Agenda cultural Barcelona abril 2023

AGENDA CULTURAL
por JACOBO ZABALO

Una selección mensual de conciertos,
artes escénicas y exposiciones.

MÚSICA Y
ARTES ESCÉNICAS

MÚSICA Y ARTES ESCÉNICAS

 01 / 04 / 23

‘MANON’ EN EL LICEU

Gran Teatre del Liceu, del 20 de abril al 3 de mayo

La historia de los amores de Manon Lescaut y el Chevalier des Grieux por el abate Prévost ilustra, sin disimular una cierta pátina moralizante, la deriva de la pasión amorosa en un contexto eminentemente galante. No se ha producido el cambio de régimen, pero laten ya ansias de libertad que conocerán otras variantes desbocadas, como -sin ir más lejos- la que protagonizaran pocas décadas después los personajes de Sade. De este lado de la virtud encontramos dos personajes condenados a quererse, a separarse y reencontrarse siendo ya otros… Una historia, la de Manon Lescaut, que ha dado pie a versiones operísticas varias, entre las cuales una de Puccini. La que durante el mes de abril se pone en escena en el Gran Teatre de Liceu con la producción que Olivier Py concibió para la ópera de Ginebra es la más popular, obra de Jules Massenet, quien -en palabras de los organizadores- "nos presenta el retrato de una época: la Regencia francesa, que vio el crepúsculo de un mundo envejecido e incapaz de adaptarse y el aparente nacimiento de una nueva sociedad con abundantes promesas de libertad. Manon es un personaje complejo a medio camino entre estos dos mundos: escapando del convento para abrazar los caminos del deseo y la transgresión, acaba lanzándose al vacío en una relación de amor apasionada, pero también autodestructiva con Des Grieux".

La misoginia de algunos de los presupuestos de la trama queda enfatizada en la descarnada puesta en escena, llegando a mostrar "los burdeles sórdidos llevados a la vulgaridad más ordinaria. Con una imagen imposible de borrar: un Des Grieux encontrando a Manon agotada que se engalana con joyas impotentes a la hora de volver a la felicidad y dar sentido a una vida". Poderosa y desposeída de todo, fatalmente condenada por sus ansias de libertad, esta visión reduccionista de la femme fatale es aludida por los organizadores junto a los nombres de "Cleopatra, Eva, Salomé, Carmen o Lulú". La protagonista absoluta de la trama será, en esta ocasión, caracterizada por Nadine Sierra, quien ya deleitó a los espectadores del Liceu con su soberbia interpretación de Lucia di Lamermoor, siendo Michael Fabiano el caballero de Grieux del primer elenco, con quien interactuará. Otro nombre muy querido en el Liceu por su memorable Mozart y sus intervenciones como director de óperas barrocas en versión concierto, Mark Minkowski, gran conocedor del idioma musical de Massenet, se encargará de la dirección musical. La función, por tanto, reúne elementos de gran interés, para profundizar en una cuestión esencialmente compleja, como es la pasión amorosa y su descontrolada deriva.

 

MIDORI INTERPRETA A CHAIKOVSKI

Palau de la Música Catalana, 30 de abril

Después de un evento excepcional protagonizado por el carismático Joshua Bell -que empuñó su violín para interpretar el Concierto de Mendelssohn pero se ubicó asimismo en la posición de director, para

ofrecer una vibrante Séptima sinfonía de Beethoven- durante el mes de abril la Franz Schubert Philarmonia acoge a una artista de primerísimo nivel, aclamada internacionalmente, y que ya sabe lo que es triunfar en el Palau de la Música. La violinista Midori Goto -conocida simplemente como "Midori"-, que debutó como solista con sólo 11 años junto a la New York Philarmonic, asumirá el rol protagonista del Concierto para violín de Piotr I. Chaikovski. Una partitura exigente, repleta de pasajes virtuosos -lo cual motivó su rechazo por el violinista encargado de estrenarla, al considerarla "imposible de tocar"- que, sin embargo, da muestras asimismo de la paradigmática facilidad para la melodía de Chaikovski y su gusto por los aires folk, incorporando -sobre todo en el segundo movimiento- un tema memorable. No menos lo es el Poco allegretto de la Tercera sinfonía de Brahms, monumento sonoro que se ha programado para una segunda parte en que el protagonismo recaerá en los hombros del conjunto dirigido en esta ocasión por su titular, Tomàs Grau.

