Agenda cultural mundo octubre 2018

AGENDA CULTURAL
por JACOBO ZABALO

Una selección mensual de conciertos,
artes escénicas y exposiciones.

MÚSICA Y
ARTES ESCÉNICAS

MÚSICA Y ARTES ESCÉNICAS

 01 / 10 / 18 

Orchestre Révolutionnaire et Romantique

Nueva York, 14 y 15 de octubre

La obra del compositor romántico Héctor Berlioz, vistosa y colorida, ya despertó el interés de John-Eliot Gardiner, reputado director de música antigua, en sus primeros años. Pues la conciencia de los modos interpretativos adecuados a cada época no compete únicamente al tipo de música comúnmente referida como “antigua” (incluso si esta ha sido la víctima, en efecto, de las principales tropelías interpretativas en buena parte del siglo XX). En el Carnegie Hall, los días 14 y 15 de octubre podrán disfrutarse piezas de diferentes periodos compositivos de Berlioz, algunas tan líricas como Harold en Italie, inspirada por una obra de Lord Byron y que cederá parte del protagonismo a la viola de Antoine Tamestit -un instrumento pocas veces escuchado como solista- así como arias extraídas de Les Troyens. En lo que respecta al día 15, el plato fuerte será sin duda la Symphonie fantastique, la composición de Berlioz que más se acostumbra a programar por su componente intensamente evocador, que a través de recursos sonoros transporta al oyente por los escenarios precisados en los títulos de sus movimientos.

JEAN-GUIHEN QUEYRAS - ISABELLE FAUST - ALEXANDER MELNIKOV

París, 17 de octubre

Tres amigos -el violonchelista Jean-Guihen Queyras, la violinista Isabelle Faust, y el pianista Alexander Melnikov, que han protagonizado decenas de conciertos y grabaciones- reunidos en la Philharmonie de París para interpretar piezas de cámara de un compositor, Wolfgang A. Mozart,

que ya en su época se reunía con amigos (antes de ello, con sus más allegados, sobre todo padre y hermana) para interpretar su propia música. Para captar algo de aquellas veladas, los instrumentos que emplearán los amigos en la Philharmonie datan de aquella época, comenzando por el piano que empleará Melnikov, de 1791 (en diciembre de ese año falleció Mozart), una de las joyas del Musée de la Musique, fabricado por lso hermanos Johann Gottfried y Johann Wilhelm Gräbner. Si bien la impronta de Mozart en Beethoven ha sido a menudo recordada, y probablemente de forma exagerada, parece pertinente señalar cómo algunas de las piezas programadas -entre las cuales la Sonata para violín y piano, Kv 378 y los dos Trios para piano y cuerdas K. 496 (en sol mayor) y 502 (si bemol mayor), de gran riqueza de contenido- anticipan, aun siendo profundamente clásicas, la nueva y más elevada consideración de las piezas de cámara que el genio de Bonn alcanzaría. Además, se disfrutará de la Sonata para piano, Kv. 332, no especialmente popular pero de factura excelente y con un movimiento lento ensoñador, que el arte de Melnikov enarbolará por encima de modas interpretativas y periodos históricos.

Ólafur Arnalds

Leipzig, 10 de octubre

La sala grande de la Gewandhaus de Leipzig, acostumbrada a las actuaciones de su sensacional orquesta sinfónica

(este mes, sin ir más lejos, programará sinfonías de Beethoven, Mahler y Berlioz, en conciertos muy recomendables) acoge una actuación de tendencia minimalista, protagonizado por el islandés Ólafur Arnalds. Ciertamente, en los estantes de las pocas tiendas de discos aún en activo podrán encontrar una grabación centrada en Chopin, que reinventa junto a la pianista Alice Sara Ott, pero su ámbito preferido no es el de la tradición clásica sino la improvisación como forma de creación partir de una base firme, de referencia, que le proporciona otra tradición, la de ciertos compositores nórdicos, como Arvo Pärt, influencias que comparte junto a Max Richter -recomendada su actuación en Montréal- y al malogrado Johann Johannsson, cuya última actuación recomendamos y disfrutamos hace menos de un año, sin saber obviamente que el final estaría tan cerca…

Max Richter

Montreal, 9 de octubre

La música de Max Richter bebe descaradamente de las fuentes del minimalismo de Arvo Pärt y del gusto por las células recurrentes de un Phillip Glass -por mencionar solamente a dos, pues podríamos añadir la experimentación de Morton Feldman y Steve Reich-

