Con la marca Barcelona por bandera, este restaurante se ha hecho famoso en Palo Alto y en el resto de la Bahía de San Francisco por sus tapas, sus sangrías tipo cocktail, sus variadas paellas, su pulpo a la gallega de vanguardia y su torrija; además de por su personal amable, joven y risueño. A pesar de que la pandemia de la covid-19 estalló pocos meses después de la apertura de sus puertas, el Telefèric Barcelona de Palo Alto consiguió reinventarse poniendo en marcha un potente servicio de delivery y take-away, para poder acercar sus paellas a los hogares y backyards de los trabajadores de las compañías tech de la zona, lo cual les ayudó a crecer y a consolidar su marca y reputación.
Una vez la normativa del estado de California y el condado de Santa Clara lo permitió, Telefèric sacó sin dudarlo ni un segundo sus mesas a la calle y, con la ayuda de unas buenas estufas, consiguió seguir siendo el restaurante en boca de todos. Así, la marca Barcelona goza en Palo Alto de un momento álgido; ya que todos han ido, o quieren ir, al Telefèric Barcelona.
En el Telefèric de Palo Alto, el personal habla también catalán; algo que hace sentir como en casa a todos los catalanes y catalanas instalados en la zona por estudios o trabajo que, debido a la pandemia, se han encontrado con grandes dificultades para poder ir de visita a su tierra.
Con manjares tan auténticos como gambas al ajillo, gazpacho, croquetas o patatas bravas, el Telefèric ha sabido encontrar el equilibrio entre tradición y modernidad; sin dejar de lado los particulares gustos del público americano.
The New Barcelona Post ha podido hablar con sus propietarios, Xavier Padrosa y Maria Padrosa, quienes nos han contado sus inicios y su filosofía de trabajo: “Telefèric es una marca familiar con mucha historia, avalada con más de 26 años de rodaje en el sector. Nuestro viaje empezó a principios de los noventa en un pequeño local en el centro de Sant Cugat, que fue la cuna de los primeros pintxos y tapas en Barcelona (por aquel entonces no había aún restaurantes de pintxos en la ciudad). El éxito fue tal que años más tarde decidimos abrir otro en el centro de Barcelona, en el área de la Eixample. La calidad de producto es la base de todos nuestros pintxos y tapas, procuramos trabajar siempre con producto de proximidad y producto importado del País Vasco para seguir marcando en nuestra oferta nuestra procedencia”.
“El servicio —añaden los Padrosa— y conseguir hacer sentir al cliente como en su casa es nuestro legado; al Telefèric no se viene solo a comer, sino a vivir una experiencia única, y eso no solo pasa por lo que vaya en el plato sino por cómo se le reciba desde que entra por la puerta; conseguimos transmitir ese espíritu familiar a nuestros camareros para que ellos lo hagan con nuestros clientes. A los pocos años, decidimos cruzar el charco y abrimos en San Francisco, California”.
Pero el restaurante de Palo Alto no es el único que tiene este grupo en la zona de la Bahía de San Francisco. El Telefèric de Walnut Creek, también en la bahía, fue galardonado con el premio al mejor restaurante de la ciudad en 2016, y fue incluido dentro del ranking de los top 10 restaurantes de Estados Unidos por su diseño interior.
“Siempre nos ha movido la ilusión… la ilusión de crear, la ilusión de ilusionar a nuestros clientes, ¡esa es nuestra gran razón de ser y el motivo por el cual emprendemos todos y cada uno de nuestros proyectos! ¡Te invitamos a conocer nuestra historia, formar parte de nuestro presente y porqué no, de coincidir también en un futuro!¨, concluyen los dueños de Telefèric.
Dado el éxito de estos dos establecimientos; el grupo no descarta la apertura de nuevos restaurantes en California, algo que sin duda es una gran noticia para la marca Barcelona.