“El panot de flor representa a Barcelona en todo el mundo, y ahora se trata de actualizar este icono para un futuro verde y sostenible”. Ésta es la condición básica que aparecerá en el concurso que el Ayuntamiento de Barcelona, a través de fundación municipal para la innovación urbana BIT Habitat, ha puesto en marcha para tener un nuevo panot que incorpore soluciones y tecnologías innovadoras que lo hagan más sostenible para el futuro. Y que, a la vez, siga siendo un símbolo y la imagen de Barcelona en todo el mundo.
Con este llamamiento se quiere animar a empresas y profesionales a crear un panot adaptado a las necesidades actuales, en el marco de un contexto de emergencia climática, que sea la base de la reurbanización de los primeros cuatro ejes verdes del Eixample —en las calles Consell de Cent, Rocafort, Comte Borrell y Girona—, que se empezará a ejecutar en junio, y que se enmarca dentro del proyecto Superilla Barcelona.
El llamamiento va dirigido al ecosistema innovador de la ciudad para buscar las mejores propuestas de solución para el panot del siglo XXI, con características como que el impacto ambiental deberá ser menor que el actual, por lo que será necesario reducir las emisiones de CO2 en la fabricación y transporte, uso de material reciclado, reducción de recursos empleados, reducción de residuos generados en la fase de obra, etc.
También se valorarán las mejoras en las características físicas y mecánicas y la durabilidad funcional, que sean replicables y escalables, que tengan variantes de sección que incorporen su permeabilidad y mejoren el ciclo del agua de la ciudad, y que estén creados con un enfoque multidisciplinar.
El Ayuntamiento ha determinado que las propuestas —que se pueden presentar hasta el próximo 21 de abril— tendrán que incluir las actividades de búsqueda y fabricación de los panots prototipos necesarios para cubrir una superficie de 1.000 metros cuadrados y la certificación de las piezas fabricadas.
Para financiar la iniciativa, el consistorio ha establecido un fondo de 240.000 euros para los proyectos que sean seleccionados y que se testearán en el espacio público como prueba piloto, con un máximo de 80.000 euros por proyecto.