Agenda cultural mundo mayo 2022
AGENDA CULTURAL
por JACOBO ZABALO
Una selección mensual de conciertos,
artes escénicas y exposiciones.
MÚSICA Y
ARTES ESCÉNICAS
MÚSICA Y ARTES ESCÉNICAS
01 / 05 / 22
PAUL LEWIS, UNA CELEBRACIÓN
Londres, Barbican, 19 de mayo
Paul Lewis cumple 50 años y para celebrarlo ha programado un concierto muy especial en el Barbican londinense. Saludado por los organizadores como uno de los mejores pianistas de todos los tiempos, de entre los que nacieron en su país de origen (“one of the greatest pianists our country has ever produced”), ofrecerá al público una selección de sus piezas favoritas. Aquellas que más disfruta tocando, y que no por casualidad le han llevado a los principales escenarios, recibiendo asimismo diversos galardones por sus registros discográficos. Pensamos en su querido Beethoven, por supuesto -las muy expresivas sonatas “Patética” y “Apassionata”-, pero también en Mendelssohn -interpretará una selección de sus Canciones sin palabras- y de Chopin, con al menos una pieza -la Polonesa-fantasía núm. 7- programada, además de los previsibles bises. El grado de compromiso de este artista puede hacernos esperar cualquier cosa. Hay que recordar que, en uno de los momentos más complejos para el traslado de artistas, durante la pandemia, optó por no cancelar su recital en el Palau y viajar a Barcelona, consciente de que a su retorno a Londres tendría que permanecer confinado en cuarentena. Un artista que no cabe valorar sólo por la claridad de las líneas melódicas de su pianismo, comunicativo y honesto. Parece que todo ello conforma un mismo y coherente ethos. Resulta tentador reproducir las líneas de una reseña -respecto de su praxis interpretativa- procedentes de la web Bachtrack, especializada en música clásica: “Con su profunda concentración, pura musicalidad y la grata ausencia de gestos exagerados, Lewis tiene la extraña habilidad de hacerte sentir que te está contando un secreto”.
ANDREA MOTIS
Madrid, Auditorio Nacional, 8 de mayo
La sala sinfónica del Auditorio de Madrid acoge en esta ocasión a un conjunto de jazz liderado por la carismática figura de Andrea Motis, trompetista y cantante catalana que en los últimos años ha sido una de las figuras emergentes
mejor valoradas. Con un conjunto de instrumentistas que cubren registros muy variados -se incorporan instrumentos no siempre asociados al jazz, como el violín o, sobre todo, la mandolina- presentará su última creación discográfica, titulada Loopholes. El eclecticismo de su propuesta no le resta coherencia, sino más bien al contrario, contribuye a entretejer de forma consistente un cosmos reconocible y permeable, abierto a las influencias y en perpetuo cambio. El regusto folk que aquellos instrumentos menos habituales aportan en temas como Espera convive de forma natural con una experimentación jazzística moderada, al tiempo que se aproxima desde la contundencia vocal a una concepción pop, con raíces latinas en el caso de El pescador. Una propuesta esencialmente mestiza, caleidoscópica y generosa en sonoridades que enseguida se antojan familiares.
GERHARD Y DVORAK
Berlín, Philarmonie, 12, 13 y 14 de mayo
Cuando un compositor/a es programado/a en un escenario tan importante como la berlinesa Philarmonie -referencia mundial por la orquesta que alberga, más allá de su imponente arquitectura- en un concierto
dirigido por Sir Simon Rattle, sin duda puede decirse que ha aquel/lla ha trascendido a sus circunstancias más particulares y contexto. Es el caso del catalán Robert Gerhard. Nacido en Valls en 1896, se instaló en 1923 en Viena para recibir clases del revolucionario de la armonía, Arnold Schönberg, y permaneció fuera de Cataluña buena parte de su vida, durante la dictadura. Junto a sus emblemáticas Danses de Don Quixot, se podrá escuchar su Sinfonía núm. 3, “Collages”. Destaca esta obra por la incorporación de una banda magnética, tratada como un elemento más de la orquesta. Resultante de un encargo de la Fundación Koussevitzy, la sinfonía se ha relacionado con la impresión vivida por el propio Gerhard al contemplar la salida del sol, en las costas irlandesas, desde la ventanilla de un avión. El carácter evocador de la música, en este caso del siglo anterior -en la madurez del Romanticismo- caracteriza a la obra de Antonin Dvorak. El compositor checo incorpora elementos del folklore para sugerir, a través de ritmos y colores tonales, escenas festivas o paisajes naturales. En el concierto que tendrá lugar los días 12, 13 y 14 de mayo podrán escucharse su Scherzo capriccioso, op. 66, así como su Suite para orquesta en La mayor, op. 98b, “Americana”. Como en el caso de la famosa obra que cierra su ciclo sinfónico, esboza la atmosfera del llamado “Nuevo mundo”, que el compositor conoció en primera persona, de 1892 a 1895.
