Agenda cultural Barcelona febrero 2021

AGENDA CULTURAL
por JACOBO ZABALO

Una selección mensual de conciertos,
artes escénicas y exposiciones.

MÚSICA Y
ARTES ESCÉNICAS

MÚSICA Y ARTES ESCÉNICAS

 01 / 02 / 21 

Solstice, de Blanca Li

Liceu, del 6 al 9 de febrero

La personalidad creadora de la Blanca Li -coreógrafa, cineasta, bailarina y actriz- se manifiesta con una plenitud cautivadora en el espectáculo de danza que ha titulado Solstice. Una propuesta eminentemente visual y auditiva, pero inspirada por una sensibilidad medioambiental, que “celebra el poder y la energía a partir de la preocupación por la degradación de la naturaleza. Esta inquietud se transforma en una obsesión expresada en la danza y el gesto”. La artista ha expresado en este sentido, que “los elementos de la naturaleza son maravillosos e imprescindibles, pero al alterarlos se pueden crear grandes catástrofes”. Con un elenco compuesto por catorce bailarines y una percusión, que incorpora escenografía, vídeo, luces y música, se ilustra la huella del ser humano sobre el medio ambiente, ofreciendo desde la contemplación estética pautas para su reconsideración, esto es, para la formulación de interrogantes no meramente retóricos. La belleza del espectáculo no evita la mostración de la violencia. La lucha por la vida en sus diferentes manifestaciones y las consecuencias que conllevan, a las que obviamente no somos ajenos. Los organizadores, en este sentido, advierten: “La naturaleza está cambiando y llamándonos. Las relaciones ambiguas y complejas que mantenemos con nuestro entorno han sido el punto de partida de este montaje. A medio camino entre la preocupación y la admiración, el amor y la violencia, la conservación y la destrucción, ¿cómo podemos mantener el desarrollo de nuestras civilizaciones sin agotar el planeta?

MARTA ARGERICH CON RAVEL

L'Auditori, 15 de febrero

Martha Argerich vuelve a la sala grande del Auditori con un programa de muchos quilates, acompañada por una orquesta a la que le tiene un cariño especial: la Orquesta Sinfónica de Lucerna, que una figura tan prominente como Claudio

Abbado encumbró con interpretaciones memorables de Mahler. En la presente ocasión el programa depara asimismo emociones fuertes. Una sinfonía de Dvořák, la enorme y popular Novena, “Del nuevo mundo”, que evoca musicalmente su propia aventura americana, ratificando el gusto por el folklore que el compositor bohemio demostró en tantos lugares de su opus. Enorme en recursos orquestales y rica en melodías icónicas, esta sinfonía es una de las joyas del repertorio clásico. Por otro lado, el vertiginoso y por momentos jazzístico Concierto para piano en sol mayor de Maurice Ravel permitirá a Argerich desplegar su espontaneidad en el fraseo, característicamente intenso. Con el retorno de la intérprete argentina, se recuperará el concierto originalmente programado la temporada pasada, en la línea de lo acontecido con el concierto que ofreció Valery Gergiev en enero de 2021, con un éxito incontestable.

Letters to Bach

Palau de la Música, 11 de febrero

Nada garantiza que los amantes de la música Bach, especialmente los más puristas, aprecien las adaptaciones vocales protagonizadas por Noa en Letters to Bach, pero lo cierto es que su a priori

original y propuesta -aplicar letra a algunas de las melodías más celebradas- cuenta con cierta tradición en el ámbito del jazz. Pensamos en el paradigmático caso, décadas atrás, de los Swingle Singers, conjunto fundado en París y artífices de algunos de los discos más vendidos durante los años 60, que declamaba las líneas en contrapunto a cappella. La inventiva de Bach ha tentado al jazz en diferentes periodos y con resultados dispares, desde el todavía prudente Jacques Loussier al eventualmente experimental Uri Caine. En el concierto del Palau de la Música intervendrá junto a la cantante israelí un conjunto formado por guitarra, violín y violonchelo. La versatilidad de la voz se pondrá a prueba en diálogo con instrumentos que buscarán respetar la fascinante complejidad de la obra bachiana.