‘EL TEMPS I ELS CONWAY’ EN EL TNC

Teatre Nacional de Catalunya, del 13 de abril al 21 de mayo

Durante más de un mes la sala grande del Teatre Nacional de Catalunya acogerá la puesta en escena que Àngel Llàcer ha realizado de la obra de John Boynton Priestley. Time and the Conways, estrenada en 1937, sumerge al espectador

en la vida de una familia acomodada, reunida en el primer acto en ocasión del aniversario de uno de sus miembros. El segundo acto, sin embargo, lo traslada a una situació bien distinta, años después -si bien en el mismo espacio-, mostrando la frustración de los deseos y expectativas que parecían proyectarse. Finalmente, en el tercer y último acto, cercano en el tiempo al primero, se muestran hechos antes desapercibidos que, a modo de pista, permitan comprender tan insospechada deriva. El trastoque de la linealidad temporal, que se acusa por la homogeneidad espacial, está ya previsto en el texto original. Pero Llàcer es consciente de la necesidad de dotar de una trascendencia nueva y actualizar el mensaje inherente a la trama: "Hace treinta años Mario Gas, mi gran maestro, nos abría las puertas de la casa de los Conway en una puesta en escena recordada por muchas generaciones. Dos décadas son las que J. B. Priestley necesita para explicarnos qué pasa en esta familia, cómo el paso del tiempo modifica de manera inexorable las vidas de las personas". La alteración de la vida se produce de forma silente; y sin embargo cada momento es necesario y contribuye en la evolución. Con lo que, en el fondo, todo lo que deviene, acontece en presente, más allá de la separación temporal o en una impensable simultaneidad de los tiempos. Todavía en palabras de Llàcer, se trata éste de "un espectáculo repleto de vida, de amor, de sueños y frustraciones. Como el teatro. Quizás sí que pasado, presente y futuro conviven al unísono".

‘MISA EN SI MENOR’, POR GARDINER

Palau de la Música Catalana, 11 de abril

Después de un mes de marzo especialmente generoso en conciertos dedicados al Barroco en el Palau de la Música Catalana, con soberbias interpretaciones de época -y la programación, sin ir más lejos, de las dos grandes Pasiones, a las puertas de la Semana Santa- el día 11 de abril tendrá lugar uno de los eventos marcados en rojo

por los melómanos de Barcelona: la Misa en si menor de Johan Sebastian Bach, una de las composiciones corales más espectaculares, en envergadura y recursos -un verdadero monumento sonoro-, podrá escucharse en la interpretación de John Eliot Gardiner. Los organizadores destacan el carácter conmemorativo del evento, pues el director, estimadísimo por el público de Barcelona, cumple 80 años. Junto agl conjunto instrumental de virtuosos denominados Baroque Soloists, la ocasión ofrece un nuevo encuentro con el Coro Monteverdi, para quien, a estas alturas, parecen haberse agotado los calificativos: "La reputación de esta formación coral, fundada por John Eliot Gardiner, se basa en su enfoque histórico y la capacidad de transmitir la música por todo el mundo a través de las emociones, el dramatismo y el impacto visual". Los responsables de Palau100 se hacen eco de unas consideraciones aparecidas en el prestigioso Le Monde, ciertamente llamativas: «Si existiera un Premio Nobel para formaciones corales, sin duda el Coro Monteverdi se llevaría el galardón». Desde una perspectiva histórica, y refiriendo hechos excepcionales, en efecto merece ser recordado que el estreno en España de la enorme pieza programada en la ocasión -la Misa en si menor de Bach- tuvo lugar en 1911 en la sala noble del templo modernista por parte del Orfeó Català, que se había fundado 20 años atrás.

