“Venimos de estar reprimidos por la pandemia y ahora toca xalar [disfrutar en catalán] y pasarlo bien, sin complejos”. Con esta declaración de intenciones Fran López acaba de estrenar en el Hotel Boutique Donna del Paseo Marítimo de Castelldefels el restaurante Xalar, una propuesta informal, pero de gran calidad culinaria que permite no sólo disfrutar de los platos, sino también de las vistas al mar y a la extensa playa del turístico municipio barcelonés.
El chef del Delta del Ebro no busca con este establecimiento sumar la tercera estrella Michelin ni hacer platos de alta cocina, pero sí hay un esfuerzo en cada plato por sorprender al comensal y garantizar su nuevo mantra postpandémico: “la cocina es xalar“. “No he querido hacer un restaurante gastronómico; Xalar quiere ser un lugar en el que comer bien en primera línea de mar, donde las vistas son las protagonistas”, explica.
Los arroces han acompañado siempre la trayectoria de Fran López y Xalar no podía ser una excepción. Pero no nos precipitemos, comencemos por el principio. La primera sorpresa llega con la copa de gazpacho. Parece que te sirva una copa de cava, pero no, es un gazpacho de tomate despigmentado y al que se ha añadido un punto de gas.
Seguimos. Recomendables las sardinas marinadas con tomate y albahaca, el milhojas de brandada de bacalao y uvas, o la torta crujiente de ventresca de atún de la Ametlla de Mar con ajo negro y naranja. Si gustan las cáscaras y se quiere subir el ticket, Xalar no decepciona. Las ostras del Delta son un clásico de los locales del chef, que en Xalar también sorprende con un plato de angulas y cocochas al pil pil y yema de huevo. Gambas rojas a la brasa, espardeñas o cigalas con mayonesa de tomillo ponen la guinda final al primer acto.
El dominio que Fran López tiene de la materia prima no os defraudará a la hora de elegir un buen pescado fresco como segundo plato. Es sugerente la forma como presenta el lenguado a la brasa, acompañado de una meuniere de albahaca y piñones. Más contundente y sabrosa es la parpatana de atún rojo confitada con hinojo y manzana.
También hay opciones para los carnívoros, pero vamos a por los arroces, que es lo que busca todo el mundo cuando se entabla en una terraza mediterránea. Xalar nos permite elegir entre cuatro opciones con un denominador común: son arroces hechos a la llauna y acabados con un toque de horno. El más sencillo, de verduras con emulsión de trufa, se sirve al precio de 17,50 euros por persona. Seguimos con el arroz negro con calamar y mayonesa de tomillo y subimos de nivel con el arroz de ortigas de mar y alga codium. Y ahora viene, de nuevo, la sorpresa: un arroz chaudfroid de carne de vaca madurada durante 65 días que se nos presenta cubierto con unas abundantes láminas de carpaccio. Contraste de sabores, de temperaturas y texturas.
Todo lo podemos acompañar con una carta de vinos que aspira a ser la más completa de la zona y que ya cuenta con más de 200 referencias. En Xalar nos podemos saltar los postres, porque la mejor forma de terminar es pidiendo la carta de cócteles, servidos en unos espectaculares recipientes en forma de globo o de calavera que invitan a alargar la tarde o, ahora que ya no hay toque de queda, también la noche.
Sin bebidas, el precio medio de Xalar oscila entre los 35 y los 40 euros, pero, como siempre, todo depende del tipo de platos que se escojan. Según López, durante las tres primeras semanas de funcionamiento el ticket medio por persona se situó en 56 euros, bebida incluida.
Xalar abre cada mediodía y noches y quiere ser también el rey del tardeo y contribuir a dinamizar la vida social de Castelldefels. La terraza frente al mar y junto a la piscina del hotel es el mejor espacio para disfrutar de la nueva propuesta gastronómica de Fran López, siempre que no haga demasiado viento, claro. El restaurante también tiene unas mesas a pie de playa para tomar una cerveza o un pica pica informal y dispone de un comedor interior acristalado desde donde se puede ver el mar todo el año.
El Hotel Boutique Donna, de 38 habitaciones y cuatro estrellas superior, abrió en 2017 y llevaba tiempo buscando un chef para elevar su nivel gastronómico. El hotel pertenece al grupo constructor y promotor local Santiveri, que edificó el establecimiento en el único solar que quedaba en primera línea de mar.
En paralelo a este nuevo restaurante, Fran López dirige el Hotel-Restaurante Villa Retiro, situado en Xerta (Tarragona) y que obtuvo una estrella Michelin en 2009, cuando el cocinero tenía sólo 25 años; y el Xerta Restaurante, ubicado en el Hotel Ohla Eixample, en la calle Córcega de Barcelona, dotado de una estrella desde 2016. El grupo Villa Retiro, donde comparte liderazgo con su hermano, también dispone de una prestigiosa escuela de cocina propia y de una bodega familiar (Pagos de Híbera) dedicado a la producción de vinos y aceites.