El viaje de Lorca

Teatre Lliure, del 3 al 14 de febrero

El Teatre Lliure ofrece, en su sede de Gracia, una propuesta centrada en una faceta de Federico García Lorca poco conocida, como es la de guionista. La directora Marta Pazos articula su Viaje a la luna a partir de imágenes sugestivas,

en que eros y thanatos -los dos impulsos básicos, según la tópica freudiana- se interpelan. El texto en que se basa la representación teatral fue confeccionado por Lorca en 1929, durante su estancia en Nueva York. Un periodo en que impartió conferencias en importantes universidades, pero en que también se impregnó del ritmo de vida en una metrópolis gigantesca, intuyó el riesgo de la deshumanización o de la pérdida de identidad y se escandalizó con la discriminación racial. Además del considerable grado de experimentación de la poesía compuesta por él entonces, su inquietud a propósito de las posibilidades representativas le llevó a aventurarse en la confección de esa especie de guion: 72 entradas, por lo general sucintas y descriptivas (“Se ve el busto de yeso con huellas de labios y huellas de manos”) pero obviamente vinculadas a la estética surrealista, por la libre asociación de ideas (“Estas palabras se disuelven sobre grifos que echan agua de manera violenta”). Los organizadores explican, en este sentido, que se trata de “una réplica a Buñuel y a Dalí tras haber visto el film Un chien andalou. Este montaje promete ser una road movie cargada de simbolismo y de erotismo. Una fiesta de los sentidos”.

TENNESSEE WILLIAMS EN EL TNC

TNC, del 11 de febrero al 28 de marzo

Una obra atrevida, la de Tennessee Williams, que incorpora imágenes tan potentes como la que concierne al animal que le da nombre, impertérrito testimonio de las relaciones humanas, en ocasiones extremas, que acontecen en escena.

Más que un friso representativo de la vida, en sus diferentes manifestaciones, esta adaptación muestra una manera de concebirla desde una óptica concreta y sintomática, como es la mirada del turista: espectador siempre de paso, que vive sin involucrarse con los hechos que acontecen, acaso fundamentado en el cínico pretexto de no poder incidir. Los personajes de Tennessee Williams deambulan movidos por pasiones que pesan de un modo casi irremediable, como si supieran de su condición de personajes y no siempre pudieran rebelarse. Protagonizada en Broadway por Bette Davis y adaptada para el cine por John Huston, La noche de la iguana conoce en la versión del TNC -traducida y dirigida por Carlota Subirós- una atractiva actualización, que los organizadores describen del siguiente modo: la obra “se sumerge en el malestar del mundo globalizado, íntimamente amenazado por la banalización turística y sus promesas encapsuladas que empujan a la perpetua insatisfacción ante la falta de alternativas cotidianas fértiles”. Destacada por su “erotismo crepuscular”, puede contemplarse asimismo como “un canto a la belleza y a la arriesgada vivencia de la libertad”.

EXPOSICIONES

EXPOSICIONES

 01 / 02 / 21

Marylin en la Filmoteca

Filmoteca, hasta el 21 de febrero

Insuperablemente icónica, Marylin Monroe permanece en el imaginario colectivo gracias a un puñado de películas, pero -por encima de todo- gracias a algunas fotografías que se realizaron en los años álgidos de su carrera, y que han sido infinitamente reproducidas a posteriori. Con todo, muchas de sus mejores instantáneas no han sido vistas por el gran público. En este sentido, la Filmoteca de Catalunya ofrece una generosa muestra con 87 fotografías tomadas a lo largo de 50 sesiones entre 1953 y 1957 por el neoyorquino Milton H. Greenel, uno de los fotógrafos de moda más reputados en su día. Los organizadores del evento explican que en aquellas imágenes se percibe a una Marilyn “radiante y natural”. Son especialmente interesantes en la medida que “revelan un punto de inflexión muy poco conocido: el momento en que Monroe empezaba a controlar tanto su imagen como su vida. Son fotografías tomadas en la cima de la carrera de Monroe que captan magistralmente su enigmático carisma y su amor por la cámara”.

Alguna dirección

Fundació Joan Miró, hasta el 2 de mayo

El vestíbulo de la Fundació Miró aloja una interesante muestra fotográfica de Violeta Mayoral (Almería, 1988), comisariada por Martina Millà. Su título, Alguna dirección, precisa con descarada

ambigüedad -recuerda a las indicaciones que el gato de Chesire proporciona a Alicia- el tipo de representaciones que pueden contemplarse: espacios abiertos, inmensidades prácticamente deshabitadas que cuestionan la noción mismo de lugar, ante la ausencia clara de referentes. Imágenes extrañas, con un lirismo apenas esbozado. El foco de interés vacila entre la insustancialidad y la relevancia de historias personales que, de hecho, se desconocen. Apuntan los organizadores al condicionamiento experimentado biográficamente, en primera persona, por Violeta Mayoral, al haberse criado en el desierto de Tabernas, “un entorno rudo que educó su mirada”. Por ese motivo -prosiguen- “la artista conoce bien lo que significa vivir a la intemperie y sus ojos saben distinguir la peculiar naturaleza de un paisaje que fluctúa entre la ausencia y la búsqueda de unos límites que acoten, tal vez sólo como un intento, la inmensidad del espacio y del horizonte”.