LIA RODRIGUES: ‘FURIA’

Mercat de les Flors, del 27 al 29 de abril

"Fúria ofrece una visión muy violenta y descarnada de la sociedad brasilera, una sociedad racista, homófoba y sexista", explican desde el Mercat de les Flors, para presentar el compromiso de signo antagónico por parte de Lia Rodrigues. Su cometido fundamental es "despertar consciencias" a través del baile,

en un mundo sobrepoblado "por imágenes espantosas, por imágenes luminosas, atravesado por multitud de preguntas sin respuesta y rasgado por contrastes y paradojas. Un mundo de furia". Nacida en São Paulo, Lia Rodrigues trabajó en París, formando parte de la compañía Maguy Marin. Al volver a Brasil, fundó la Lia Rodrigues Companhia de Danças en Río de Janeiro, que ofrece actividades, laboratorios de danza, producciones, clases y ensayos durante los doce meses del año. En 1992 creó el Panorama Festival, que dirigió durante catorce años y que se ha convertido el más importante de Río de Janeiro. Los organizadores redundan en la implicación de su labor artística, comprometida con el reequilibrio de las desigualdades y la construcción de una sociedad más justa: Lia Rodrigues "cree en la sinergia entre el arte y los procesos sociales y combina la militancia con las utopías".

PAUL LEWIS

Palau de la Música Catalana, 27 de abril

Segundo recital de la serie de intervenciones en el Palau que llevarán al pianista británico a interpretar la integral de sonatas de Franz Schubert. La obra para piano del vienés es rica en momentos contemplativos, a los que parecen invitar la repetición de células musicales.

Su característica expresividad, falsamente ingenua, contrasta con la del contemporáneo más egregio, Ludwig van Beethoven; así como la forma de alcanzar al oyente, progresivamente inmerso en una cosmovisión sutil y fascinante, que cuenta con la presencia de pasajes de una magia inexplicable. La primera pieza, la gran Sonata para piano núm. 15, en Do mayor, D. 840, reúne todos esos elementos, incluso si se halla incompleta. De hecho, Schubert sólo dejó totalmente acabados los dos primeros movimientos, mientras que los dos restantes están esbozados. Por su carácter fragmentario se pensó que había sido interrumpida por su propia muerte, pero lo cierto es que la concibió el compositor vienés en abril de 1825, en paralelo a la Sonata para piano núm. 16, en La menor, D. 845, que asimismo podrá escucharse en el presente recital. Entre ambas piezas, y notablemente más modesta en dimensiones, se halla alojada la delicada Sonata para piano núm. 13, en La mayor, D. 664, una de más presentes en las salas de concierto, con permiso del tríptico final. El carácter cantábile del Allegro moderato dará pie a uno de los movimientos lentos más bellos jamás compuestos para piano. Un Andante absolutamente minimalista, de una sencillez asombrosa, al que seguirá una animosa melodía de cierre, retomando el espíritu inicial.

DE MONTEVERDI A MAHLER

Gran Teatre del Liceu, 2 y 14 de abril

Un mes de abril repleto de propuestas musicales de gran calidad en el Gran Teatre del Liceu, con espectáculos que invitan a conjuntos internacionales como el Concerto Italiano, dirigido por Rinaldo Alessandrini, o que ponen en juego a la orquesta local desde una perspectiva menos habitual, sobre el escenario, para interpretar la monumental Tercera sinfonía

