The New Barcelona Post conversa este mes con Andrea Puga Rabassó, una de las jóvenes profesionales que participan en Barcelona 2040, el programa de liderazgo y ciudad de Barcelona Global.
El objetivo de esta serie de entrevistas es que esta nueva generación de líderes compartan su visión sobre la Barcelona del futuro a la que aspiran, así como sus propuestas de impacto para la mejora de la ciudad.
— ¿Qué esperas de la Barcelona del año 2040?
— Deseo encontrar una Barcelona que apueste por la innovación, la sostenibilidad y, en general, el desarrollo social y económico de la ciudad. Barcelona es un referente mundial y por ello debemos seguir trabajando para afrontar todos los retos que han ido apareciendo en los últimos años y los que vendrán en el futuro. Espero que Barcelona pueda encontrar el equilibrio entre trabajar por seguir siendo una ciudad que atrae al talento de impacto a la vez que garantiza el bienestar y la seguridad de sus habitantes.
— ¿Con qué ciudad compararías Barcelona?
— Si me preguntas a mí, amante de Barcelona, te diría que Barcelona es única. No obstante, hay ciudades que tienen aspectos y retos similares a los de Barcelona, como por ejemplo Milán, en cuanto al reto de la vivienda. También veo sinergias con Berlín por ser una ciudad internacional que atrae talento e innovación, y con Ámsterdam por su fuerte apuesta por la movilidad sostenible dentro de la ciudad y su gran oferta cultural.
— ¿A qué modelo de ciudad crees que debería parecerse Barcelona?
— Barcelona podría mirar a ciudades como Copenhague o Oslo, que llevan años trabajando su tejido urbano para garantizar la sostenibilidad y el desarrollo de la ciudad. Otros modelos interesantes podrían ser Boston y San Francisco, que destacan por su fuerte apuesta por la investigación científica, creando ecosistemas de innovación y emprendimiento.
“Está en nuestras manos trabajar para construir la Barcelona del futuro”
— ¿Cuál es el reto principal que debe resolver Barcelona en los próximos años?
— La vivienda, el turismo y la movilidad son para mí los principales retos a los que se enfrenta Barcelona. Necesitamos tener políticas que garanticen el equilibrio entre el desarrollo económico de la ciudad y el bienestar social de los ciudadanos. Una gestión eficiente y eficaz de estos principales retos será clave para el futuro de la Barcelona de 2040. Para ello, es necesario que las administraciones y las entidades se coordinen y que exista una mayor colaboración público-privada en su gestión.
— ¿Cuál crees que debe ser el papel de las nuevas generaciones y su implicación en el desarrollo de la ciudad?
— Las nuevas generaciones debemos tener un papel activo e implicarnos en el desarrollo de la ciudad desde cualquier perspectiva. Está en nuestras manos trabajar para construir la Barcelona del futuro y para ello es clave participar en proyectos, iniciativas y organizaciones cuyo objetivo sea el progreso de la ciudad. Creo que las nuevas generaciones estamos más sensibilizadas con temas como la equidad social, la sostenibilidad, la importancia del cambio climático y la innovación como factor de valor en la sociedad y, por ello, podemos aportar una visión más consciente e innovadora para afrontar los retos que se nos plantean. Y organizaciones como Barcelona Global son una plataforma potente para que las nuevas generaciones podamos usarla como altavoz y nos impliquemos en los proyectos e iniciativas que trabajan por el desarrollo de la ciudad.
“La Barcelona de 2040 debería apostar por el sector de la industria”
— ¿Por qué sectores empresariales crees que debe apostar Barcelona?
— El sector de la industria siempre ha tenido un papel muy importante en Barcelona, ya que durante los siglos XIX y XX fue uno de los mayores impulsores del crecimiento económico. La Barcelona de 2040 debería apostar por este sector poniendo el foco en la transformación digital para la mejora de procesos y capacidades digitales, a la vez que fomentando el desarrollo sostenible del sector. Impulsar este sector no solo va a reforzar a las empresas que lo forman, sino que va a potenciar la marca Barcelona a nivel internacional, y a mejorar la competitividad de la ciudad a nivel mundial.