Vicenç Viaplana

Fundació Vila Casas, hasta el 9 de mayo

“Obsesionado por hacer visibles las cosas etéreas e inmateriales, Vicenç Viaplana es capaz de captar los efectos lumínicos y dar forma a sombras vaporosas. Cada obra plástica es una nueva exploración que acumula experiencia y sensibilidad para abrir interrogantes sobre la certeza de nuestras percepciones”.

La Fundació Vila Casas define así el perfil del artista que protagoniza la mayor exposición a él dedicada en 40 años de carrera. Entre la abstracción y la figuración, las obras compiladas bajo el rótulo Vicenç Viaplana, los lugares de la pintura distorsionan la realidad, o la captan de manera contraintuitiva, como mostrando su fundamento irrepresentable. Una dialéctica fascinante, que se vehicula todavía a través de un soporte clásico, desafiando -según afirman los organizadores de la muestra- el supuesto fin de la pintura: “a través de un proceso de ascesis plástica muy personal, Viaplana nos propone una obra de inmersión, con más vacíos que llenos, más ausencias que presencias y más pérdidas que beneficios, que formaliza como pocas toda la incertidumbre de nuestro tiempo líquido y permanente crisis”.

Historias reales

Foto Colectania, hasta el 28 de febrero

Basado en historias reales es una exposición colectiva, con obras de fotógrafos de referencia que pertenecen a nuestro contexto más cercano -Helena Almeida, Juan Manuel Castro Pietro, Joan Fontcuberta, Cristina García Rodero, Chema Madoz, Cristina de Middel, Isabel Muñoz, Ramón Masats o Gervasio Sánchez- y que se articula de acuerdo con la común existencia de

narrativas subyacentes. El título -la mención a “historias reales”- puede parecer redundante; pero, de hecho, subraya deliberadamente la realización del relato que el artificio fotográfico acomete, al seleccionar una parcela de la realidad, un ángulo, una gestión del tiempo y, en resumidas cuentas, un control del testimonio que representa para la posteridad. El subtexto de las fotografías, aquello que en muchos casos motiva y legitima el registro gráfico, aflora en esta muestra interactiva, que permite al espectador vincular -a través de un dispositivo móvil- cada imagen con otros recursos de la colección. La comisaria Irene de Mendoza explica cómo el fondo de Foto Colectania -más de 3000 fotografías- ha suministrado los materiales para la elaboración de la muestra: “La propuesta es una invitación a volver a mirar, a profundizar en las imágenes y a descubrir nuevos relatos que no suelen ser los que aparecen en los libros de historia de la fotografía”.

Arte y mito

Caixaforum, hasta el 28 de febrero

La impresionante muestra del Caixaforum encara su recta final. Hasta el 28 de febrero se pueden contemplar lienzos de la renombrada pinacoteca -así como esculturas, relieves y otros objetos vinculados a la religiosidad griega,

en sus variantes epocales- que ilustran algunas de las prácticas devocionales acontecidas durante la Antigüedad así como la recreación admirada, a partir del Renacimiento, de los cuerpos de los protagonistas -dioses, semidioses i héroes- con una función en ocasiones didáctica. La ordenación de las piezas es temática -se trata de una exposición “diacrónica”, advierten los organizadores- y por tanto el espectador puede enriquecer sus expectativas a tenor del tratamiento diferencial de mismos episodios. Así, el protagonizado por Narciso, enamorándose de su viva imagen en el estanque, antes de precipitarse y perder la vida; o el que refleja la imprudencia de Faetón, que quiso conducir el carro del dios Sol. También queda plasmada la irrefrenable tendencia amorosa de los inmortales en Apolo persiguiendo a Dafne. Sin olvidar las referencias al dios del vino, Dionisos, que es despedazado en su propia celebración para renacer y propiciar la fructificación de la naturaleza.

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