Barcelona se sube a la ola del ‘sportstech’

“El deporte ya no es lo que era”. Esta es una de las frases más repetidas por muchos de los amantes del deporte (ya sea de competición o amateur) a causa de la rápida transformación que han sufrido muchas de las disciplinas del ejercicio físico en los últimos años. Y es que, a pesar de estar teñida de un cierto grado de melancolía (especialmente para los más puristas), no se puede negar que el cambio es más palpable que nunca. El deporte ha cambiado, y mucho, especialmente en lo que se refiere al avance tecnológico. Pero no todos los cambios son negativos, ni mucho menos.

Y es que gracias a las últimas innovaciones, hoy podemos controlar el estado de salud de los deportistas en tiempo real, garantizar unas mejores condiciones de seguridad en deportes de alto riesgo o facilitar el acceso a la práctica deportiva de las personas con algún tipo de limitación física o mental.

“La tecnología ha permitido un salto cualitativo sin precedentes en el mundo del deporte, tanto en el sector lúdico como en el profesional”, indica el fundador de TICC, Sergi Páez, una startup que fabrica cascos inteligentes para mejorar la seguridad en la movilidad urbana.

Siguiendo la estela de ciudad innovadora y posicionada ya como uno de los referentes en innovación y digitalización a nivel europeo, Barcelona ha querido sumarse también al desarrollo tecnológico en el ámbito deportivo a través del programa Barcelona Sports Tech Hub. El macroproyecto cuenta con un programa de apoyo a la creación de empresas emergentes de deporte y tecnología que arrancó el pasado mes de julio, una futura incubadora de empresas emergentes sportstech en el Estadio Olímpico Lluís Companys a finales del 2022 y unas oficinas centrales que se prevé que se ubiquen en el Palacio de Deportes de Montjuïc a partir del 2023. “El objetivo es potenciar la tecnología aplicada tanto al deporte como a los electronic sports y generar puestos de trabajo de calidad”, indica Xavier Dumont, responsable de los servicios de emprendimiento de Barcelona Activa.

El programa de apoyo a la creación de empresas emergentes consiste en el acompañamiento a 12 empresas emergentes dedicadas al desarrollo tecnológico vinculado con el mundo del deporte que van desde sensores de movimiento para mejorar la seguridad en la movilidad urbana, calzado de escalada impreso en 3D o escuelas formativas basadas en el microlearning. “Ya llevamos varias semanas de programa y el asesoramiento y la formación que hemos recibido han sido excelentes”, explica Javier Beltran, CEO de Rockfit, una de las startups seleccionadas.

El programa consta de cápsulas formativas semanales y acceso a mentores y asesores durante seis meses, así como también la posibilidad de utilizar el coworking Incubadora Almogàvers a partir del mes de septiembre. Rockfit, una startup de sportech que se dedica a crear juegos de aventuras para practicar deporte a través de la inteligencia artificial, ya está empezando recoger sus frutos después de cerrar un acuerdo con la UNIR (Universidad Internacional de La Rioja) para desarrollar el algoritmo de inteligencia artificial que utiliza la empresa. Según Dumont, una vez finalizados los seis meses, se repartirá un premio de 10.000 euros a la mejor startup tras una deliberación por parte del jurado.

Beltran explica a The New Barcelona Post que se mudó a la capital catalana buscando una mayor facilidad de arrancar proyectos innovadores. “Vine desde Madrid para continuar con el proyecto porque en Barcelona es más fácil que triunfe una empresa transgresora, especialmente en el ecosistema tecnológico. A nivel cultural se percibe una mayor predisposición para probar cosas nuevas”, concluye su fundador.

Uno de los principales retos que afronta la ciudad es la captación de financiación. A pesar de ocupar el tercer lugar en cuanto a hub europeo más popular para la creación de una startup, según el Startup Heatmap Europe 2021, la inversión que recibe en el sector sportstech no es directamente proporcional. El reciente informe European Sportstech Report 2021 coloca Barcelona en el lugar número 38 en cuanto a la captación de inversiones en una lista encabezada por Londres (73,4 millones de euros), Estocolmo (63,6 millones) y Berlín (55,6 millones).

Según la publicación, los subsectores que dominaron el panorama inversor europeo en 2020 fueron el fitness, el contenido de consumo y los deportes electrónicos. Por empresas, el ránking lo encabeza la sueca G-Loot (51 millones de euros), dedicada a los eSports; seguida de cerca por One Football (50 millones), una plataforma alemana de contenidos de futbol y en tercer lugar Minute Media, una empresa de origen inglés especializada en contenido de todo tipo de deportes.

Desde Indescat (clúster catalán del deporte) también valoran muy positivamente la noticia al considerar que es una muy buena oportunidad para situar a Barcelona como referencia en el panorama internacional. “Tenemos las herramientas necesarias para crear riqueza, oportunidades y mejorar la competitividad del sector. Las empresas deportivas necesitan un entorno donde se aúne innovación, startups, tecnología, grandes corporaciones, emprendedores, inversión y talento”, concluye su presidenta, Anna Pruna.