El presidente de Turisme de Barcelona, Eduard Torres.

La digitalización como oportunidad para avanzar hacia el turismo poscoronavirus

Turisme de Barcelona quiere obtener fondos europeos para impulsar un hub de datos que permita mejorar la experiencia de los turistas que vienen a la capital catalana, personalizándola según sus intereses y facilitando que se integren más en la vida cotidiana de la ciudad

Como un espejismo, algunos hoteles de los pocos que están abiertos en Barcelona han tenido todas sus habitaciones ocupadas este fin de semana. La causa se tiene que ir a buscar al efecto San Valentín y las ganas de pasar una noche romántica fuera de casa. Uno de ellos es el Yurbban Passage Hotel & Spa, en el passatge de les Manufactures, que este fin de semana tenía que decir que no a los que querían alojarse en él y no habían reservado antes.

En el contexto actual de crisis, que ha afectado gravemente a la actividad turística, resulta insólito que haya hoteles que puedan colgar el cartel de Completo. Se explica gracias a un nuevo fenómeno, el del turista local, que está dando un poco de vida al sector. Con confinamientos municipales o comarcales, muchos barceloneses están optando por redescubrir su ciudad, visitando sus establecimientos más icónicos, con cena incluida, o escogiéndolos como lugares donde teletrabajar.

A pesar de estas pequeñas alegrías, el sector turístico de la ciudad continúa en estado de parálisis, con solo 100 hoteles abiertos de un total de 450 y todos ellos con pérdidas, números rojos que no se superan con los breves episodios de esperanza que pueden dar fechas como San Valentín. Según el presidente de Turisme de Barcelona, Eduard Torres, la situación es “desesperada” pero los diferentes agentes están aprovechando el parón para prepararse intensamente para cuando llegue la recuperación y hacerlo superando las críticas que hasta ahora había despertado esta actividad entre la ciudadanía: “La situación es mala pero necesitamos enfocarnos hacia el futuro y salir con fuerza”.

Turisme de Barcelona apuesta porque el sector haga suyos dos conceptos clave en el horizonte poscoronavirus: la digitalización y la sostenibilidad. Claramente alineados con el objetivo perseguido por los fondos europeos, el consorcio liderado por Torres ha presentado, precisamente, un proyecto de ciudad que aspira a optar a estos recursos, a través del Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat. Trabaja con la idea de impulsar un hub de datos que permita mejorar la experiencia del visitante adaptándose mejor a sus gustos e intereses y, a su vez, capte a un turista que se integre más en el día a día de la ciudad y no impacte tanto en su cotidianidad.

Todavía poco definido, este futuro hub, que estará integrado en Turisme de Barcelona, tiene que servir para gestionar todos los datos que generan los turistas. Esta línea de trabajo se enmarca en la transformación que se ha producido en la manera de viajar: las rutas y las estancias se deciden en Internet, tanto antes de llegar al destino, consultando y contratando en línea donde alojarse, como durante, leyendo en Booking, TripAdvisor o Google cuáles son los mejores restaurantes o museos. Y también después, dejando comentarios en estas plataformas sobre cómo ha ido el viaje.

Es por eso que Turisme de Barcelona quiere adentrarse en el mundo de los datos y trabajarlos para guiar a los visitantes por la ciudad según sus preferencias. “Desde la promoción turística se tiene que empezar a trabajar con datos que, hasta ahora, no se había hecho. Necesitamos ser más digitales y sostenibles porque es lo que nos pedirán los clientes”, explica Torres.

“Nosotros nos queremos explicar de una manera diferente en el mundo para atraer a la gente que queremos que venga. Sin renunciar al estilo mediterráneo, queremos que se sepa que en Barcelona pasan cosas interesantes”, expone Torres

En el nuevo relato turístico que se quiere impulsar para la capital catalana, basado en atributos que quizás no se asocian demasiado a la ciudad como su cultura, gastronomía, ciencia o emprendimiento, el consorcio quiere personalizar los viajes de los turistas ofreciéndoles actividades relacionadas con estos valores, con la voluntad que vivan la ciudad y no solo la visiten y la finalidad de fidelizarlos más. “Nosotros nos queremos explicar de una manera diferente en el mundo para atraer a la gente que queremos que venga. Sin renunciar al estilo mediterráneo, queremos que se sepa que en Barcelona pasan cosas interesantes”, ilustra Torres. Turisme de Barcelona pondrá en valor el ecosistema científico que hace investigación en la ciudad; las expresiones artísticas que proliferan en Poblenou y al distrito cultural de L’Hospitalet; el boom emprendedor que se vive en espacios como el Pier 01 de Barcelona Tech City, y los grandes acontecimientos internacionales que tienen sede en Barcelona, como el Mobile World Congress (MWC) o el Integrated Systems Europe (ISE).

Para fomentar la sostenibilidad, más allá de turistas más integrados en la vida barcelonesa, también será importante en el escenario poscoronavirus disminuir la incidencia medioambiental que provoca el turismo. Sobre esta cuestión, Torres propone la creación de un sello de turismo azul, que reconozca los establecimientos que reducen su huella ecológica.

Imagen de archivo de la celebración del Mobile World Congress en Fira de Barcelona. © Vicente Zambrano

Más promoción para la capital catalana

Todo esto, se tiene que complementar con una promoción más fuerte para favorecer la llegada de turistas a la capital catalana. “La ayuda más importante para que no cierren empresas es que vuelvan los clientes. ¿Cómo podemos hacer esto? Con una buena promoción”, expone Torres. “En Barcelona, la promoción no era tan importante porque la ciudad iba francamente bien y tiraba sola. Ahora, se tiene que hacer un pacto entre todos los sectores afectados para promocionar y es muy importante incluir a la Generalitat”, remarca.

Torres señala que Catalunya destina unos 50 millones de euros anuales a promoción turística y de estos solo cinco millones van a parar a Barcelona. “Necesitamos que la Generalitat se implique con Barcelona porque, si Barcelona tira, tirará el resto del territorio. Necesitamos que cuide a la ciudad”, defiende. Concretamente, el presidente de Turisme de Barcelona cree que la partida destinada para la capital catalana tiene que subir hasta los 15 millones de euros por año. Esta es la primera petición que el consorcio le pedirá en el futuro Govern de la Generalitat.

La apuesta por la digitalización y la obtención de más recursos para la promoción tiene que acompañarse por una estrategia de vacunación conjunta a nivel europeo, que será lo que acabe determinando la recuperación de la actividad. Desde Turisme de Barcelona insisten en la necesidad de un pasaporte sanitario de vacunación para los ciudadanos de los estados miembro y no ven tan esencial la obligación de hacer pruebas PCR por parte de los turistas antes de llegar al destino, teniendo en cuenta que pueden ser más caras que los billetes de avión y que el 80% de los visitantes a Barcelona llega a través de El Prat.

Vista aérea de Barcelona. © HEMAV
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