Exposición Interior Berlanga.
'Interior Berlanga' podrá verse en el CaixaFòrum hasta el 20 de abril.
IN THE STREAM

Descubrir a Berlanga

El CaixaFòrum mantiene hasta el 20 de abril una gran exposición que muestra al cineasta valenciano más íntimo

Javier Solana fue nombrado ministro de Cultura en el primer Gobierno socialista de Felipe González en 1982. Al cabo de poco tiempo, coincidió en un acto público con el cineasta Luis García Berlanga, entonces aún presidente de la Filmoteca Nacional. Solana se le acercó y le dijo que hacía poco había firmado algo sobre él que no recordaba. Pilar Miró, también recién nombrada directora general de Cinematografía, asistía a la escena y apuntó al ministro: había firmado su cese.

Este peculiar episodio de la biografía de Berlanga lo reprodujo con otros protagonistas en su película de 1993 Todos a la cárcel. La escena se puede disfrutar en la sala de cine reproducida en la exposición Interior Berlanga, que puede visitarse en el CaixaFòrum hasta el próximo 20 de abril. La muestra es un homenaje al director de Bienvenido, Mister Marshall en el centenario de su nacimiento.

Interior Berlanga es un recorrido por la vida y obra de uno de los directores de cine españoles más importantes, con películas icónicas, como la ya citada y Calabuch, El verdugo, La escopeta nacional, La vaquilla y París-Tombuctú, entre otras. La muestra permite descubrir al Berlanga más íntimo y a menudo más desconocido, así como sus miedos y fetiches. Por ejemplo, y aunque es un hecho que el cineasta nunca ocultó, buena parte del público descubrirá que tras la Guerra Civil se alistó en la División Azul. Lo hizo para evitar la represión, porque su padre fue gobernador civil durante la República.

Entre sus miedos, se descubren la soledad y la muerte. La exposición explica que la inclusión de la muerte en sus películas era para el cineasta una manera de negarla. Y lo hacía a través del humor como herramienta de supervivencia. La erotomanía también forma parte del Berlanga íntimo que muestran sus obsesiones y fetichismos sexuales.

Escenarios como su despacho, una escuela de principios del siglo XX y un antiguo cine ayudan a que el espectador penetre en la personalidad de un Berlanga que es también supersticioso e hipocondríaco. Y su timidez. Así queda reflejado en una frase del director reproducida en la exposición: “Precisamente, una de las razones que me empujaron a escoger mi oficio fue la de buscar una protección a mi timidez ocultándome al otro lado de la cámara, disfrutando del anonimato que en aquel tiempo tenían los directores, eclipsados por el estrellato de los intérpretes”.

Quizás era su carácter tímido lo que le empujaba a infravalorarse, al menos cuando hablaba de él en entrevistas. Sostenía que no estaba suficientemente preparado, que tenía dificultades con la creación. Por supuesto que no era cierto. Su filmografía es una muestra constante de su maestría. A pesar suyo, estaba más que preparado y cualificado para convertir sus películas en auténticas obras de arte. Su dominio de la técnica cinematográfica tiene su exponente en el arte del trávelin. Berlanga lo dominaba como nadie. Se trata de una escena que se rueda con una sola cámara que se desplaza sobre unas ruedas y que a la vez se aleja y se acerca a los personajes.

Exposición sobre Berlanga en el CaixaFòrum de Barcelona.
La muestra permite descubrir al Berlanga más íntimo y más desconocido.

Al cineasta le gustaban los trávelin largos y con muchos actores, lo que requería una larga y meticulosa preparación que duraba días, hasta que se alcanzaba la perfección en la sincronía coreográfica que debían ejecutar los actores. Precisamente, uno de los puntos fuertes de la exposición es que permite al visitante experimentar él mismo con el trávelin en una sala preparada para ello. La experiencia la guía a través de un vídeo su hijo José Luis.

Las películas de Berlanga también son un recorrido por la historia de la España de posguerra, del tardofranquismo y la transición, con alguna incursión en la Guerra Civil. Siempre con el tono descreído y sin dogmatismos adquirido en sus experiencias de juventud en la Guerra Civil y en el frente ruso en la Segunda Guerra Mundial. Aunque eso no le impidió transmitir su mirada crítica de la sociedad del país. La exposición termina con un homenaje a su tierra, Valencia, y su gran fiesta, las fallas. Una barca con maderas a punto de ser prendida y los vídeos de unos fuegos artificiales de fondo despiden al visitante.

Interior Berlanga es una de las grandes exposiciones del curso en Barcelona. No se la pierdan.

La exposición 'Interior Berlanga'.
La exposición culmina trasladando a las fallas de Valencia.