Cuando un compositor/a es programado/a en un escenario tan importante como la berlinesa Philarmonie -referencia mundial por la orquesta que alberga, más allá de su imponente arquitectura- en un concierto
dirigido por Sir Simon Rattle, sin duda puede decirse que ha aquel/lla ha trascendido a sus circunstancias más particulares y contexto. Es el caso del catalán Robert Gerhard. Nacido en Valls en 1896, se instaló en 1923 en Viena para recibir clases del revolucionario de la armonía, Arnold Schönberg, y permaneció fuera de Cataluña buena parte de su vida, durante la dictadura. Junto a sus emblemáticas Danses de Don Quixot, se podrá escuchar su Sinfonía núm. 3, “Collages”. Destaca esta obra por la incorporación de una banda magnética, tratada como un elemento más de la orquesta. Resultante de un encargo de la Fundación Koussevitzy, la sinfonía se ha relacionado con la impresión vivida por el propio Gerhard al contemplar la salida del sol, en las costas irlandesas, desde la ventanilla de un avión. El carácter evocador de la música, en este caso del siglo anterior -en la madurez del Romanticismo- caracteriza a la obra de Antonin Dvorak. El compositor checo incorpora elementos del folklore para sugerir, a través de ritmos y colores tonales, escenas festivas o paisajes naturales. En el concierto que tendrá lugar los días 12, 13 y 14 de mayo podrán escucharse su Scherzo capriccioso, op. 66, así como su Suite para orquesta en La mayor, op. 98b, “Americana”. Como en el caso de la famosa obra que cierra su ciclo sinfónico, esboza la atmosfera del llamado “Nuevo mundo”, que el compositor conoció en primera persona, de 1892 a 1895.
HERREWEGHE, GARDINER Y SAVALL EN EL CONCERTGEBOUW
Amsterdam, Concertgebouw, 1, 10, 12 y 13 de mayo
En las últimas décadas Phillippe Herreweghe ha destacado como intérprete de música con criterios de época al frente de su Orchestre des Champs-Elysées y el conjunto coral Collegium Vocale Gent. Pero además de interpretar a clásicos
de la llamada música antigua en los principales escenarios del mundo, no se ha cerrado a la interpretación de música posterior, perteneciente sobre todo al siglo XIX. Sus versiones de las sinfonías de Schumann son maravillosas, y las grandes composiciones corales de Beethoven y Brahms han sido incorporadas a su repertorio. Yendo un paso más allá, La canción de la tierra de Gustav Mahler -grabada asimismo para la discográfica Harmonia Mundi- supone un verdadero reto para cualquier músico. Con esta obra peculiarísima -no es ni una sinfonía coral, ni exactamente un ciclo de canciones aun basándose en una serie de poemas- el compositor bohemio parece preparar su propia despedida de la vida, como sugiere el último movimiento, Der Abschied. En la sala noble del Concertgebouw, uno de los enclaves más emblemáticos e históricos del antiguo continente, se podrá escuchar esa intensa composición, con la participación de la mezzo-soprano Magdalena Kožená y el tenor Andrew Staples, y la orquesta que acostumbra a dirigir Herreweghe, arriba mencionada. Además del presente evento, el mes de mayo es pródigo en conciertos de altísima calidad en el Concertgebouw de Amsterdam. No podemos referirnos a todos, pero sí al menos al protagonizado por Sir John-Eliot Gardiner. Pues, como el caso de Herreweghe, el maestro inglés ha proporcionado grandísimas lecturas de compositores románticos, incluso si se ha granjeado con pleno merecimiento su fama a partir de la revisión crítica de las partituras antiguas. En su caso, dirigirá a la orquesta local -de altísima calidad, dicho sea de paso- los días 12 y 13 de mayo, con un programa centrado en la obra de Johannes Brahms, con la Sinfonía núm. 2 y el Concierto para piano núm. 1. El solista encargado de defender la partitura concertante no es otro que Stephen Hough, un intérprete con trayectoria acreditada, presencia en las principales salas de concierto y grabaciones de compositores románticos muy bien valoradas por la crítica. Finalmente, y siguiendo la línea de directores que han marcado la historia de la interpretación por sus criterios historicistas y aun así se han adentrado también con éxito en el Romanticismo (Beethoven, en su caso), no podemos pasar por alto el concierto que inaugura el mes: el 1 de mayo el catalán Jordi Savall ofrecerá un concierto enteramente barroco, también al frente de la orquesta local, con obras festivas de Bach, Rameau, Geminiani y Händel.
