Agenda cultural Barcelona junio 2022

AGENDA CULTURAL
por JACOBO ZABALO

Una selección mensual de conciertos,
artes escénicas y exposiciones.

MÚSICA Y
ARTES ESCÉNICAS

MÚSICA Y ARTES ESCÉNICAS

 01 / 06 / 22

LA FLAUTA MÁGICA

Gran Teatre del Liceu, del 20 de junio al 2 de julio

Los amantes de la ópera mozartiana que frecuentan el Gran Teatre del Liceu -y melómanos, en general- están de enhorabuena en el presente año, pues además de hacer viable un proyecto absolutamente único en el mundo -una especie de festival, con las tres óperas que Mozart concibió junto a Da Ponte consecutivamente programadas con la trepidante intervención de Mark Minkowski, referente de la interpretación con criterios historicistas- en esta recta final de la temporada se podrá disfrutar de otra de sus creaciones más populares. Una ópera que no destaca, en este caso, por la galantería y finura psicológica, por la ingeniosa gestión de los afectos, sino por un poderoso simbolismo que los estudiosos han vinculado a la ascendencia de la masonería y su propuesta humanística, como ofrecimiento musical -por parte de Mozart- de una forma de sabiduría que enaltece los ideales de libertad e igualdad. La flauta mágica, con sus impactantes imágenes visuales y sonoras, se halla impregnada de un regusto entre mítico y futurista. Esta propuesta intempestiva podrá disfrutarse del 20 de junio al 2 de julio bajo la dirección del reputado maestro Gustavo Dudamel y con la escenificación de David Mc Vicar, que los organizadores tildan de “icónica” y que se acerca al expresionismo de las primeras creaciones cinematográficas, con un guiño evidente a Murnau.

Se trata, pues, de una producción repleta de alicientes, más allá de las calculadamente estridentes arias de la Reina de la Noche: “Cuento infantil para algunos, profunda meditación sobre la vida y la muerte para otros, la ópera de Mozart es una obra referencial, pero también el espacio donde el compositor expresó sus profundas creencias espirituales. Así, en la obra reúne las principales preocupaciones de la Ilustración y del siglo XVIII: educación, moral, religión, cultura, naturaleza...”. Estas líneas de presentación resumen, en efecto algunas de las inquietudes de un compositor maduro, que contra el tópico de su ligereza -a veces justificado, a tenor de sus cartas galantes- demuestra asimismo una profunda implicación con las ideas progresistas de su tiempo. En la puesta en escena del Liceu, que procede de la Royal Opera House, se contará con figuras capitales de la interpretación vocal, con el protagonismo de Javier Camarena en el papel de Tamino y de Matthias Goerne -que habrá acabado pocas semanas antes su participación protagonista en el Wozzeck- aquí como narrador de lujo; mientras que en el elenco femenino destacan las Reina de la noche de Kathryn Lewek y Pamina de Lucy Crow, que alternarán sus intervenciones con dos de las voces locales más potentes, con recorrido asimismo internacional. Pensamos en Sara Blanc y Nuria Rial, respectivamente. Dos jóvenes sopranos que certifican la calidad de las nuevas hornadas de artistas. En este sentido, casualmente el 18 de junio podrá verse una versión escenificada de La flauta mágica en el Palau de la Música -y luego, asimismo, el 27 de agosto- que cuenta con la participación de Sara Bañeras en el papel de Papagena a quien entrevistamos hace unos meses, en ocasión de su estreno en el Gran Teatre del Liceu, como parte del elenco de Rigoletto.

 

MAX RICHTER

Palau de la Música, 22 de junio

Después de los Phillip Glass, Steve Reich, Arvo Pärt o John Adams, una nueva generación de compositores enarbola la bandera del minimalismo musical, dentro de la cual destaca la figura de Max Richter. Corriente caracterizada por la tendencia a maximizar la expresividad a partir del uso comedido de recursos -altamente melódicos o evocadores- que parecen interpelar al silencio o se propagan

