Barcelona, puerto de México en Europa

Foment del Treball sigue con su incansable trabajo de abrir nuevos mercados a las empresas catalanas. Este miércoles le tocó el turno a México. Un webinar organizado por la patronal sirvió para identificar las diversas oportunidades de negocio que se abren en el país norteamericano. En el acto intervinieron también representantes del consulado mexicano en Barcelona y del ICEX, la entidad pública estatal que promueve la internacionalización de las empresas españolas.

España ya es el segundo país inversor en México, con un 12% del total, por detrás de Estados Unidos, con un 47%. Más de 6.500 empresas españolas están actualmente instaladas en el país, y entre el puerto y el aeropuerto de Barcelona acumulan el 12% de tránsito de toneladas. Es decir, que la relación comercial entre ambos países ya tiene una historia.

La cónsul Teresa Rosas destacó que la economía mexicana se caracteriza por una baja inflación y un mercado interno fuerte, y que se beneficia, además, de una situación geográfica estratégica, tanto por su centralidad en el continente americano como por su salida a los océanos Atlántico y Pacífico hacia Europa y Asia. Rosas añadió que la economía de su país se beneficia igualmente de que México sea una potencia cultural.

Por parte del consulado también intervino Joaquín Catalá, responsable de la promoción económica y cultural, que abundó en la geoestrategia mexicana como “puente” entre Norteamérica y Suramérica. Catalá enumeró algunas de las potencialidades comerciales del país. Por ejemplo, sus 77 aeropuertos y 117 puertos; 750.000 kilómetros de carreteras, y que es el mayor productor de plata, el séptimo de cobre y el duodécimo de petróleo. En todo el país se reparten casi 3.500 universidades y 27 centros de investigación.

El principal objetivo del webinar era identificar nuevas oportunidades de negocio a partir de los nuevos mercados que está abriendo México. El país mantiene relaciones comerciales con 223 estados y tiene tratados con 50. Esto significa que, a través de estos acuerdos, se accede a un mercado de 1.360 millones de consumidores.

Ya hay 4.200 empresas catalanas que exportan a México, donde se han instalado 481 filiales, que son beneficiarios potenciales del citado mercado. En el sentido contrario, en Catalunya existen 41 filiales de compañías mexicanas. La inversión de México en Catalunya se calcula que ha alcanzado los 2.000 millones en los últimos cinco años. Otro potencial mexicano es la relocalización del sector manufacturero de Estados Unidos en su país vecino por el aumento de la mano de obra en China.

Montserrat Feliu, socia directora de Feliu N&I, aportó a la sesión una detallada exposición sobre el marco jurídico que las empresas españolas se encontrarán en México. Por su parte, José Manuel Fresnillo, director territorial de ICEX en Catalunya, explicó las ayudas de este organismo a las que pueden optar las empresas que decidan cruzar el charco.

Finalmente, Joan Tristany, director general de Amec, y Llucià Casellas, director general de Roser, explicaron la experiencia de sus empresas en México. Tristany, como ya había apuntado antes Feliu, insistió en la necesidad de dedicar mucho tiempo al análisis y planificación antes de instalarse en el país norteamericano. “No hay que infravalorar los riesgos ni sobrevalorar las oportunidades”, sentenció, y añadió: “A México no se puede ir a medias, sino a todas”. Destacó que se trata de “un mercado joven en un país joven” y que es una buena plataforma para expandirse a Centroamérica. No así, advirtió, a Estados Unidos. Para operar en Estados Unidos hay que instalarse en Estados Unidos, aconsejó.

México es “un mercado joven en un país joven” y una buena plataforma para expandirse a Centroamérica

Casellas describió como exitosa, aunque no exenta de dificultades, la aventura de la compañía Roser en México, que comenzó en 1991. Finalizó diciendo que entonces México era un país de oportunidades “y sigue siéndolo”.

Además de analizar las oportunidades de negocio, uno de los objetivos del webinar era incrementar las relaciones comerciales e inversiones entre Catalunya y México, así como la presencia de empresas al otro lado del Atlántico. De momento, los puertos de Barcelona y Veracruz mantienen muy buena sintonía y ahora se trata de consolidar Barcelona como el puerto de México DF en Europa.