La asociada en Asabys Partners Isabel Jiménez.
Isabel Jiménez, asociada en la gestora de capital riesgo Asabys Partners.
BARCELONA GLOBAL YOUNG TALENT

“Deseo una Barcelona abierta a la innovación, integradora, y que priorice el bienestar de sus ciudadanos”

Entrevistamos a Isabel Jiménez, participante de la primera edición del programa de liderazgo y ciudad de Barcelona Global, Barcelona 2040, y ahora asociada de Asabys Partners

The New Barcelona Post conversa este mes con Isabel Jiménez, una de las jóvenes que han participado en el Barcelona 2040, el programa de liderazgo y ciudad que imparte Barcelona Global. El objetivo de esta serie de entrevistas es que esta nueva generación de líderes comparta su visión sobre la Barcelona del futuro, así como sus propuestas de impacto para la mejora de la ciudad.

Isabel Jiménez es asociada en la gestora de capital riesgo especializada en el sector salud Asabys Partners, que invierte en empresas innovadoras en biofarma y healthtech. Jiménez es Doctora en Medicina y fue participante de la primera edición del programa de Barcelona 2040 de Barcelona Global.

—¿Qué esperas de la Barcelona del año 2040?

—Espero que sea una ciudad que haya encontrado el equilibrio entre sus raíces y su apertura al mundo, y que haya salido del estado de obnubilación en el que está, motivado por el turismo masivo. Muchos vinimos a Barcelona atraídos por la mentalidad abierta de la ciudad hacia la innovación y los negocios. Y no es que esta mentalidad haya desaparecido, todo lo contrario, pero sí ha dejado al barcelonés en un segundo plano. Es importante que todo lo que hace atractiva a Barcelona para los de fuera tenga también un impacto positivo en los barceloneses. Esto no se nos puede olvidar a aquellos que trabajamos para mejorar el atractivo de esta ciudad, sea en turismo, industria, transporte o ciencia. 

También hace falta que reflexionemos sobre la interculturalidad de la ciudad. En 2040, espero que Barcelona demuestre su interculturalidad en todos los aspectos de la vida urbana, desde sus calles hasta los órganos de gobierno. La Barcelona de 2040 tiene que ser una ciudad orgullosa de su identidad, abierta a la innovación a la vez que integradora, que priorice el bienestar de sus ciudadanos. Una Barcelona que no sólo sea un destino deseado, sino también un hogar querido. 

—¿Con qué ciudad compararías Barcelona? 

—Comparar Barcelona con otras ciudades es tarea difícil. Nacidos y adoptados en la ciudad coincidimos en que Barcelona es única. Te podría decir que se parece a Milán, o quizás a Lisboa, pero toda comparación va a quedar incompleta. Hablamos de una ciudad cuyos dos de sus principales iconos, la Sagrada Familia y el Park Güell, son dos monumentos que ni siquiera están acabados. ¿Con qué podemos comparar eso? ¿Qué puede haber más original?

—¿A qué modelo de ciudad crees que debería parecerse Barcelona? 

—Habría que optar por un enfoque que posicione Barcelona como un referente en desarrollo urbano sostenible, al mismo tiempo que fomente la inclusión social y económica, la conservación del patrimonio cultural y arquitectónico, permitiendo que la ciudad mantenga su identidad única. Que integre sostenibilidad con innovación y calidad de vida, una ciudad más eficiente. Me imagino un modelo que combine el orden de los países nórdicos con la espontaneidad de las ciudades mediterráneas.

—¿Cuál es el reto principal que debe resolver Barcelona en los próximos años? 

—Creo que el principal reto es evitar que su actual modelo económico sea el que redefina su identidad. Cuando uno viaja al extranjero y le preguntan en qué ciudad vive, la gente sonríe cuando respondes Barcelona, porque piensan en una ciudad con buen clima y buena gastronomía, en la arquitectura de Gaudí y en el deporte. El desafío está en perder el miedo a reivindicar los orígenes que dieron a conocer la ciudad y a que ésta vuelva a abrazar su identidad. Hay que reducir la dependencia que tenemos de determinadas fuentes de ingresos y apostar más por otras que den prosperidad al ciudadano a largo plazo. 

—¿Cuál crees que debe ser el papel de las nuevas generaciones y su implicación en el desarrollo de la ciudad? 

—Las nuevas generaciones deberíamos tener un papel, sin duda, más activo porque somos las que podemos dar una visión más realista de la ciudad en muchos aspectos, y en temas como el acceso a la vivienda, el fomento de la presencia de la mujer en puestos de responsabilidad y en la adaptación a las nuevas tecnologías. La cuestión es que este papel tiene que venir desde nuestra propia voluntad de querer tenerlo, y también de la voluntad de las generaciones anteriores a que lo tengamos. Creo que ambas partes estamos algo acomodadas.

—¿Por qué sectores empresariales crees que debe apostar Barcelona?

—Barcelona debe apostar por sectores que aporten valor a largo plazo y que mejoren el atractivo de la ciudad hacia el mundo, pero con un impacto positivo en el ciudadano. Para mí, la innovación en ciencia y salud es uno de los sectores más relevantes en este sentido. La llegada del hub de I+D de AstraZeneca o el futuro CaixaResearch Institute son grandes estímulos para el ecosistema. 

Barcelona ya está haciendo muy buenas apuestas en este sector, de ahí que haya que meditar bien cuáles serán las nuevas. Actualmente vemos startups en ciencia y salud bien financiadas, pero limitadas en infraestructuras bien equipadas y en escasez de espacio. Esto acaba impactando en la velocidad a la que pueden desarrollar sus productos. Es el momento de focalizar inversión hacia más infraestructuras punteras al estilo de DeepLabs en el área metropolitana. Serviría para diversificar la economía de la ciudad y posicionar a Barcelona como centro innovador y atractivo para talentos globales.

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