El escritor keniano Ngũgĩ wa Thiong’o, en su libro Desplazar el centro, dijo: “Los artistas forman parte del proceso de creación de imágenes. Los artistas hacen dibujos del mundo”. Ante un etnocentrismo europeo que ha marcado la hegemonía cultural y ha desplazado el resto de centros creativos hacia los márgenes o los ha convertido en exotismos atractivos, las tendencias actuales muestran una voluntad de acercar y visibilizar la multiplicidad de realidades sociales para obtener, con la voz de sus protagonistas, una comprensión genuina de otras culturas. Hablamos, en definitiva, de descolonización, costumbres compartidas, de nadar en otros imaginarios.
Con estas ideas en mente, el festival Etnoscòpic nace de la propuesta conjunta de Eufònic, el festival de las Tierras del Ebro referente en artes sonoras, visuales y digital-performativas, y el Museu Etnològic i de Cultures del Món de Barcelona y se celebra del 27 al 30 de mayo en la sede del museo de la calle Montcada, en el barrio del Born. En él, se dan cita una gran variedad de artistas que muestran la diversidad creativa de África, Asia, América y Oceanía y que reflexionan en torno a la etnología, la ciencia que estudia las culturas del mundo mediante la combinación de técnicas artísticas y digitales con un trasfondo disruptivo a la par que onírico.
Se dan cita una gran variedad de artistas que muestran la diversidad creativa de África, Asia, América y Oceanía
Frislandia es una conocida isla fantasma del océano Atlántico que apareció cartografiada por vez primera en un mapa de Nicolo Zeno en 1558. Tras casi un siglo y medio de constancia en los mapas, se borró su rastro a partir de 1693. Solo podemos hacer hipótesis sobre si fue una creación voluntaria o una equivocación en la que se duplicara alguna isla cercana. A través de esta anécdota, el artista y músico Andrew Pekler (Uzbekistán, 1973), en colaboración con la antropóloga Stefanie Kiwi Menrath, presenta la instalación Phantom Island: A Sonic Atlas, un mapamundi que traza los sonidos e historias de estas islas fantasma mediante la música pseudo etnográfica, la música sintética y las grabaciones de campo irreales.
Esta estética onírica que diluye varios planos de realidad también es perceptible en Blacksea Não Maya, comandado por DJ Kolt, que presenta su nuevo álbum Máquina de Vénus, un trabajo de atmósfera tenebrosa y sonidos oscuros, mezcla de los ritmos tradicionales angoleños y la música de club contemporánea de los suburbios de Lisboa.
La programación del festival Etnoscòpic cuenta con otras actividades musicales y conciertos: collages de música popular que vinculan los distintos pueblos del Mediterráneo (Antropoloops), folklore griego combinado con el futurismo del auto-tune (Christos Chondropoulos), electrónica vanguardista (Sandra Monfort), pop radical y psicodélico (Atomizador), correlaciones simbólicas entre música mákina y folklore católico (Marc O’Callaghan) y sesión DJ que nos transporta desde Japón hasta América (Troya Modet).
Además, hay un par de piezas de danza (Toni Jodar y Raquel Gualtero), una audioguía que cuestiona los usos reales de los objetos del museo (Irene Visa) e instalaciones artísticas escultóricas (Martín Kaulen) y visuales (Lola Mansilla), donde destacamos la intervención de la artista francoguayanesa Tabita Rezaire (Francia, 1989) que pone en tela de juicio el colonialismo electrónico y la descolonización a través de las políticas de la tecnología y la antigua espiritualidad de raíz africana. Su lenguaje provocador recorre temas como la desconexión de la vida, el racismo y la identidad.
Tabita Rezaire (Francia, 1989) pone en tela de juicio el colonialismo electrónico y la descolonización a través de las políticas de la tecnología
Además de las múltiples propuestas escénicas, el Etnogràfic incluye un ciclo de charlas. La primera, con la artista y ceramista Rosa Amorós, quien habla de su colección privada de arte primitivo y de los vínculos entre ésta y su obra, marcada por el primitivismo y los elementos simbólicos; la segunda, con Tania Adam, periodista y productora cultural que explora las diásporas negras y la música africana; y la tercera, con el filósofo, escritor y agitador cultural Franco “Bifo” Berardi, donde reflexiona sobre las transformaciones del trabajo, la sociedad y los medios de comunicación en la era de la globalización.
Como colofón, el festival Etnoscòpic organiza un concierto exclusivo en la Basílica de Santa María del Mar del músico y productor KMRU, alias de Joseph Kamaru, nacido en Nairobi y residente en Berlín, máximo exponente de la escena de música experimental de África Oriental. Sus producciones incluyen grabaciones de campo, improvisación, noise, radio-arte y aprendizaje automático.