como ondas concéntricas, al modo del perpetuum mobile, sugerido mediante el efecto de loop. Esperadísima, después de la cancelación de la temporada pasada, su actuación en el Palau de la Música abordará algunas de sus creaciones más emblemáticas y emotivas, aquellas que en gran medida lo han encumbrado como uno de los nombres más solicitados en los principales auditorios. Sus piezas han sido empleadas en bandas sonoras de películas, como la maravillosa Arrival de Denis Villeneuve o la serie The Leftovers. La discográfica de las tulipas doradas hace tiempo que lo incorporó en su primera línea de compositores contemporáneos, por la fiabilidad con la que percute en el ánimo del oyente. El caso de su tema ‘On the Nature of Daylight’, incluido en The Blue Notebooks -una de las obras programadas en ocasión de su actuación en el Palau de la Música- es paradigmático. Ya el público barcelonés pudo disfrutar de su Vivaldi Recomposed, y descubrir via streaming el lirismo nocturno del proyecto Sleep, creado para acompañar al durmiente durante todas las horas de sueño. Los responsables del Palau han programado “dos de sus trabajos más intimistas y personales: Infra, basado en poemas de La tierra baldía de T. S. Eliot, y The Blue Notebooks, obra que recoge una parte importante de su producción pianística y que le ha encumbrado en la fama mundial. Una forma de entender la música desde la belleza y el instinto meditativo”. Una ocasión excelente para desactivar el ruido externo, que retumba también en el ámbito que llamamos interioridad, y re-conectar con un mismo.

GARDINER EN EL PALAU

Palau de la Música, 8 de junio

La temporada musical avanza hacia su final, pero antes de la avalancha de propuestas de verano en formato Festival todavía restan algunos platos fuertes, reservados a los paladares exigentes y -en el presente caso- especialmente a los amantes de la música antigua, interpretada con criterios de época. Sir John Eliot Gardiner se ha convertido en un habitual del Palau de la Música, para suerte del publico barcelonés.

Que se siente como en casa no son palabras vacías, lo muestra recurrentemente con su presencia, confirmada asimismo en la temporada venidera, con la programación de la enorme Misa en si menor de Johan Sebastian Bach. Precisamente al Kantor de Leipzig, y a algunos de los compositores que lo influyeron, ha dedicado el programa de la presente. Sin duda se trata de uno de los mejores conciertos que se podrán escuchar en el Palau de la Música hasta la reanudación de la actividad, en las cercanías del mes de octubre. Los instrumentistas invitados conforman el conjunto de música antigua English Baroque Soloists, que desde el Palau califican como “intérpretes reconocidos por un amplio y variado repertorio” y que ofrecerán un concierto centrado en el Barroco alemán, con motetes de Schein y Schütz, uno de los nombres más importantes de la historia de la música -a pesar de no ser conocido por muchos melómanos- que puede ser considerado como “fundador de la gran tradición musical germánica que culmina con J. S. Bach -sostienen los organizadores-, de quien también se interpretará una de las cantatas más célebres: Christ lag in Todesbanden”.

VIVIAN FRIEDRICH & THE SCHUBERT SISTERS

Mercat de les Flors, del 3 al 5 de junio

Seguramente cuando Richard Wagner acuñó la pomposa noción de “obra de arte total” para la correcta asimilación de su propósito como creador de óperas no estaba pensando en el tipo de espectáculo que puede disfrutarse en el Mercat de les Flors, durante el mes de junio. Propuestas que tienen en común la confluencia de técnicas circenses, tours de force que llevan al límite -o más allá- las posibilidades

imaginables en lo que respecta tanto a las contorsiones y movimientos de los cuerpos humanos como a las creaciones efímeras realizadas sobre el escenario, evidenciando una atractiva dialéctica entre poder y fragilidad, entre incertidumbre y determinación. Son varios los espectáculos que merecen ser recomendados, en el marco de la serie de eventos -prácticamente un Festival- que lleva por título “Circ d’ara mateix”, optamos por centrar nuestro interés en el que podrá verse del 3 al 5 de junio, definido como una performance que reúne a una artista de circo, un músico y una cantante de ópera. La confluencia de diferentes artes es tan evidente como el contraste entre modernidad y tradición. “En escena encontraremos el soplado de cristal en vivo y una instalación audiovisual que creará un paisaje de reflejos, voces, huellas y esculturas transparentes, elementos que todos juntos hablarán del equilibrio entre lo nuevo y lo antiguo”. Vivian Friedrich protagoniza junto a The Schubert Sisters una obra en que se reivindican asimismo los nombres de compositoras románticas poco conocidas, con la interpretación de piezas de Vítězslava Kaprálová o Luise Adolpha Le Beau, además de composiciones propias con los poemas de Liliana Zilinow. La representación titulada Kristall Bohème [excavación de una memoria] se trata además de una “inmersión en la tradición familiar de la creadora”, “una de las más antiguas del mundo en el trabajo artesano del cristal de Bohemia”. El carácter transgresor de la propuesta convive con esa revisitación de los orígenes, confrontando también al espectador. No en vano pretende, a través de lenguajes artísticos dispares y complementarios, y a partir de la deslocalización de las prácticas habituales, indagar “en la transmisión transgeneracional del trauma y de bloqueos emocionales como el miedo irracional a la existencia. Una composición basada en movimiento y acrobacias en la cuerda-U, el faquirismo y la manipulación de objetos”.

