Puede que un helado de larva no suene muy apetecible para muchos, pero, para una suricata, es una delicia, aún más en verano. Mermelada, leche condensada, trucha, tortilla o yogures congelados son algunos de los manjares que los animales del Zoo de Barcelona saborean con ganas los meses de calor, periodo en el que todas las instalaciones se adaptan para que sobrelleven mejor las cada vez más altas temperaturas.
Según la dieta de cada especie, se les ofrece un repertorio variado de helados, detalla Pilar Padilla, conservadora de mamíferos del Zoo de Barcelona. Si a las suricatas, popularizadas por Timón en El rey león, les gustan los helados de larvas; a las tres elefantas del Zoo de Barcelona se les da sandías congeladas y, a los chimpancés, helados de sopa o de zumo. La preparación es fácil: cocinan los platos y luego les añaden agua para congelarlos. Los soportes de los helados pueden ser múltiples, generando así formas variadas, desde antiguas pelotas de básquet hasta troncos, con el objetivo de estimularlos de diferentes maneras, haciéndoles escarbar, saltar o cavar madrigueras.
Sito Alarcón, director del Zoo de Barcelona, añade que darles alimentos con hielo también sirve para que se hidraten y para que se activen jugando y lamiendo mientras encuentran la comida, antes de que les entre la modorra por el refrigerio que han ingerido. Es por ello que estos creativos helados también se dan durante el invierno, aunque en menor medida.
Como haría cualquiera, los animales del parque hasta se pelean por no quedarse sin los deseados postres, como en el caso de las suricatas. Aunque haya para todas, cuando aparece el cuidador con los helados, empieza una batalla por ser la primera que coge uno y hasta hay algún ejemplar de este mamífero que se quiere quedar con todos.
La dieta refrescante se acompaña de otras medidas, como garantizar que tienen suficientes sombras y agua para ir bebiendo o que sus estancias de reposo están bien ventiladas y a una buena temperatura. Algunas habitaciones, tienen ventiladores. Para los animales acuáticos, como los hipopótamos o las nutrias, se revisa que el agua esté fresca y limpia. Para ellos, hay helados de manzana congelada y, para ellas, pescado congelado escondido en un tronco. Se hace lo mismo en los fangales, donde animales como las elefantas o los facóqueros —siguiendo con El rey león, sería Pumba— se refrescan.
Para los animales acuáticos, como los hipopótamos o las nutrias, se revisa que el agua esté fresca y limpia
Las pocas especies que vienen de climas más fríos, como la pareja de pandas rojos que habita cerca de la entrada del zoo, tienen aspersores de agua para refrescar el espacio o reciben baños con mangueras. Muchas veces, los pandas rojos se resguardan en lo alto de los árboles, protegidos del sol. Las duchas de agua también gustan a los bisontes europeos y a alguna de las tres elefantas, que confunden la manguera con un buen abrevadero de agua fresca y abren la boca para no perderse ni una gota.
Estas medidas para el calor llevan tiempo haciéndose en el Zoo de Barcelona y, con los años, se han ido ideando mejores helados y se les han ido dando nuevas formas. Este año, el protocolo se ha tenido que avanzar con la pronta subida de temperaturas que llegó en primavera. Pese a que la temperatura en el parque está de media tres grados por debajo que en el resto de la ciudad, por su ubicación y abundante vegetación, Padilla señala que ya activaron las medidas para el calor durante algunas semanas de mayo. En junio, el calor dio un poco de tregua, pero en julio y agosto ha vuelto con fuerza.