El retorno de los salones para el gran público en Fira de Barcelona ha pasado la prueba con nota. La afluencia de visitantes al B-Travel ha superado las expectativas iniciales, dejando sin mapas algunos estands y haciendo esperar a más de uno hasta que le llegase su turno.
La foto final se ha situado en los 10.000 asistentes al recinto Montjuïc, lleno de dispensadores de gel hidroalcohólico, mamparas y recorridos en un único sentido. Aún se está lejos de los 30.000 de 2019, pero en tiempos de pandemia la cifra obtenida es un éxito.
Con más de 60 expositores, los destinos más demandados durante los tres días que ha durado el salón han sido Catalunya, Andalucía, Baleares y Canarias, aunque también ha habido quien se ha aventurado a conocer la oferta que se presentaba más allá del territorio nacional, con un especial protagonismo de las ciudades europeas e Indonesia. No han faltado las furgonetas ni propuestas innovadoras, como las rutas que quieren descubrir el patrimonio industrial repartido por España.
“Los expositores están satisfechos por el interés y la afluencia de visitantes, que pone de manifiesto la incipiente reactivación del mercado”, expone el presidente del salón, Martí Sarrate, quien asegura que el B-Travel ha contribuido a la recuperación de uno de los sectores más afectados por la pandemia.
