximo 24 de noviembre, en el marco de la Barcelona Design Week.
La apuesta de los Premis ADI
El presidente de la asociación de diseño industrial asegura que la edición 2020 de los Premis ADI es “una de las mejores de los últimos años”, con una participación muy alta y un nivel muy bueno de las candidaturas. La 59 edición de los Premis incorpora dos categorías nuevas: el Premi Trajectòria y el Premi ADI Reconeix, Emergència covid-19. Esta última quiere premiar las iniciativas que han surgido a raíz de la crisis del coronavirus y que han permitido “crear para salvar vidas”, con el diseño de respiradores o mascarillas. Es decir, un “diseño de emergencia”, como explica Plaja. “Ya sabíamos que el diseño salva vidas. Pero después de analizar todas las candidaturas recibidas nos hemos dado cuenta que los diseñadores también podemos aportar soluciones a muy corto plazo”, añade.
Los Premis ADI, que tienen un carácter bienal, contarán también con sus categorías tradicionales. Los Premis Delta, las Medalles Adi y los Premis ADI Cultura. Para el ADI-FAD, los Premis Delta representan el pasado porque se presentan productos que están en el mercado; los Premis ADI Cultura, el presente, teniendo en cuenta que analizan la articulación actual de las ideas sobre el diseño, y las Medalles ADI, el futuro, puesto que reconocen a los talentos más jóvenes del sector que hay a las empresas.