de Gustav Mahler. Este concierto, primero de la integral dedicada al compositor bohemio, tendrá lugar el 2 de abril bajo la dirección de Josep Pons. El director catalán demuestra sus mejores virtudes en las ocasiones que requieren un despliegue contrastado de recursos orquestales, y un tipo de intensidad sonora que sólo unos pocos compositores -entre los cuales por supuesto Mahler- llegaron a alcanzar. Los organizadores describen esta, su sinfonía más extensa, del siguiente modo: "Mahler nos ofrece una de sus declaraciones musicales más completas sobre la visión del mundo, en que el dolor queda aliviado por la muerte, un anhelo solo conseguido con la llegada al paraíso celestial. Una sinfonía planteada como una transición de la luz del día hacia la oscuridad de la noche. La proyección de unas sombras del bosque rebosante de vida. Una creación que se va desarrollando entre el refinamiento, la filigrana y el peso de la contundencia orquestal". Escrita en verano de 1895 durante su retiro en Steinbach am Attersee (Austria), la partitura incluye la participación de un coro infantil y de una cantante, en este caso la mezzo Victoria Karkacheva. Se trata de la consagración de la cosmovisión musical del compositor que fuera asimismo director de la Ópera de Viena. Un género del que mucho aprendió, aquel inaugurado cuatro siglos antes por Claudio Monteverdi. La expresividad vocal de sus madrigales permite trasladar una multiplicidad sorprendente de afectos. Los organizadores recuerdan la importancia de la obra programada: "El Settimo libro conforma un tipo de teatro imaginario: historias, fragmentos de idilios, tragedias e incluso comedias, cuyos protagonistas, tiempo o lugar de la acción desconocemos. El madrigal es el medio perfecto para expresar las pasiones humanas y el punto de partida desde el que el compositor investigará, paralelamente a sus creaciones operísticas". Dedicado a Caterina de Medici, duquesa de Mantua, ese libro séptimo fue titulado por Monteverdi como Concerto, ya que incorpora, junto a las cinco voces, un compendio de instrumentos con mayor protagonismo del habitual, "toda una declaración de intenciones por su diversidad. Este trabajo representa un punto de inflexión en el conjunto de la obra para iniciarse hacia nuevos caminos".

EXPOSICIONES

EXPOSICIONES

 01 / 04 / 23

RETRATOS DEL MUSEO DEL PRADO

Caixaforum, hasta el 4 de junio

La reproducción pictórica de la propia imagen se encuentra acompañada desde siempre de un fuerte simbolismo, en lo que respecta a la proyección pública y sus posibles repercusiones. Con todo, el auge de esta práctica en la Modernidad cabe vincularlo -recuerdan los organizadores de la muestra- al "crecimiento de las clases burguesas". En un contexto artístico en que avanzaba la reproducción naturalista de la realidad, tanto más con la irrupción de la fotografía en la mentalidad popular, el retrato redefine su importancia. Con obras procedentes de la colección del Prado, como recogimos en esta pieza, esta muestra monográficamente dedicada al género exhibe materiales diversos, que evidencian la proliferación de manifestaciones y técnicas: pintura, escultura, medallística, miniatura, acuarela, dibujo, aguafuerte, litografía y fotografía. El visitante identificará seguramente algunas obras tan célebres como el retrato de Fernando VII por Francisco de Goya, así como el propio busto en bronce del pintor, realizado en 1911 por Mariano Benlliure (sirvió de inspiración para el escultor Miguel Berrocal, autor de las estatuillas que la Academia de Cine español reparte a los galardonados). Algunas de las obras muestran asimismo el contexto de la creación artística, como estudios de pintores, y el gusto por el exotismo, la caracterización de uno mismo como otro, en una reproducción -la de la "realidad"- necesariamente artificiosa.

‘COLORES DEL MUNDO’

Cosmocaixa, hasta el 10 de abril

El despliegue cromático de la naturaleza, alineado estratégicamente con la proliferación de la vida, ha sido capturado por fotógrafos de National Geographic durante décadas, para testimoniar y sensibilizar al público del impagable espectáculo que ofrece el planeta Tierra.

Hasta el 10 de abril -últimos días, por tanto- el Cosmocaixa brinda la posibilidad de descubrir lugares recónditos y seres vivos que ni la más viva imaginación podría concebir, incluyéndose asimismo paisajes modelados por el ser humano, en una simbiosis no siempre parasitaria. "En la vida cotidiana de las grandes ciudades del planeta -explican los organizadores- predominan los colores metalizados, el blanco, el negro y el gris. Pero nuestro mundo es un caleidoscopio de color. Desde hace décadas, National Geographic nos ha llevado hasta casa las imágenes de la variedad del mundo. En la actualidad, el trabajo de sus fotógrafos es una llamada a la responsabilidad y al compromiso en favor de la diversidad". La muestra no sólo apela a la sensibilidad ecológica del espectador, sino que lo sensibiliza, lo invita a mirar de otro modo la realidad, reparando en la multiplicidad de matices que incorpora el espectro cromático: "nos invita a descubrir, a través de las imágenes, que el color está en todas partes aunque no le prestemos atención". Además, la estructura de la exposición permite atender a cuestiones simbólicas, atribuidas a lo largo del tiempo a un determinado color.