‘NITS D’ESTIU’ CON MOZART

L'Auditori, 30 de junio

El Festival Mozart Nits d’Estiu se compone de tres conciertos organizados por l’Auditori, en que se invita a solistas de renombre mundial que interactuarán junto a la OBC para interpretar obras del genio de Salzburgo salzburgués, o creadas en las cercanías de su contexto. El primero de ellos -el que aquí se recomienda, pues los otros dos tendrán lugar ya entrado el mes de julio- contará con la participación del violonchelista Kian Soltani, que atacará uno de los dos conciertos que Haydn compuso para su instrumento.

Curiosamente, Mozart, que bien se dejó influir por él en cuanto a la composición para cuarteto de cuerda, no compuso nunca un concierto para violonchelo, con lo que siempre quedará la incertidumbre de cómo hubiera sido su tratamiento concertante. Algunas arias de ópera cuentan con su inclusión como protagonista -obbligato, según el tecnicismo- así por ejemplo la segunda que le canta Zerlina a Masetto en Don Giovanni, lo cual permite hacerse una idea remota de cómo podría haber sonado. Como si aún estuviéramos en el mundo de la fantasía, no deja de sorprender -aunque en este caso, de manera fehaciente- la composición de la Sinfonía núm. 25 en sol menor a los 17 años. Un alarde de expresividad prerromántica que trasciende con mucho el dramatismo Sturm und Drang a que Haydn por ejemplo había dedicado una serie de composiciones sinfónicas. La otra obra para orquesta programada en el concierto mozartiano del Auditori -la Sinfonía 38, Praga”- es, en cambio, una obra compuesta en su época de madurez. Se trata de un homenaje a la ciudad que acogió y admiró el estreno de la ópera más influyente en el romanticismo -arriba mencionada-, el Don Giovanni. Los tintes lúgubres y aristocráticos aparecen en esta imponente composición, en que la galantería se celebra mostrando de forma expansiva y arrebatadora su carácter crepuscular. El concierto dedicado a Mozart no se halla alejado en tiempo de un evento coral también en el Auditori -con la Orquestra Terrassa 48, solistas locales de calidad contrastada, y un conjunto coral formado por los 350 cantantes de l’Associació Messies Participatiu i el Coro Bruckner- básicamente mozartiano, que no en vano ha sido titulado “La plenitud de Mozart”. Además de la Misa de la Coronación, se podrán escuchar pasajes de sus Vesperae solennes de confessore, y otras obras menos célebres, que en cualquier caso ilustran su maestría en la composición de piezas religiosas. Todo ello, en un concierto que los organizadores destacan por “la espectacularidad de las voces y la conjunción de cantantes aficionados y profesionales”.

DE LA RUBIA, MEZQUIDA Y ALBA G. CORRAL

Palau de la Música, 14 de junio

El arte de la improvisación, poco cultivado en el mundo de la clásica en la actualidad -siendo su campo predilecto, todavía, el jazz- refulge con una atemporalidad deslumbrante en las intervenciones del organista Juan de la Rubia y del pianista Marco Mezquida; en un evento titulado Bach & Forward, para mostrar precisamente la infinidad de posibilidades que abre este maestro barroco.

Intérpretes eclécticos, o cuanto menos de intereses transversales y una apertura de miras nada frecuente, que volverán a participar de la retroalimentación, de la mutua inspiración musical, estimulada con creces por la impredecible y aun así concordante proliferación cromática del videoarte de Alba G. Corral. Una fórmula que el año pasado, aún con la reducción de aforo, despertó la admiración del público reunido en el Palau, y que en su reedición mostrará vericuetos armónicos y visuales inevitablemente nuevos. Las paredes del templo modernistas, con figuras que emergen con gracilidad o imponentes, son el soporte idóneo para proyectar luces y hacer reverberar la libre fluctuación de notas desde los teclados de Mezquida y de la Rubia. Fragmentos de colores concertados de forma espontánea componen ese caleidoscopio preciosista, una recreación abstracta y naturalista de la realidad sensible que nos traslada al corazón del lugar que, quizá sin saberlo, habitamos.

