Los restaurantes de comida temática no dejan de proliferar en Barcelona, con todo tipo de locales especializados en distintos productos de la gastronomía internacional. El Grupo Chalito es una de estas empresas que ha sabido explotar y poner de moda en la ciudad uno de estos referentes gastronómicos foráneos: las milanesas de estilo uruguayo. Caracterizadas por su gran tamaño y por su apetitoso rebozado crujiente, no se acompañan simplemente de patatas fritas, sino que admiten, y ahí está la experiencia y el divertimento del local, cualquier tipo de complemento. Como si fueran una base de pizza, se sirven milanesas acompañadas de distintos tipos de queso, de huevos fritos, de jamón serrano y tomate, de guacamole y nachos, de jamón york y mozzarela fundida, con rúcula y tomate… Las combinaciones son extensas y todo es cuestión de imaginación.
Fundado por cuatro socios, Leonardo y Mariano Bonaduce, Juan Manuel Lema y Asier de Echarri, entre los accionistas del Grupo Chalito figura el jugador de fútbol uruguayo Luis Suárez, que vistió la camiseta del Barça durante seis años. La cadena cuenta actualmente con cuatro restaurantes en Barcelona y Castelldefels y ha cerrado el ejercicio de 2022 con una facturación récord de 10 millones de euros, cifra que supone un crecimiento cercano al 50%.
Este volumen de ventas más que triplica los ingresos alcanzados antes de la pandemia, ya que, en 2009, Chalito facturó tres millones, aunque en ese momento tenía dos locales menos. El primer restaurante se inauguró en Castelldefels en 2016 y, tras ver la buena aceptación de su fórmula, los socios fundadores, en alianza con el entonces jugador del FC Barcelona, dieron el salto a Barcelona con la apertura de su local más emblemático en la céntrica Rambla Catalunya, casi en la esquina con Gran Via.
La expansión, a pesar de la pandemia, se inició en 2020 con las inauguraciones de Chalito Via Augusta y Chalito La Maquinista, ya en 2o21. Ahora, la cadena se prepara para duplicar su tamaño, ya que podría cerrar el año con ocho restaurantes. Según ha anunciado la empresa, en los próximos meses está previsto abrir dos nuevos locales en los barrios de Collblanc y en Poblenou, con una inversión prevista de dos millones de euros. Este presupuesto incluye también el lanzamiento de Chalito Food Truck, una línea de negocio pensada para aprovechar y acercar sus milanesas a los múltiples festivales de música y eventos que se celebrarán en la ciudad este verano.
Además, para finales de año el objetivo es implantar la marca en “dos ciudades vecinas” a la capital catalana y, a comienzos de 2024, el reto es desembarcar en Madrid con la apertura simultánea de dos locales. La idea es poner en marcha también una cocina central en la capital española, una instalación que en Barcelona también se estrenó en 2020.
El Grupo Chalito emplea actualmente a un centenar de personas fijas en sus cuatro restaurantes, cocina central y oficinas; si se suma el personal eventual y de empresas colaboradoras, la plantilla se eleva a 130 empleados. “Con estas cifras, Grupo Chalito se consolida como una de las principales empresas de restauración de Barcelona. El éxito del grupo radica en la apuesta por la innovación, el compromiso con la calidad y la diversidad de experiencias gastronómicas ofrecidas”, ha explicado la compañía.
Leonardo Bonaduce y Mariano Bonaduce son los socios encargados de la dirección gastronómica y operativa de los restaurantes y de la cocina central, mientras que Juan Manuel Lema y Asier de Echarri, desde la dirección ejecutiva, se centran en el desarrollo de marca, las nuevas aperturas y en la estrategia de crecimiento.
