El Lift 99, en Tallin, es uno de los principales viveros de startups de Estonia. @SSV

Casi 1.000 catalanes tienen la residencia electrónica de Estonia

Un tercio la utiliza para emprender, ya que los e-Residentes catalanes han creado hasta ahora 302 empresas en el país báltico, que apuesta por la máxima simplicidad en los trámites burocráticos gracias a una eficiente ventanilla única digital y ofrece un sistema fiscal favorable para la inversión

Hace ocho años, Estonia creó un programa para hacer accesibles los servicios digitales que ofrecía a sus ciudadanos a los de otros países mediante una residencia electrónica. Conocido como e-Residencia, este documento de identidad digital permite ejecutar procesos como comprar una casa o abrir una empresa, sin necesidad de tener que desplazarse presencialmente ni tener contratado a nadie local.

Desde entonces, esta propuesta pionera ha convencido a más de 96.000 personas de 180 países del mundo. “Si viniesen todas a Estonia, constituirían la segunda ciudad más grande del país”, explica Lauri Haav, director general del programa e-Residencia. “Se crean más e-Residentes que bebés nacen”, añade. De todas ellas, unas 23.000 han creado compañías, cifra que representa el 20% de los nuevos negocios que se generan en el país báltico, con un sistema fiscal amigable para la inversión.

Con la pandemia, la residencia electrónica de Estonia aceleró en España, donde ya suma unos 5.000 e-Residentes, de los cuales 1.900 han constituido una compañía con sede en el país. Cerca de una quinta parte de los españoles que han aplicado para la e-Residencia son catalanes, con un total de 926 que la han solicitado. Los e-Residentes catalanes han creado 302 empresas estonias (un 33%), sobre todo desde Barcelona, pero también desde otras ciudades como Terrassa, Sabadell, Castelldefels, Sitges, Calafell, Cambrils, Salou, Tarragona, Mataró, Lloret de Mar, Palamós, Calella o Girona.

Uno de ellos es Jesús Picornell, consejero delegado y fundador de Globalspark, una startup creada a finales de 2019 que ofrece apps móviles para usuarios de GPS. Picornell llegó al mundo empresarial por casualidad, remarca, después de crear un software para él que vio que podía comercializar. Cuando se enfrascó en la tarea de constituir una empresa, teniendo en cuenta que iba a mantener su ocupación principal como profesor de Informática, vio que la opción más fácil era la de la residencia digital estonia. “Es todo muy ágil y está centralizado en único portal donde se hacen todas las operaciones”, subraya. No solo en el momento de la constitución, también en los trámites posteriores, como la declaración que tiene que rellenar una vez al año sobre los ingresos, los gastos y los beneficios registrados, que no le quita más de media hora. “Si hubiera tenido que crear la compañía aquí no lo hubiera hecho”, sostiene.

El tipo de empresas para las que más funciona esta residencia estonia, según Haav, son las digitales como Globalspark, sin un producto físico que comercializar, pero también para aquellas con clientes y trabajadores repartidos por diferentes países, tendencia acelerada con la generalización del teletrabajo. También funciona para las pymes que se quieran internacionalizar, remarca el portavoz, teniendo en cuenta que hay pocos trámites que cumplimentar y que se pueden hacer de forma rápida, lo que interesa especialmente a aquellas empresas con una estructura reducida, disminuyendo también los costes.

Lauri Haav e-Residency
Lauri Haav, director general del programa e-Residencia.

A pesar de que en Madrid tienen más facilidades para obtener la e-Residencia, teniendo en cuenta que se tiene que ir a buscar a la embajada, Catalunya supera el número de e-Residentes y compañías creadas respecto a la comunidad madrileña. Concretamente, la cifra se sitúa en los 744 e-Residentes y las 220 compañías creadas (un 30%) en Madrid. Para agilizar la obtención del documento de identidad digital, el programa estonio está probando un piloto en el que el cónsul está viajando a Barcelona para entregar regularmente la e-Residencia a los emprendedores que se encuentran en la capital catalana.