Nora Navas en La Vampira de Barcelona, una de las películas favoritas.

Argumentos catalanes en los Premios Goya y Gaudí

Hacemos un repaso de las películas catalanas mejor posicionadas para ganar este año los grandes premios de las dos academias de cine

El pasado año, la ceremonia de entrega de los premios Gaudí fue el 19 de enero, una semana antes que la de los Goya, que se celebró el día 25, y ambas justo al filo de que España entrara en un colapso inimaginable a causa de la pandemia y en un territorio desconocido que ha cambiado por completo la vida en general y el cine en particular. Durante este tiempo, el cine se ha cocinado y consumido de un modo distinto, y ahora llega el momento de premiarlo, cosa que también se hará en condiciones muy distintas: primero los Goya, el 6 de marzo, en Málaga y en el Teatro Soho CaixaBank, propiedad de Antonio Banderas, y después los Gaudí, el 21 de marzo, en el Auditori Fòrum CCIB de Barcelona. Y el gran protagonista de la noche, con el permiso de ganadores y perdedores, será la “conexión en directo”, en una mezcla de cercanía y distancia que tendrá que proporcionarnos en streaming todo el compadreo, la emoción, la decepción, espectáculo, pesadez y humores, buenos y malos, que siempre acompañan a la gala.

 

La producción de cine en catalán durante 2020 ha caído en picado y ello afecta a la personalidad de los Gaudí y a su categoría más importante, la de mejor película en esa lengua, donde aparece un título muy por encima de los demás, La vampira de Barcelona, de Lluís Danès, que aspira además a otros trece premios.

Los otros títulos nominados a mejor película, como L’ofrena, La dona il.legal y Les dues nits d’ahir, ni siquiera han conseguido colocar a sus directores (Ventura Durall, Ramon Térmens y Pau Cruanyes) entre los aspirantes al Gaudí de mejor dirección y mejor guion, donde sí están Pilar Palomero (Las niñas), Icíar Bollaín (La boda de Rosa) y Cesc Gay (Sentimental), que también forman el grupo de favoritos para la inminente entrega de los Goya. En realidad, las películas nominadas en los Gaudí a mejor film en lengua no catalana, candidatura que componen estos tres títulos además de Adú, de Salvador Calvo, son las que previsiblemente coparán todos los grandes premios Goya de este año.

Si bien el cine “en” catalán no ha tenido su mejor año (¿quién puede presumir de tal cosa?), lo cierto es que la presencia catalana, sin el “en”, en los Goya y los Gaudí, está llamada a ser muy significativa y sustancial, y subrayamos a continuación unos cuantos argumentos, títulos de película y nombres de candidatos que deben de ser protagonistas durante la noche de estos premios.

  • Sentimental. La obra de Cesc Gay que está seleccionada en varios de los apartados más importantes de los Goya y los Gaudí, entre ellos el principal de mejor película, y Cesc Gay a los de mejor director y mejor guion. También uno de sus protagonistas, Javier Cámara, opta a ambos premios como mejor actor protagonista; Alberto San Juan y Griselda Siciliani solo aspiran a un Goya secundario. Elaborar pronósticos sobre los premios y premiados, teniendo en cuenta la variedad, el gusto y el tacto de los académicos de aquí y de allá que los eligen, es un pasaporte perfecto para el error, pero digamos que Sentimental está mejor colocada para los Gaudí que para los Goya.
Belén Cuesta, Alberto San Juan, Javier Cámara, Cesc Gay y Griselda Siciliani.
  • Isabel Coixet. La directora de Nieva en Benidorm llega a los Goya con solo dos candidaturas, la de su director de producción, Toni Novella, y la de la propia Coixet, que aspira al de la mejor dirección. Con todas las precauciones, podría arriesgarse la conjetura de que no tiene auténtico peso entre las favoritas, pues Nieva en Benidorm ha pasado de puntillas por la mirada de la Academia, que la ha ignorado en la selección previa al grueso de los galardones importantes de película, actores o guión. Por otra parte, Isabel Coixet no ha conseguido ni una sola papeleta para los Gaudí.
La directora de cine catalana Isabel Coixet.
  • My Mexican Bretzel. Sin ninguna duda, una de las sorpresas de este año. La barcelonesa Núria Giménez Lorang ha conseguido con su primer largometraje, una ingeniosísima miscelánea de documental y melodrama, una película llena de magia, sentimiento y nostalgia. Opta a dos premios Goya, el de mejor documental y mejor dirección novel, y aunque Núria Giménez Lorang merezca sobradamente ambos, da la precipitada impresión de que no ganará ninguno, pues compite contra el muy aplaudido documental El año del descubrimiento y contra la directora novel Pilar Palomero, que con Las niñas tiene muchas papeletas de convertirse en la gran triunfadora de ambas galas (opta a trece premios Gaudí)…, aunque esas papeletas también la convierten en potencial gran perdedora. Donde sí podrá tener mejor noche Mi Mexican Bretzel es en los Gaudí, pues aspira al mejor guion y, con más garantía de éxito, al mejor documental.
Un instante de My Mexican Bretzel.
  • David Verdaguer. La excelente película Uno para todos, dirigida por David Illundain, cuyo argumento se centra en un maestro, en su clase de niños de sexto de Primaria y en las relaciones, sentimientos y circunstancias, no ha conseguido mayor reconocimiento previo de las Academias que la candidatura a mejor actor de su protagonista, David Verdaguer, que ya ganó un Goya como actor de reparto en 2018 por Verano de 1993 y un Gaudí por Tierra firme. La película es magnífica, emocionante y provechosa, y Verdaguer está fantástico, pero sus posibilidades son escasas frente a la omnipotencia de Javier Cámara o la pegada de Mario Casas, que también optan a Goya y Gaudí.
El actor David Verdaguer en la película Uno para todos, de David Ilundain.
  • La boda de Rosa. Este título dirigido por la madrileña Icíar Bollaín recolecta ocho nominaciones al Goya y cinco al Gaudí, entre ellos los de mejor película y dirección, pero su arma mejor afilada es la interpretación enorme, palpitante y crujiente de la actriz barcelonesa Candela Peña, que dibuja un personaje lleno de potencia y fragilidad. El Goya de mejor actriz no se le escaparía nunca a Candela Peña de no ser porque también lucha por él Kiti Mánver y su lección magistral en El inconveniente, y el Gaudí se lo disputará Nora Navas por su trabajo en La vampira de Barcelona.
La actriz Candela Peña en La boda de Rosa.