- a pesar de lo cual su propuesta no deja de sonar cautivadora. Al éxito que ha cosechado con su Vivaldi recomposed -escuchado hace un par de temporadas en el Auditori bajo la dirección del violinista David Hope- podemos añadir la incursión en el mundo del cine, con la presencia sub limine en tantos hogares a través de series de gran alcance como The Leftovers, cuyo emotivo y punzante tema es suyo, como también el correspondientemente empleado en la película Arrival de Dennis Villeneuve. Podríamos recordar, asimismo, su ambicioso proyecto Sleep, un proyecto profundamente minimalista a pesar de consistir en la interpretación en directo de melodías que acompañan la práctica de la actividad inconsciente, comúnmente referida como “dormir”. En auditorios de Berlín, París o incluso Madrid se vació el patio de butacas, siendo sustituidas por colchones para que los oyentes durante una noche se dejaran mecer por esas melodías. Melodías que han sido resumidamente recopiladas en un CD, también, para que cualquiera pueda escucharlas en su casa despierto o en loop -si lo desea- durmiendo sus siete u ocho horas. Todo esto para poner en situación, y presentar el concierto de Max Richter en Montréal como una cita de gran interés, centrada en la interpretación del disco The Blue Notebooks, que el propio compositor elaboró en 2004 empleando textos de Franz Kafka, a modo de reflexión sobre la violencia en nuestra sociedad. Proseguiría esta senda con el álbum Infra, de 2010, la otra obra que se escuchará en la Place de Arts.

Cine y Música. Metrópolis

Madrid, 6 de octubre

La idea de interpretar música en directo en ocasión de la proyección de películas de cine mudo se remonta de hecho a la praxis de aquella época, cuando en los albores de la cinematografía, antes de la sonorización de las cintas varios músicos o uno sólo

(habitualmente teclado u órgano) se ocupaba de ilustrar las escenas y preparar a los espectadores a la acción representada en pantalla, haciéndolo participe de esa segunda realidad. En el Auditorio Nacional, como en el Palau de la Música Catalana, se ha optado por recuperar el formato, a tenor de las posibilidades que se abren con ese retorno a los orígenes, sea para interpretar la partitura compuesta ex profeso o para improvisar, como ha hecho en diversas ocasiones el organista Juan de la Rubia. En la presente programación de Metrópolis, la Orquesta Nacional de España bajo la dirección de Nacho Paz interpretará la banda sonora originalmente compuesta por de Gottfried Huppertz. La obra maestra de Fritz Lang, que data de 1927, sigue apareciéndose como una producción fascinante e icónica, influyente por su temática y abrumadora por el derroche de recursos escénicos (extras, efectos especiales, decorados, diseño de mobiliario…). Con el nuevo metraje, unos 25 minutos descubiertos en 2008, Metrópolis deja de ser sólo una distópica visión de la ciudad futura. Evidentemente, se mantiene la contraposición de dos formas de vida, oponiendo la condición esclava de los oprimidos, que generan la energía para la manutención de la espléndida ciudad, a los que en ella viven, felizmente, en la superficie del lado de los rascacielos. Pero aporta matices, y por tanto gana en profundidad. Hay que recordar, además, que es la primera representación del replicante, el otro yo (en formato cibernético) que en el siglo XIX los románticos llamaban con el temible nombre de Doppelgänger. La sombra que sin ser yo se me parece tantísimo, dando pie a confusiones de identidad potencialmente siniestras. Es lo que sucede con la visión de una compasiva Maria, una vez está suplantada por el robot Futura, cuyo baile sensual despertará los instintos más bajos de unos y otros, en lugar de apaciguar, para desazón del protagonista que está enamorado de ella. La reunión de eros y thanatos, presente ya en El hombre de la arena, se reencontrará a través de desdoblamientos femeninos que representan lo esencialmente inaprehensible de la realidad deseada, en cintas tan memorables como Vértigo de Alfred Hitchcock, o Carretera perdida de David Lynch.

EXPOSICIONES

EXPOSICIONES

 01 / 10 / 18 

Chema Madoz

Madrid, hasta el 10 de noviembre

El arte del fotógrafo Chema Madoz plasma escenas con objetos artificiosamente preparados para dar pie al equívoco o, quizá mejor, a un tipo de confusión profundamente significativa, reveladora. No son acertijos al estilo de Magritte, ni meros guiños o bromas, pero ciertamente -como en aquellos casos- requieren de la compleción del mensaje oculto/visible por parte del espectador, que asume como propios los elementos representados, y cuya simplicidad no impide que despierten una perplejidad inspiradora. En la Galería Elvira González se muestran 34 fotografías en blanco y negro: “Veremos cómo la descontextualización de la imagen del objeto fotografiado dota al mismo de un nuevo significado que adquiere sentido ante los ojos de cada espectador”, explican los organizadores. El filósofo e historiador del arte Luis Arena, remata: “por Madoz sabemos de cuántas vidas diferentes le hubieran podido aguardar a un fósforo o a una escalera si su destino no hubiera sido el de servir finalmente a nuestra necesidad de fuego o de vencer la gravedad. Todos esos mundos de Madoz son mundos improbables, ciertamente, pero no imposibles: ahí están ante nosotros para demostrarnos su realidad”.