CLARA WIECK Y JOHANNES BRAHMS
París, Philarmonie, 14 de mayo de 2022
Hace tiempo que el nombre de Clara Schumann se toma en consideración en sí mismo, como creadora, más allá de su condición de esposa o amiga de otros compositores (Robert Schumann y Johannes Brahms, respectivamente). Y es que, además de pianista excelente, Clara Wieck compuso piezas
para su instrumento que no conocieron la repercusión que merecerían. Situación que también sufrió, por ejemplo, Fanny Mendelssohn, muy cercana a su hermano también en términos creativos, hasta el punto de que se sospecha que alguna de las piezas a él atribuidas podrían haber sido concebidas conjuntamente, o por ella. El papel de la mujer quedaba relegada a un segundo plano, incluso si su actividad en los círculos artísticos era evidente. Así el Concierto para piano que Clara Wieck compuso en 1835 -anterior por tanto al de quien se convertiría en su marido- fue estrenado por ella misma bajo la dirección de Felix Mendelssohn al frente de la orquesta del Gewandhaus de Leipzig. Un evento significativo, pero que no sirvió para revertir la dinámica más común, que discriminaba a las mujeres artistas. Afortunadamente cada vez son más los investigadores e investigadoras que descubren los pormenores de sus vidas y el alcance de creaciones que, poco a poco -muy tarde, en cualquier caso- llegan a las principales salas de concierto. Es el caso de la composición concertante de Clara Wieck antes mencionada, que el director canadiense Yannick Nézet-Séguin ha escogido para su concierto en la Philarmonie de Paris. Un evento para el que cuenta con la excelente prestación de la pianista Beatrice Rana, y que -según considera- “responde a la Tercera Sinfonía de Brahms”, la otra gran obra programada (consideración que sorprende, en cualquier caso, por la distancia de sus respectivas fechas de composición). La orquesta invitada, la Symphonieorchester des Bayerischen Rundfunks, ofrece plenas garantías para otorgar el empuje y contundencia requeridas por ambas partituras. Una tercera pieza, de composición contemporánea, podrá ser descubierta por el público que asista a este concierto, generoso en alicientes: Vers le silence de Hans Abrahamsen, estrenada en enero de 2022 por la Cleveland Orchestra, abrirá la velada, promoviendo una experiencia acústica fuera de lo común, que acaso permita, desde una mayor apertura sensitiva, captar los matices por venir.
