Barcelona mejora su valoración como ciudad donde emprender

Pese a la pandemia, la capital catalana sigue siendo vista como un destino atractivo donde emprender y hacer crecer a las startupsAsí lo constata la segunda edición del Barcelona Global Scale-up Monitor, realizado por Barcelona Global en colaboración con CaixaBank y con el apoyo metodológico de IESE. De hecho, el impacto de la crisis del coronavirus ha afectado de manera desigual a las empresas emergentes de la ciudad, con un 59% quedándose igual o aumentando ingresos y un 41% viendo como se reducían.

Unos 60 fundadores de scale-ups han participado en esta encuesta de Barcelona Global, hecha a partir de un cuestionario con 78 preguntas, respondidas entre diciembre del año pasado y marzo de 2021. El término scale-ups hace referencia a aquellas empresas emergentes que ya han adquirido cierto tamaño y se han expandido rápidamente. Cooltra, Colvin, Fractus, Glovo, Holaluz, Iomed, Minoryx Therapeutics, Sequra o Typeform serían ejemplos de este tipo de compañías con sede en Barcelona.

El perfil de scale-up barcelonesa que se dibuja en esta encuesta pasa por la clara predominancia de empresas con base tecnológica (el 96%), aplicada a múltiples sectores, y una fuerte internacionalización. Poco alentadora es la participación de mujeres en su fundación, llegando a solo el 15% de compañías que cuentan con alguna en su equipo original.

Sobre la nota que le dan a la ciudad, los emprendedores barceloneses consultados continúan considerándola como una buena ubicación en la que arrancar un negocio y hasta lo hacen más que hace tres años, pasando del 4,6/7 obtenido en 2018 al 5,3/7 de 2021. Su calidad de vida es la principal causa de este resultado, pero también influyen, aunque en menor medida, los trabajadores disponibles con los sueldos que ofrecen y la posibilidad de atraer a profesionales internacionales.

Hay un amplio consenso en que la regulación actual es una de las principales amenazas para el ecosistema emprendedor, con un 71% de los encuestados señalándolo como el primer obstáculo. A mucha distancia, le siguen la vivienda, la conectividad aérea y la calidad de las infraestructuras digitales.

Aunque la disponibilidad de talento es vista por algunas compañías como una virtud del ecosistema barcelonés, otras lo ven como uno de sus principales problemas. Esta sensación concuerda con lo expresado por múltiples informes, que señalan la falta de perfiles aptos para estos nuevos negocios como una de sus asignaturas pendientes de la capital catalana.

En este sentido, un 61% de los emprendedores consultados indica que no existe la oferta laboral suficiente y un 12% cree que sí que la hay pero no con la cualificación que necesita. Esta cuestión también afecta a la poca disponibilidad de directivos con experiencia para hacer crecer a las empresas, detectada por el 70% de los encuestados.

 

Pese a la falta de perfiles, el 95% de las scale-ups tiene planes de contratar a más profesionales en los próximos 18 meses. De estas, el 32% prevé incorporar a más de 30 trabajadores. Esta tendencia coincide con la que han registrado algunas empresas durante la pandemia, con el 29% de las encuestadas ampliando plantilla para poder responder al crecimiento que estaban teniendo.