GEORGIA O’KEEFFE: VISIONS OF HAWAI‘I

Nueva York, hasta el 28 de octubre

Reconocida sobre todo por los primeros planos de flores, en lo que ha sido entendido como una suerte de intromisión en la intimidad de las plantas, Giorgia O’Keefe es asimismo autora de lienzos en que retrata a la naturaleza desde cierta distancia.

Montañas, cascadas y frutas exóticas son algunos de sus temas. Muy oportuna la recopilación de 10 obras realizadas durante su estancia en Hawaii en el Museo Botánico de Nueva York, en la medida que no sólo permite disfrutar de una naturaleza reunida y cultivada con fines expositivos y de concienciación ecológica, sino también una pequeña muestra de su recreación artística.

Through a Different Lens

Nueva York, hasta el 28 de octubre

Through a Different Lens: Stanley Kubrick Photographs es una exposición imprescindible para todo admirador del director estadounidense, y por extensión para todo amante del arte cinematográfico. Como se recuerda en la exposición del CCCB

-que recomendamos en la Agenda Cultural de la ciudad de Barcelona- Kubrick demostró a una edad temprana su interés por la reproducción fotográfica de la realidad, en este caso a través de las lentes de una cámara fotográfica. Se conservan más de 12,000 negativos de sus trabajos para la publicación Look -con la que comenzó a colaborar a los 17 años- correspondientes a los 129 encargos que se le hicieron. En la presente muestra, en el Museum of the City of New York, puede verse una elocuente selección, así como una serie de materiales inéditos, que -en palabras de los organizadores- captan “el pathos de la vida ordinaria con una sofisticación que desmienten su corta edad”- Instantáneas que demuestran ya aquella sensibilidad perfeccionista, el cuidado en los detalles de composición y en la captación del momento pregnante. Una exposición perfectamente complementaria a la mencionada en la Agenda de Barcelona.

I WAS RAISED ON THE INTERNET

Chicago, hasta el 14 de octubre

Últimos días para disfrutar con una exposición de radical actualidad, y no obstante “arqueológica”. Pues tal como evidencia el título de forma máximamente clara, de lo que se trata, a través de diferentes propuestas, es mostrar cómo una generación -los llamados millennials

- han crecido y por tanto vivido desde siempre en la era digital, disponiendo de la real virtualidad de Internet. En la web se ofrecen explicaciones de gran interés, a propósito de las diferentes secciones que componen la muestra y los nombres de los artistas convocados. Quedémonos con las primeras líneas a modo de resumen “I Was Raised on the Internet [me crié en la era de internet] se centra en cómo Internet ha cambiado la forma en que experimentamos el mundo. Debido a los nuevos tipos de juegos y entretenimiento y al aumento de las redes sociales y los modos alternativos de representación, lo cotidiano ya no es lo que solía ser. Las formas en que interactuamos entre nosotros han cambiado a través de la naturaleza conectada de los dispositivos de telecomunicaciones en Internet, incluidas las aplicaciones móviles, las redes sociales y los grandes motores de búsqueda, que se han convertido en herramientas cotidianas para personas de todos los ámbitos. Nuevos modos, no solo de ver sino también de sentir, han surgido en respuesta a esto”.

Frida Kahlo: Making Her Self Up

Londres, hasta el 4 de noviembre

La vida de Frida Kahlo, no sólo su arte, se ha convertido en motivo de interés y hasta veneración, erigida en figura prácticamente mítica o -como recuerdan la web- cuanto menos “icónica”.

De ahí que una exposición como la presente centrada en sus atuendos y enseres personales -por vez primera fuera de México- pueda interesar y satisfacer las inquietudes más o menos artísticas del visitante. Su fuerte personalidad se ve reflejada en los ítems que expone esta galería londinense especializada en diseño, objetos que durante 50 años permanecieron ocultos. El éxito es tal, que se exhibe el cartel de “Sold Out”, con la esperanzadora apostilla: “se puede comprar un número limitado de tickets por orden de llegada, a partir de las 10.00 en la entrada principal”.

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