EXPOSICIONES

EXPOSICIONES

 01 / 06 / 22

EL ARTE DEL TATUAJE

Caixaforum, del 17 de mayo al 28 de agosto

La época en que más se habla de crecimiento personal, de la necesidad de realizar un trabajo interior, es también la época en que más cuidado y atención se presta a la realidad exterior -epidérmica- de la persona, de forma no forzosamente contradictoria, sino más bien sintomática. La voluntad de autodefinirse se exhibe discreta u ostensivamente en tatuajes, con significaciones profundas o decorativas, en cualquier caso enraizados en la personalidad del portador. La piel, el límite físico con la realidad compartida, es la superficie en que se graban formas y colores con poder simbólico; marcas escogidas artificiosamente que conectan y separan, que dan la bienvenida a un mundo nuevo o certifican su irrevocable otredad. En un sentido amplio, y en ocasiones de forma pragmática, el tatuaje ha desempeñado a lo largo de la historia una función social -en no pocos casos ritual- que la exposición de Caixaforum ilustra con una profusión encomiable. La expresión “Arte bajo la piel” da a entender toda esa serie de repercusiones calladas, las connotaciones que en cada caso acompañan a la práctica de tatuar y ser tatuado, un arte que “ha dado lugar a intercambios entre países, culturas y sociedades y se ha convertido en un fenómeno global en la presente creación artística del presente”. Señalando la etimología polinesia que subyace a la palabra “tatuaje”, la muestra, que reúne más de 240 obras, se remonta asimismo a los orígenes de este fenómeno. Los organizadores precisan que, “además de la historia del tatuaje y sus raíces antropológicas, la exposición destaca el gesto del artista, los intercambios internacionales entre tatuadores y la aparición de estilos sincréticos”.

Y es que la globalidad del fenómeno ha dado pie a una interesante red, con influencias cruzadas. No deja de sorprender, de nuevo, que, en el mundo de la galopante digitalización -con la frenética multiplicación de simulacros acerca de la propia persona y la quimera del metaverso al alcance de la mano- el soporte más inmediatamente material, la piel, busque colonizarse a placer o de forma compulsiva, quien sabe si para echar el ancla y encontrar compensación o arraigo ante la evanescencia de lo real.

MIRÓ: EL LEGADO MÁS ÍNTIMO

Fundació Miró, hasta el 26 de septiembre

Una exposición muy especial, compuesta por obras que Joan Miró legó a su familia, puede visitarse en la Fundació dedicada al artista catalán. Comisariada por Marko Daniel junto con Elena Escolar y Dolors Rodríguez Roig, esta muestra se adentra en su producción más personal, aquellas obras que, por su profunda significación, guardó para sus seres queridos “siempre que -destacan los organizadores- las circunstancias lo hicieron posible”.

Se trata, sobre todo, de dibujos y esbozos, una serie de materiales que quizá los grandes coleccionistas o museos no apreciarían de un modo especial en su día, pero sin los cuales su obra no podría haber llegado a existir. En nuestro tiempo, ya con perspectiva histórica, por supuesto que esa especie de subtexto se halla envestido de una gran relevancia. Legadas a las herederas -mujer e hija- algunas de esas piezas, 59 concretamente, han sido depositadas por la familia en los últimos tiempos en la Fundació. En total, son una ciento ochenta las que podrán contemplarse hasta el 26 de septiembre en la exposición que lleva por título El legado más íntimo. La generosidad del artista, perpetuada por sus descendientes, es reconocida por la Fundació Miró en los términos siguientes: “Se presentan dibujos preparatorios, documentación inédita y fotografías familiares, entre otras cosas, que permiten recorrer el camino que va de la creación de una colección propia ―que con el tiempo se convierte en familiar― a la voluntad del artista de hacer universal su pensamiento y su legado con la creación de la Fundació Joan Miró, un espacio y una colección únicos que el artista dona a la ciudad de Barcelona”.

