Patek Philippe desembarca en Jardinets de Gràcia de la mano de Unión Suiza

La primera boutique exclusiva de la firma de relojes de lujo Patek Philippe de Barcelona abrirá a los Jardinets de Gracia. El establecimiento, que dispondrá de 460 metros cuadrados en dos pisos, estará operativo a finales de este año. Lo hará de la mano de Unión Suiza, que vende relojes de la emblemática marca ginebrina desde 1929.

La nueva tienda abrirá en los bajos del complejo residencial de lujo Mandarin Oriental Residences Barcelona, en el antiguo edificio del Deutsche Bank que corona el Paseo de Gracia. La apertura del establecimiento representará un punto de inflexión para Patek Philippe y para Unión Suiza, ambas nacidas hace más de 180 años.

Unión Suiza aspira a convertir este espacio en un punto de referencia de relojes y joyas de la marca de Ginebra. Como ha informado La Vanguardia, un equipo de arquitectura está trabajando con este objetivo en el diseño del local, ubicado en el número 111 de Paseo de Gràcia, en el cruce con la Avenida Diagonal, donde Unión Suiza dispone de un establecimiento cercano junto a la Via Augusta en el que también se venden relojes de Patek Philippe.

La conexión entre ambas marcas viene de lejos, y es que el abuelo de la actual generación de la joyería barcelonesa ya trabajó con el también abuelo del ahora presidente de Patek Philippe, Thierry Stern. La firma suiza es la última manufactura independiente de Ginebra en manos de una sola familia, como parte de su compromiso con la continuidad del arte joyero tradicional, que practica desde 1839. 

Casualmente fue un año después cuando Jaume Vendrell y Francisca Castellà abrieron su primer comercio y taller de joyería en Barcelona, cerca de la parroquia del Carme del Raval. La familia Vendrell ha mantenido y ampliado la empresa hasta la actualidad, y ya cuenta con la séptima generación incorporada al negocio. 

La historia y trayectoria de ambas marcas vuelve ahora a confluir y lo hace con el hito de abrir esta boutique exclusiva en lo más alto del emblemático paseo barcelonés. Ocupará los bajos del complejo residencial de lujo de Mandarin, un edificio que pasó por muchas peripecias.  

El edificio fue adquirido en 2014 por el grupo inmobiliario KKH Property Investors, con la previsión inicial de convertir el inmueble en un hotel de lujo de la cadena Four Seasons. El cambio de color en el Ayuntamiento y un plan urbanístico restrictivo con la apertura de hoteles frustraron estas intenciones, y finalmente la promotora apostó por habilitar las viviendas más exclusivas de la ciudad.