Se nota que se acerca el verano en Barcelona, si es que no ha empezado ya, y que esta temporada la afluencia de turistas volverá a cantidades prepandémicas. No es de extrañar que, en las últimas semanas, hayan aterrizado dos marcas de heladerías en la ciudad, ubicándose estratégicamente en el centro, donde han encontrado locales que antes de la covid hubiera sido difícil conseguir. Badiani y Lucciano’s son las nuevas enseñas, ambas con orígenes y propuestas diferentes.
Leonardo Ongaro, coordinador senior de negocio en Badiani, cuenta que su firma nació hace casi cien años en Florencia, ciudad en la que señala que se inventó el helado y, en consecuencia, sus helados artesanales han pasado los años rodeados de mucha competencia. Haciendo un guiño a este origen, la marca ofrece la receta original del primer helado que existió, muy sencilla, solo con cuatro sabores. Y, adaptándose a su nueva ubicación, han creado uno “con sabor Barcelona”, con los colores de la bandera catalana obtenidos a partir de chocolate blanco con cúrcuma y frambuesa. Para Sant Jordi, cuando abrieron puertas, también idearon un helado para la ocasión, elaborado a base de nata y huevos con salsa de chocolate y caramelo, coronados con flores de oblea. Estos tres serán algunos de los más de 100 sabores que se podrán probar en su local.
Badiani empezó su expansión internacional hace poco, llegando a Londres en 2015, después de haberse consolidado en su país de origen. España es el segundo mercado en el que se han instalado. “Si funciona en Londres, con un clima horroroso, también lo hará en lugares con uno más similar al de Italia”, señala Ongaro. A eso se le sumó que a los italianos les encanta Barcelona, remarca.
La enseña ha invertido unos 300.000 euros en su primer local en la ciudad, ubicado en Rosselló con Paseo de Gràcia. La plantilla está formada por ocho trabajadores, seis de los cuales están en el local y dos en el obrador, visible desde el mostrador para que los clientes puedan ver el proceso de producción de los helados. Para poner en marcha el establecimiento, han contactado con proveedores locales para el suministro de algunos productos como la leche. Después de Barcelona, la empresa italiana seguirá su desembarco por el resto de Catalunya y la costa española. También está buscando nuevos locales en la capital catalana.
La heladería de Badiani en Rosselló ya lleva dos semanas abiertas, pero este viernes se le ha añadido una nueva competidora con la de Lucciano’s, en la esquina de Rambla Catalunya con Gran Via. Christian Otero es el fundador de esta firma argentina, surgida en la ciudad de Mar del Plata como un hobby compartido con su padre en 2011. Su apuesta pasa por “ofrecer el mejor helado artesanal y una experiencia completamente diferente”. En su local en la capital catalana, han simulado el interior de una nave espacial, colgando a un astronauta en el techo. Una vez dentro, se podrá escoger entre más de cuarentena sabores y polos.
La apuesta de Lucciano’s pasa por “ofrecer el mejor helado artesanal y una experiencia completamente diferente”, simulando en su tienda de Barcelona una nave espacial
Lo que empezó como un entretenimiento familiar fue creciendo y expandiéndose por Argentina, donde concentra la mayoría de sus 60 establecimientos, y luego inició la internacionalización. Hace dos años llegaron a Estados Unidos, donde ya cuenta con dos locales y el mes que viene sumará cinco más, y después vino Uruguay e Italia y ahora España.
Barcelona ha sido su primera parada, con una inversión de más de 600.000 euros y la contratación de 18 trabajadores, pero el mes que viene ya estarán en Málaga. Quieren expandirse por Europa, pero el foco lo tienen puesto en el mercado español, siempre y cuando encuentren los locales adecuados. En la capital catalana, de la que valoran su buen clima y su demanda por el helado artesanal, no descartan tener más de un punto de venta.