EXPOSICIONES
EXPOSICIONES
01 / 05 / 22
RAFAEL
Londres, National Gallery, hasta el 31 de julio
Un must de aquellos antológicos, visita obligada para todo aquel que pase más de un día -o siquiera unas horas- en la capital inglesa. Y es que son escasísimas las ocasiones en que pueden contemplarse, fuera de Italia, cuadros de Raffaello Sanzio expuestos conjuntamente. Conscientes, por supuesto, de semejante excepcionalidad, los promotores de esta exposición apuntan al seguimiento de su carrera toda, atendiendo a los diferentes soportes que a lo largo de su vida empleó para la plasmación de su arte, desde lienzos majestuosos a dibujos o esbozos realizados con medios más modestos; sin olvidar su contribución a otras artes, más allá de la propiamente pictórica, que lo encumbra como uno de los ejemplo más asombrosos del carácter polifacético tópicamente asignado al creador renacentista. “Su vida fue corta, su obra prolífica y su legado inmortal”, explican los organizadores, y es que a pesar de que su carrera duró apenas dos décadas, “capturó con su arte lo humano y lo divino, el amor y la amistad, el aprendizaje y el poder”. Con obras procedentes de pinacotecas tan importantes como la del Louvre, la Galería Nacional de Arte de Washington, el Museo del Prado, el Museo de los Uffizi y el Museo del Vaticano, la presente exposición se afirma como “una de las primeras en explorar la carrera completa de Rafael”, que además permite captar aspectos inéditos de su personalidad artística. En efecto, expone de manera razonada “sus célebres pinturas y dibujos, así como su trabajo en arquitectura, poesía y diseño para esculturas, tapices y grabados”, fomentando una aproximación no meramente epidérmica a su obra.
CONTRA LA EXTRAVAGANCIA DEL DESEO
Madrid, Palacio de Cristal, hasta el 4 de septiembre
Con un título ciertamente llamativo, y que a priori podrá sorprender al visitante de la muestra, el artista Carlos Bunga (Oporto, 1976) ha creado una obra en el interior del madrileño Palacio de Cristal. Se trata de una instalación, una creación
efímera que su artífice considera viva, y con el que el visitante puede interactuar. Una estructura interior del espacio diáfano y frágil, en que la materia que la constituye -con capas desconchándose- evidencia el paso del tiempo. Organizada por el Museo Reina Sofía, esta muestra prosigue con coherencia la línea artística de Bunga, que presenta Manuel Borja-Vilell en un video y que el texto que la acompaña describe en los términos siguientes: “Buena parte de su obra impugna la concepción de la arquitectura como lenguaje del poder, cuestionando inercias arraigadas como orden, solidez o eternidad. Bunga prescinde voluntariamente de la grandilocuencia de los materiales tradicionales y apuesta, en cambio, por la precariedad de unas estructuras compuestas tan solo por planchas de cartón y cinta adhesiva”. Sus arquitecturas efímeras, afectadas en lo esencial por las contingencias, suponen asimismo una suerte de revisión de las arquitecturas dominantes. Construcciones que deconstruyen simbólicamente lo normativo, para otorgar la posibilidad de nuevas significaciones. Lo recuerdan los organizadores: “Así ocurrió, por ejemplo, con los compartimentos que adosó en el Palacio de Congresos Kursaal de San Sebastián para Manifesta 5 (2004), con la instalación en el patio central de la Pinacoteca do Estado de Sao Paulo (2012), con las naves que dispuso en La Capella del Museu d'Art Contemporani de Barcelona (MACBA, 2015), o con el laberinto que articuló en el Museum of Contemporary Art Detroit (MOCAD, 2018). Edificio dentro del edificio, continente a la vez que contenido, Bunga redimensiona la experiencia de un espectador que no solo contempla la obra, sino que, al hacerlo, también se integra con ella y la transforma”.
