Cuando se piensa en los grandes atractivos de Barcelona a menudo se suele considerar el mar, el clima o sus numerosos monumentos. Aun así, la capital catalana también destaca por otros muchos motivos, que, a menudo quedan ocultos, como es la variada y excelente oferta de música clásica. Pau Casals, Montserrat Caballé o Alícia de Larrocha son algunos de los músicos de renombre que han dejado un profundo legado en la ciudad, un legado que han continuado con magnificencia las nuevas generaciones de artistas. La ciudad se quiere reivindicar ahora como capital de la música clásica con el festival Barcelona Obertura Ciutat de Clàssica, que ofrecerá hasta unos cuarenta conciertos clásicos y óperas de 500 artistas internacionales y locales en 26 espacios únicos de la ciudad.
Barcelona Obertura Ciutat de Clàssica nació en 2015 de la mano de las tres grandes salas de concierto de la ciudad — Palau de la Música Catalana, el Gran Teatre del Liceu y L’Auditori —, impulsados por Barcelona Global, y con el apoyo del Instituto de Cultura de Barcelona (ICUB). Este año, Turisme de Barcelona se suma a la propuesta como coordinador, con el objetivo de difundir Barcelona internacionalmente a través del reclamo de la música.
El objetivo, como ha explicado el director general de Turisme de Barcelona, Mateu Hernández, no es atraer más turistas sino atraer turistas de calidad. Un objetivo que la entidad persigue a través de su programa Barcelona Art Season para difundir los excelentes atractivos artísticos de la capital catalana, así como a través de los cada vez más numerosos congresos médicos. “Debemos conseguir que las 155.000 camas disponibles en la ciudad estén ocupadas por los mejores visitantes, y el melómano es un tipo de turista que nos interesa porque es respetuoso y genera beneficios, consume en los restaurantes y habla de Barcelona a su vuelta a casa”, ha resumido Hernández.

Un objetivo que también enfatiza el festival de música clásica que, como proclama su lema “come for the music, stay for the rest”, busca atraer amantes de la música de todo el mundo y, además, hacerlos descubrir el resto de atractivos que ofrece la ciudad. Con este propósito, durante la sexta edición del festival, el ciclo contará con artistas como Nadine Sierra, Teodor Currentzis o Diana Damrau como grandes reclamos.
A pesar de su mirada internacional, el festival tampoco olvida el público local y ofrecerá un total de 23 conciertos gratuitos en espacios únicos como museos, bibliotecas, centros cívicos o incluso espacios históricos como la Casa Batlló o el Pabellón Mies van der Rohe. “El objetivo es que nuestros ciudadanos se sientan orgullosos y propietarios de su ciudad, de sus espacios emblemáticos y de su talento local emergente y, por este motivo, se programarán conciertos por todos los distritos de la ciudad con la idea de descentralizar la música”, ha defendido Xavier Marcè, regidor de Cultura e industrias Creativas, quien incluso ha apuntado la posibilidad de elevar este festival a escala metropolitana en próximas ediciones.

Este año se incorporan hasta ocho nuevos espacios singulares donde tendrán lugar la veintena de conciertos gratuitos, como son la Torre Collserola, la Facultat de Dret de la Universitat de Barcelona, el Refugi de la guerra civil 307, la Casa de l’Aigua de Trinitat Nova, la Parròquia del Crist Redemptor, el Dipòsit del Rei Martí, el Monestir de Pedralbess y la Biblioteca Jaume Fuster, que se suman a la lista de otros espacios habituales como la Fundació Miró o el Mirador Torre Glòries. El objetivo es que los vecinos puedan redescubrir espacios de diferentes distritos con la música como reclamo, “unos espacios que no solo son generalmente infravalorados por los vecinos, sino que incluso no están abiertos al público normalmente cómo es la Torre Collserola”, como ha destacado el director artístico del festival, Víctor Medem.
En estos espacios singulares actuarán hasta 200 artistas locales emergentes, provenientes del Conservatori del Liceu o del Coro del Palau, pero también otras instituciones como la Escuela Superior de Música de Catalunya (ESMUC). Así, destacarán conciertos de artistas como los pianistas Luz Colomer o Ot Ortega, la guitarrista Emma Campàs, los cantantes Cecilia Rodríguez, Lluís Calvet o Michèle Bréant, así como formaciones de sextetos de cuerda, una formación poco habitual en el mundo de la música clásica.
En su anterior edición, estos conciertos gratuitos reunieron hasta 3.700 personas, con un 90% de ocupación. Para esta extensa programación, el festival cuenta con una aportación extraordinaria de hasta 350.000 euros del Ayuntamiento, a través del Institut de Cultura de Barcelona y Turisme de Barcelona, a partir de los beneficios obtenidos de la tasa turística, además del presupuesto aportado por las tres salas de concierto impulsoras de la iniciativa.

Así, durante la primavera, y concretamente del 19 de marzo al 11 de abril, la música clásica florecerá en Barcelona “en una época en que al resto de Europa no se programa ningún concierto porque las condiciones meteorológicas no lo permiten”, como ha defendido el presidente de Barcelona Obertura, Ramon Agenjo. Además de los 23 conciertos gratuitos, las tres grandes salas de conciertos de Barcelona también ofrecerán hasta 18 conciertos clásicos y líricos de pago para demostrar la capacidad de la ciudad de atraer grandes nombres de la escena musical internacional.
El Palau de la Música Catalana ofrecerá un total de ocho propuestas diversas que incluyen la Novena Sinfonía de Bruckner, en un año en que se conmemora el bicentenario del nacimiento del compositor austríaco, dirigida por el aclamado director Teodor Currentzis. El espacio modernista también será el escenario del concierto lírico de la soprano Diana Damrau acompañada del tenor Jonas Kaufmann, y Helmut Deutsch al piano.
Por su parte, el Liceu presentará hasta ocho propuestas que incluyen propuestas como el debut en Barcelona de Lohengrin de Wagner, con la bisnieta del compositor alemán como directora de escena, en un concierto dirigido por Josep Pons. El teatro también recibirá Nadine Sierra, una de las sopranos que se ha convertido ya en habitual de la sala, y Pretty Yende, dos de las voces más aclamadas del panorama actual, en un recital que viajará desde Rossini o Donizetti al romanticismo de Verdi.

Finalmente, L’Auditori también ofrecerá ocho conciertos con el violín como gran protagonista, que se iniciarán con el Concierto para violín de Txaikosvky, interpretado por la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC) con el solista Marc Bouchnov, así como actuaciones de formaciones consolidadas como Vespres d’Arnadí, dirigida por Dani Espasa, en Sant Felip Neri. Las entradas para los conciertos se pondrán a la venta el martes 11 de marzo a las 10 h por aquellas actuaciones entre los 19 y 29 de marzo, y el miércoles 19 de marzo en la misma hora por los conciertos que tendrán lugar entre el 29 de marzo y el 11 de abril.