‘MATERNASIS’ EN EL MNAC

Museu Nacional d’Art de Catalunya, hasta el 25 de septiembre

Tomando el título de un libro de Núria Pompeia aparecido en 1967, la exposición Maternasis se centra en la obra de creadoras de la posguerra -no suficientemente reconocidas- que ponen el foco en “cuestiones propias e íntimas de las que, paradójicamente, la mujer ha sido a menudo despojada”.

Sus contribuciones permiten cuestionar los estereotipos artísticos o “tópicos iconográficos” dominados por los hombres, incluso cuando implican de forma incuestionable a la mujer, como en el caso de la temática del embarazo. Mari Chordà, Roser Bru o Parvine Curie -además de la mencionada Núria Pompeia- ofrecen perspectivas críticas, con una ironía repleta de ingenio, que ilustran el desamparo de la mujer. Una reivindicación social que conecta con la actual -si bien tardía- sensibilización, que se muestra por ejemplo con el reconocimiento del valor de su propuesta artística. En este sentido, desde el MNAC reconocen que la “incorporación de la obra de mujeres artistas es una de las prioridades en la construcción de la colección de Arte de Postguerra y Segunda Vanguardia del museo”.

BLEDA Y ROSA EN EL KBR

Centro Kbr de la Fundación Mapfre, del 26 de mayo al 4 de septiembre

El Centro Kbr de la Fundación Mapfre no sólo ha expuesto, en su breve lapso de existencia, la obra de algunos de los nombres más influyentes del panorama fotográfico internacional a lo largo del s. XX -nombres como los de Bill Brandt, Garry Winogrand, Lee Friedlander o Paolo Gasparini- sino que también ofrece su espacio a los principales creadores de nuestro contexto más cercano.

En este sentido, la producción del equipo formado por María Bleda (Castellón, 1976) y José María Rosa (Albacete, 1970), que en 2008 fue reconocida con el Premio Nacional de Fotografía, podrá disfrutarse hasta el 4 de septiembre. Por primera vez se reúnen en un mismo espacio todos sus proyectos fotográficos, centrados en cuestiones tan fundamentales como el paisaje, el tiempo o la mejoría, “algunos de los ejes -explican desde el Kbr- sobre los que giran buena parte de nuestras emociones”. Los artistas, conocidos como Bleda y Rosa, “llevan tres décadas explorando conjuntamente, a través de una rigurosa y profunda investigación visual, los vínculos entre imagen, lugar y memoria”. Mediante una videoinstalación, con proyecciones que inducen de forma calculada un ritmo de visualización, en esta exposición comisariada por Marta Dahó podrán contemplarse proyectos tan reconocidos como Campos de fútbol, Campos de batalla, Origen o Prontuario. A través de ellos -precisan los organizadores- los artistas “han ido desarrollado un lenguaje propio, entre lo visual y lo textual, que les permite volver una y otra vez sobre uno de sus mayores focos de interés: la representación de los diferentes significados y evocaciones que la mirada humana hace surgir de la contemplación del paisaje”.

HOMENAJES A PICASSO

Fundació Vila Casas, hasta el 2 de octubre

La Fundació Vila Casas exhibe una selección de los 400 tapetes que artistas de todo signo elaboraron como muestra de solidaridad con Picasso, a raíz de los ataques que sufrieron algunas de las entidades que habían conmemorado su 90 aniversario, en 1971. Recuerdan los organizadores la destrucción

de los grabados de la “Suite Vollard”, que la galería Theo de Madrid exponía, así como el incendio de la galería Taller de Picasso de Barcelona y los atentados contra librerías que, como Antonio Machado, Visor o Cinc d’Oros, homenajeaban al pintor. Fue idea del joven galerista Santiago Palet el realizar ese proyecto conjunto -serie recientemente adquirida por la Fundació- a modo de “desagravio al pintor: artistas visuales, músicos, escritores, gente del cine y del teatro fueron invitados a crear un tapete –una pieza de algodón con una puntilla– dedicado a Picasso”. Un año después, en 1972, el resultado se expuso en Vallauris, en un evento titulado 1er. Rencontre International d’Hommage à Picasso. La exposición de la Fundació Vila Casas, comisariada por Nadia Hernández, ofrece una muestra de la creatividad de artistas y autores de renombre internacional, como por ejemplo Rafael Alberti, Joan Brossa, Alexander Calder, Pau Casals, Equipo Crónica, Sonia Delaunay, Juan Genovés, Hans Hartung, Wilfredo Lam, Joan Miró, Pablo Neruda y Antoni Tàpies, entre muchos otros.

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