ANDY WARHOL
New York, Brooklyn Museum, hasta el 19 de junio
El Brooklyn Museum, que exhibe hasta finales de mayo una interesante exposición sobre Impresionismo, otorgando a artistas menos conocidas la importancia que realmente tuvieron -pensamos en Berthe Morisot, excelente pintora, perteneciente al círculo de artistas más experimental a finales del siglo XIX-, al mismo tiempo
programa una muestra dedicada al enfant terrible del Pop Art, revolucionario de la reproducción técnica del arte que diagnostica las tendencias consumistas de la sociedad al tiempo que subvierte la concepción misma de lo artístico. La presente exposición, con todo, repara en un aspecto poco conocido, como es su educación espiritual -católica bizantina- y el profundo impacto que tuvo en su vida y, por supuesto también en su obra. Andy Warhol: Revelation explora, así, la relación del artista con su fe. Los organizadores de la muestra lo resumen con los términos siguientes: “Desde retratos icónicos de celebridades hasta obras maestras del Renacimiento apropiadas, Warhol jugó con estilos y simbolismos de la historia del arte católico, reformulándolos cuidadosamente dentro del contexto del arte y la cultura pop”. La exposición aborda diferentes temas fundamentales: la vida y la muerte, el poder y el deseo, el papel y la representación de la mujer, las imágenes del Renacimiento, las tradiciones y rituales familiares y de inmigrantes, las representaciones y duplicaciones de Cristo, y el cuerpo católico y el deseo queer. Son más de cien ítems los reunidos em la ocasión, entre los cuales obras desconocidas hasta la fecha por el gran público, materiales “recién descubiertos -explican desde el Brooklyn Musuem- que brindan una mirada fresca e íntima al proceso creativo de Warhol, así como importantes pinturas de su épica serie Last Supper (1986), la película experimental The Chelsea Girls (1966), una película inacabada que representa la puesta de sol, encargada por la familia de Menil y financiada por la Iglesia Católica Romana, y dibujos creados por la madre de Warhol, Julia Warhola, cuando vivía con su hijo en la ciudad de Nueva York”.
JOSEF HOFFMANN
Viena, Museum für angewandte Kunst, hasta el 19 de junio
Una primera estancia en la capital austríaca sin duda exige la visita del Kuntshistorische Museum, la Albertina o el Leopold Museum. Pero quienes ya conozcan bien las joyas que atesoran esas pinacotecas, y los interesados en el diseño,
seguramente encuentren muy provechosa la visita al Museo de Artes Aplicadas (MAK), que hasta el 19 de junio ofrece una interesante exposición centrada en la obra del diseñador, profesor y organizador de exposiciones Josef Hoffmann (1870-1956). Se trata de la retrospectiva más completa, hasta la fecha, que se dedica a una de las figuras principales del modernismo vienés y de la Lebensreform (“reforma de vida”) internacional. Recuerdan los organizadores de la muestra que par Hoffmann “llevar la belleza a la vida de sus clientes, a través del diseño, era equivalente al progreso estético y social”. A sus obras más conocidas, que los expertos en diseño o amantes del interiorismo posiblemente tendrán presentes, se le añaden en la presente muestra una serie de objetos que revelan su proceso creativo a lo largo de nada menos que 60 años de carrera. Una obra monumental, la suya, que “cubre todos los aspectos de la vida cotidiana como la arquitectura, el diseño de interiores, la moda y los utensilios del día a día”.
CHARLES RAY
Paris, Centre Pompidou, hasta el 20 de junio
La figura de Charles Ray está siendo reconocida de forma simultánea en diferentes centros culturales del mundo, aunque la exposición que el Centro Pompidou ha organizado hasta el 20 de junio es sin duda una de las más completas. El carácter transgresor
del artista norteamericano sale a flote con mayor descaro a través de la concepción naturalista de cuerpos que interpelan al espectador. Máximamente realistas y al mismo tiempo esencialmente extraños, o al menos disímiles, parecen cuestionar la posible reproducción de lo humano. Es muy evidente su conocimiento de la escultura clásica, el gusto por la reproducción proporcionada de los cuerpos; con todo, el artista no se recrea en la belleza sino que introduce algun elemento profundamente disonante, como la materia empleada en la escultura, su tamaño o envoltorio, que trastocan por completo aquella plasmación “natural”. Asimismo, otras esculturas figurativas muestran objetos que han perdido su valor, como un coche accidentado, o una especie de túnel natural, posiblemente usado como madriguera por una especie no humano, cuestionando con ello la cosmovisión antropocéntrica. El figurativismo que caracteriza a su obra es la ventana que permite intuir otras posibles concepciones de lo real, abriéndose con ello las posibilidades representativas, en clave artística. Puede parecer que la imposibilidad del hiperrealismo se declama a los cuatro vientos en clave de broma, al aplicar decoraciones coloridas a una escultura clásica, o al agigantar la efigie de una mujer que nos parecería conocida -confundible con una mujer real, a cierta distancia- pero lo que insinúa, en suma, es una trascendencia de lo comúnmente asumido como real, tan falso en su irreproductibilidad como verdadera se muestra la escultura en su explícita artificiosidad.