‘LA COSTA DE LOS MOSQUITOS’

Fundació Vila Casas, hasta el 16 de julio

Afincado en Nueva York desde 1986, Santi Moix se presenta a sí mismo como un pintor al que le gusta explorar el mundo onírico, pisar un terreno inestable o nunca del todo conocido. En este sentido, el comisario Enrique Juncosa apunta

al carácter híbrido de su pintura. Por un lado se muestra abstracta, pero incorpora en su proliferación cromática elementos de la naturaleza perfectamente reconocibles -flores e insectos, sobre todo-; con lo que la frontera entre lo abstracto y lo figurativo se muestra, en su natural porosidad, hasta cierto punto artificiosa. La costa de los mosquitos es la primera antológica dedicada a la obra de Santi Moix, "presenta obras de las dos últimas décadas, incluye más de ochenta piezas, entre pinturas, acuarelas, cerámicas, esculturas e intervenciones efímeras en las paredes". Además de las influencias recibidas durante su larga estancia en Estados Unidos, los organizadores de la Fundació Vila Casas recuerdan los inicios de su carrera, acontecidos en Japón. Sólo en Tokio expuso en seis ocasiones, durante la década de los ochenta. "Su obra se vio en sus inicios en la estela de los neoexpresionismos, aunque su naturaleza sea reflexiva o analítica, como la pintura de artistas como Luis Gordillo, Carroll Dunham o George Condo, entre otros". El colorido y la exuberancia de formas naturales pueblan los lienzos de Moix, incorporando asimismo "el humor y el hedonismo", una joie de vivre que emana incontenible y que posiblemente esbozará una sonrisa en el visitante.

BOUCHRA KHALILI

Macba, hasta el 21 de mayo

Una serie de preguntas son lanzadas a modo de introducción por los organizadores de la muestra dedicada a Bouchra Khalili en el Macba, que invitan a la reflexión a propósito de

la validez y consolidación de los relatos personales y colectivos: "Todos somos testigos de nuestra propia historia, pero ¿cuál es la historia que se consolida como memoria colectiva? ¿A quién corresponde, quién la transmite?". La revisión del discurso oficial por parte de esta artista marroquina (nacida en Casablanca, actualmente establecida en Berlín) acompaña a su obra, rica en testimonios y documentos que se cargan de un peso simbólico, con inevitables connotaciones políticas. Entre círculos y constelaciones es el título escogido para una exposición que -en palabras de los organizadores- "hilvana un repertorio de microrelatos de vida que nos hablan de la pertenencia, las luchas anticoloniales y las estrategias de resistencia de las comunidades sometidas".

‘AMIGOS IMAGINARIOS’

Fundació Miró, hasta el 2 de julio

Con un título tan sugerente como representativo de las propuestas reunidas en la Fundació Miró -obras de Paola Pivi, Kasper Bosmans, Polly Apfelbaum, Meschac Gaba, Afra Eisma, Pipilotti Rist o Martin Creed- la exposición Amigos imaginarios reivindica su carácter necesariamente interactivo.

El visitante de esta muestra comisariada por Patrick Ronse y Martina Millà, dirigida a un público de todas las edades –"en especial a los más jóvenes"- es partícipe de los juegos que el libre vuelo de la imaginación predispone, plasmado con una diversidad de materiales: "El artista y la obra de arte, como un amigo imaginario, deben ser capaces de generar un espacio entre el espectador y la realidad donde todo sea posible, un espacio de juego y descubrimiento. Amigos imaginarios permitirá a los visitantes adentrarse en el mundo del arte contemporáneo de una forma amable, divertida y acogedora". Uno de los propósitos de la muestra es, en este sentido, introducir al espectador a la creatividad contemporánea -la expresión empleada por los organizadores es la de "animarle a perder el miedo"- gracias, en gran medida, al carácter interactivo de instalaciones vinculadas al juego y al ocio.

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