La capital catalana quiere situar la cultura como eje principal de los atractivos de la ciudad para conseguir un visitante de mayor valor añadido. Turisme de Barcelona pondrá el énfasis en el mercado americano y en el sudeste asiático y también quiere incrementar en un 15% los visitantes nacionales.
Turistas en La Pedrera. ©Vicente Zambrano
Barcelona se prepara para reactivar su principal motor económico en un escenario postpandémico. El consorcio público Turisme de Barcelona ha aprobado un nuevo plan de promoción de la ciudad que contempla una inversión de 12 millones de euros en dos años. El objetivo de Turisme de Barcelona en esta nueva etapa es centrarse en la cultura, es decir, en atraer visitantes que quieran disfrutar de los equipamientos y de la producción cultural de la ciudad, de su diseño y arquitectura, de la Barcelona literaria o de la Barcelona del cine.
El reto es favorecer la llegada de un turismo de mayor valor añadido que gaste más en el destino y que sea más sostenible y respetuoso con la ciudad. En este sentido, para situar la cultura como eje principal de los atractivos, Turisme de Barcelona prevé fomentar la celebración de grandes eventos que pongan en la capital catalana en el mapa mundial de la cultura.
“Se trata de poner en valor aquellos rasgos que nos diferencian y la cultura, la creatividad, la innovación han sido siempre elementos característicos inherentes a la ciudad de Barcelona. Hay que recuperar ese espíritu”, explica la directora del consorcio, Marian Muro.
El plan de acción de Turisme de Barcelona quiere ser más selectivo a la hora de definir los mercados exteriores donde ir a buscar turistas para asegurar que sean “clientes de valor que dejen dinero en la ciudad“. También se redefinirá la estrategia de márketing para intentar definir mejor el relato o los atributos que se quieren proyectar. “Se trata de poder controlar nosotros el relato, definir cómo queremos ser reconocidos en el mundo, yendo a buscar el cliente que interesa”, argumenta Muro.
Una vez se pueda recuperar la libertad de movimientos y se reduzcan las actuales medidas restrictivas para controlar la pandemia, el objetivo de Turisme de Barcelona es incrementar en un 15% los visitantes procedentes del resto de España, “que se han ido perdiendo año tras año y que nos interesan por su proximidad “. Así, se quiere activar un plan específico para atraer visitantes nacionales interesantes en la cultura, la gastronomía y la Barcelona marítima.
También se pondrá el foco de promoción en el mercado europeo, pero “la gran apuesta de Barcelona — destaca el consorcio — debe ser por los mercados del sudeste asiático y americano”. “Se prevé que el sudeste asiático sea el gran mercado del siglo XXI y Barcelona debe estar preparada para tener dentro de tres o cuatro años una posición de liderazgo“, enfatiza la institución que preside Eduard Torres.
El nuevo plan 2021-2022 de Turisme de Barcelona también prevé impulsar el co-márketing y una política de alianzas entre empresas para poder intensificar la acción promocional. Para este ejercicio, el consorcio ha aprobado un presupuesto de 20,6 millones de euros.
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