El ranking mundial de la filantropía

El estudio “The Global Philanthropy Report: Perspectives on the global foundation sector“, publicado recientemente por un grupo de investigadores del Hauser Institute for Civil Society de la Universidad de Harvard y financiado por la compañía UBS, es el análisis más amplio realizado hasta la fecha sobre las principales tendencias en el mundo de la filantropía.

Este trabajo ofrece una foto global de este sector, en el que actúan algo más de 260.000 fundaciones en los 39 países analizados. La mayor parte de ellas se concentran en Europa (60%) y Norteamérica (35%).

En total, las fundaciones analizadas cuentan con unos activos de casi 1,5 billones de dólares que se concentran fundamentalmente en Estados Unidos (60% del total) y Europa (37%).

El país número uno en este ranking es, con diferencia, Estados Unidos, donde sus fundaciones gestionan unos activos de 890.000 millones de dólares. Las fundaciones del segundo país en el ranking, Holanda, mueven unos activos de 108.000 millones de dólares, y las de Alemania, tercer país en el ranking, cuentan con 92.900 millones de dólares.

España ocupa la octava posición en el ranking con un total de 29.000 millones de dólares en activos, justo por detrás de Francia y por encima de países como China, Australia o Canadá.

El 72% de las fundaciones fueron creadas durante los últimos 25 años, lo que demuestra que se trata de un sector bastante joven y en crecimiento.

Una de las conclusiones del estudio es que el sector filantrópico está muy fragmentado. De hecho, el 58% de las fundaciones existentes no colaboran con otras fundaciones.

Existen enormes diferencias entre unas fundaciones y otras. Así, la mitad de ellas no cuentan con personal pagado y sus presupuestos no llegan al millón de dólares, lo que limita bastante su capacidad de acción.

El ámbito en el que las fundaciones son más activas es el de la educación. Una tercera parte de ellas trabajan en este sector por considerar que es el que ofrece más oportunidades para los individuos y puede además convertirse en un importante motor de prosperidad económica para los países.