El Consorci de la Zona Franca de Barcelona ha adjudicado finalmente los terrenos de Nissan al grupo Goodman y al D-hub, que será el encargado de reindustrializar la planta de Nissan después del cierre. La operadora logística australiana es quien presentó la candidatura de modo formal y actúa como socio logístico del hub de movilidad, formado por una decena de empresas lideradas por QEV y Btech, que se han propuesto impulsar la marca de vehículos industriales eléctricos Zeroid y recuperar la marca Ebro.
Goodman es propietaria y gestiona varios espacios logísticos en toda Europa, Estados Unidos y la región de Asia-Pacífico. La mesa de contratación confirmó que la propuesta de la compañía cumple con los requisitos exigidos por la licitación.
En un comunicado conjunto, el Consorci de la Zona Franca, la Generalitat y el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, se han felicitado por el retorno de la actividad industrial a estos terrenos después de que Nissan abandonara la actividad a finales de 2021 y que el proceso de adjudicación a Goodman y a la empresa D-hub haya culminado tras “un largo proceso que ha respetado los principios de legalidad y transparencia” por parte de la mesa de reindustrialización.
El adiós de Nissan se anunció oficialmente en mayo de 2020, justo después del confinamiento de la población para combatir la pandemia. Tras meses de huelgas, los trabajadores llegaron a un acuerdo con la multinacional para pactar los despidos.
A continuación se constituyó una mesa formada por la Generalitat, el Gobierno, los sindicatos y la propia Nissan para pilotar el proceso de reindustrialización de las fábricas de Barcelona, Montcada i Reixac y Sant Andreu. El objetivo era encontrar un sustituto del propio sector para evitar pérdida de tejido industrial, informa ACN.
El gigante automovilístico chino Great Wall Motors se postuló como candidato y sonó como sustituto de Nissan durante meses, pero acabó retirándose del proceso justo antes de que la planta barcelonesa fabricara su último vehículo, en diciembre de 2021. Nissan produjo el último coche en Barcelona y acabó con más de 40 años de producción local aún sin contar con un plan industrial definido.
El fracaso de las negociaciones con la empresa china, que era el proyecto preferido, supuso un revés en las negociaciones. A partir de ese momento, se postuló como candidato preferido el consorcio D-Hub, integrado por un conjunto de empresas lideradas por QEV y Btech, que quieren impulsar la marca de vehículos industriales eléctricos Zeroid y recuperar la marca Ebro. Otro firme candidato era el fabricante de motos eléctricas Silence, que ya está trabajando en las instalaciones, ocupando una extensión de 61.078 metros cuadrados y contrató a una parte de los trabajadores de la antigua Nissan.
En paralelo, la empresa nipona también recibió la autorización para que el Centro Técnico de la marca pudiera continuar su actividad dentro del recinto, en este caso ocupando 38.438 metros cuadrados y empleando a 287 trabajadores.
En verano, la comisión abrió el proceso de puja por los terrenos a un operador logístico, aunque el procedimiento ha acumulado retraso tras retraso. El plazo para presentar candidaturas terminó en octubre con sólo un candidato válido, pero no ha sido hasta este miércoles que se ha conocido el resultado.
El concurso prevé un arrendamiento de cincuenta años con posibilidad para alargarlo otros 20 y que el adjudicatario invierta al menos 100 millones de euros.
La mesa de reindustrialización que se celebrará el 28 de febrero debe servir para ratificar también los acuerdos para el traspaso de los activos de Nissan al hub, que no podían firmarse hasta que se resolviera el concurso.
El proceso para encontrar un gestor logístico que respondiera directamente por los terrenos frente al Consorci de la Zona Franca (CZFB), que es su propietario, coincidió en el tiempo con la adjudicación de los fondos europeos del Perte del coche eléctrico. El hub de descarbonización no pudo presentar todos los avales que reclamaba el ministerio y acabará recibiendo menos recursos, unos 62,5 millones.
Los trabajadores han tenido que esperar dos años, durante los cuales se han ido agotando las prestaciones por desempleo, para saber quién será el sustituto de la compañía nipona, que tenía relación con Catalunya desde 1979.
Quedan por recolocar unos 1.300 trabajadores de Nissan, descontadas las jubilaciones y las personas que han decidido dejar la empresa con una indemnización de 60 días por año trabajado. En total, el cierre procovó que perdieran su empleo 2.500 trabajadores.
En cuanto a la contratación, los sindicatos y el hub están trabajando para poder contratar a más empleados de los previstos inicialmente. Una opción sería realizar contratos más cortos, de 32 horas. La idea con la que trabajan es que en enero de 2024 todos los empleados estén contratados. También se está planteando con la Generalitat utilizar fondos europeos para promover la formación de los trabajadores.